Ya publiqué una entrada dedicada al primer disco de Parnassus, proyecto de un solo miembro de Suecia, y ahora os presento su segundo y último álbum con ocasión de su reciente compra, ya que es un disco bastante difícil de conseguir.
En la entrada que escribí para su álbum debut no mencioné que este músico es el mismo que se ocupa también en solitario de Octinomos, por lo que quienes ya conozcan esa banda sólo deberán imaginarse como sonarían Octinomos con sus guitarras afiladas, violentas baterías y voces desgarradas añadiendo a ese conjunto un gran despliegue de teclados.
Para quien no los conozca, son algo así entre Obtained Enslavement y Bishop of Hexen, un Black Sinfónico que también es al mismo tiempo crudo y con una producción muy mala. Este segundo álbum llega a ser aún peor producido que el anterior y es un apocalipsis de guitarras sucias, teclados místicos y podridas voces chirriantes.
Los teclados son diferentes a los del anterior disco, pero al igual que aquél son muy similares en todas las canciones y hace que todas ellas se consideren como un solo tema fragmentado.
Para el artwork y la portada disfrutamos de nuevo de pinturas, la portada ya la podéis ver y en el libreto aparece el genial "Dante y Virgilo" de Delacroix.
Las letras tratan la decadencia de un mundo condenado a su inevitable destrucción, y cómo el terrorismo es algo simple que puede diezmar la población mundial. Su autor se fijó en que las letras, de hecho, parecen un manual de terrorismo y decidió no publicarlas en el libreto para no arriesgarse a una condena de prisión.
Gustará a quienes ya hicieran lo propio con su anterior disco, y también a fans de Octinomos siempre que no les parezca mal el extenso uso de teclados.
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