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lunes, 14 de febrero de 2011

BLACK COUNTESS - Carnivorous Romance


Para la fecha que se celebra hoy, creo que no hay nada mejor que un disco así.
Ya puse en los inicios del blog (como que es la primera entrada que tenéis disponible) la reseña del debut de estos maestros rusos del erotismo, y ahora me dispongo a ello con su segundo disco de 2003.

Considerados como unos clones rusos de Cradle of Filth, en su debut de 2000 mantenían palpables diferencias con los ingleses, tales como un estilo vocal diferente con rasgadas y guturales y agradables toques Doom en esa oda a la sangre virginal.
Aquí ya se estilizaron más, como el cambio que vemos en COF desde su “The principle of evil made flesh” hacia el “Dusk and her embrace” y “Cruelty and the beast”. Precisamente este disco es muy al estilo de “Cruelty and the beast”, incluyendo ser álbum conceptual sobre la condesa Bathory.

Así es como tenemos aquí unas canciones claramente cortadas por el patrón del famoso grupo inglés, con guitarras ya menos Black, aunque manteniendo su toque de Black Metal eslavo y la producción modesta, voces agudas y generosos teclados. La voz, ya que la nombro, pasó de rasgada blacker a gritos agudos, aunque menos estridentes y molestos que los de Dani Filth, acompañados por susurros lujuriosos y partes de seductoras narraciones femeninas y esos samples de gemidos y demás parafernalia libidinosa que tanto gusta al grupo.
Para narrarnos las indecorosas aventuras de la condesa, hacen gala de unos buenos teclados cortesanos, en sinfonías de vaginas anhelantes y turgencia carnal, recreando con fidelidad el jolgorio de sanguinolencia en su castillo.

La producción, como dije, no es un punto a su favor por no estar muy pulida, pero a mí no me importa al igual que en los casos de Hecate Enthroned o Ancient Ceremony, y la portada es demasiado ridícula, pero por lo demás me parece un buen disco de monstruosas obscenidades que te hará relamerte si te gustan Lamia Antitheus, Lost Infinity, Obscurcis Romancia o los otros grupos citados.

sábado, 30 de junio de 2007

BLACK COUNTESS - Blood, Desire and Dead Nenuphars


Esta inefable portada no es la única así en este sinfónico grupo ruso... Incluso para su último disco del 2007 contaron con la actriz porno y modelo erótica Aria Giovanni. No es casualidad que os recuerde un poco a la portada del "The principle of evil made flesh" (obviando la falta de sangre) como ahora veremos.

Con el tiempo fueron imitando mucho a los archiconocidos Cradle of Filth, y no son desde luego el único grupo ruso que lo hace, pero en este su primer larga duración vemos su estilo primerizo más cercano a unos Ancient Ceremony (dos primeros álbumes) y Vampiria con un toque de los antiguos COF. La principal diferencia con respecto a sus posteriores discos es (aparte de la mala producción) el libidinoso estilo vocal, pues en lugar de los típicos gritos agudos a lo Dani Filth nos encontramos con una voz rasgada similar a las de Agathodaimon, Vampiria o Bal-Sagoth; además de guturales, y unos obscenos susurros masculinos y gemidos femeninos que inflaman de pérfidas pasiones deformadas.

Esto último, junto a las explícitas portadas y las letras, hace que sea como escuchar a los viejos COF pasados por el tamiz de la mancillación de la virtud.
El trabajo de guitarras no está nada mal, pero en un grupo como este he de destacar los teclados, que en discos posteriores sonaron cada vez más a los Cradle of Filth intermedios del "Cruelty and the beast", salvando las distancias, e incluso un poco a Anorexia Nervosa en ciertas simulaciones orquestales. Pero en este disco y su primer EP tenían cierto toque Doom, y el ambiente es algo más personal dentro de lo que puede llegar a serlo en un estilo ya explotado por grupos más famosos a los que emulan. El balance entre instrumentales (hay bastantes) y canciones reales es apropiado, teniendo un buen puñado de éstas para disfrutar de su atmósfera de sinfónica lascivia, que se mantiene a salvo pese a una producción bastante modesta, incluso floja, aunque de todas formas es algo que se les perdona al no ser un grupo agresivo ni contundente.

Cuentan auténticos relatos eróticos cargados de vicios y lujuria que la música desecra y refleja muy fielmente, y es uno de esos discos de grupos imitadores de Cradle of Filth que suponen una muy recomendable opción frente a los cada vez peores discos nuevos de dicha banda.
Y no olvidemos sus discos posteriores, porque "Carnivorous Romance" y "The language of flesh" son otras razonables y pervertidas opciones.