domingo, 29 de noviembre de 2009

FOREST OF SOULS - War And Poetry


Haber hablado en la anterior entrada de influencias medievales me ha recordado esta banda francesa que se inspira en leyendas de esa época (al igual que tantos otros compatriotas suyos como Lord, Astaarth, Noctis, AevLord o Epic). No hay más que ver su contraportada para encontrarse con uno de sus miembros esgrimiendo una espada en unas ruinas.

Podría haber escogido su debut “Contes Et Legends d’Efeandayl” de 1998, mucho más largo y con un sonido más maduro y redondo, pero personalmente me gusta muchísimo más este EP de 1995 donde muestran una cara más blacker y no se regodean tanto en un estilo vocal que no me acaba de cuajar, pero todo a su tiempo.

Lo aquí ofrecido es un Black Sinfónico que muchos considerarían Black-Doom por su fórmula más bien lenta y tranquila, orientada a las atmósferas, tal y como pasaba con los polacos Themgoroth en su debut de ese mismo año.
Al igual que Forsth por ejemplo, incluyen mucho órgano para brindarnos una atmósfera medieval y propia de leyendas de caballería, pero además de ese teclado dominante tenemos otros sintetizadores más etéreos envolviendo las discretamente producidas guitarras y baterías (producción parecida a la de los grupos nombrados y los vascos Adhur).
El otro toque épico y legendario viene de parte de las voces, que incluyen bastantes voces claras masculinas operísticas que le dan un aire de narración juglaresca. Pero abundan las mandatorias voces rasgadas, toscas y rudas, en contraposición a la gran cantidad de voces limpias del álbum debut que resulta más bien gótico por ello.

Con sólo tres y canciones y dos instrumentales no da para mucho, sólo unos 26 minutos, pero es un agradable EP para disfrutar en ese lapso de tiempo como pasa con Magan, Eblis, My Darkest Dream, Epic y demás bandas con sólo un EP.
Recomendable para los seguidores de las bandas francesas que nombré y de Forsth, ya que este breve EP es como un pequeño libro de sepulcrales relatos medievales.

sábado, 28 de noviembre de 2009

SOLARFALL - In Depths And Despair


Me apetecía mucho retomar este EP en vista de lo curioso de su propuesta, algo que no suelo ver a menudo, ya que lo que practica este proyecto búlgaro de un solo miembro es un Doom Metal muy medieval. Más recientemente lanzó su primer álbum completo, con el sugerente título “Autumn came with the sunset”, pero no fue lo mismo exactamente, hay más encanto en este breve trabajo de treinta y siete minutos.

Este EP de 2005 es en realidad una remasterización de su demo de 2004, aunque su producción sigue sin ser la deseada por su músico; en todo caso él afirma saber que gustará a los fans underground y así es.
Tras una intro, que podría ser de Summoning, comienza el primer tema propiamente dicho donde nos encontramos con un Doom-Death melódico de guitarras ligeras y bellas, cuyos ritmos a veces se aproximan a terrenos Funeral Doom, hecho al que contribuye el tener voz gutural todo el tiempo.
Se da bastante rienda suelta a lo ambiental con muchos pasajes instrumentales, y los teclados son la nota distintiva del disco al simular frecuentemente instrumentos de viento como flautas, teniendo así una atmósfera folkie de manera melancólica y contemplativa, y también estos teclados adoptan sonidos medievales como cuando aparece un clavicordio o el sonido de las campanas.
Todo ello me trae a la mente la imagen de un fatigado caballero que, apartado del clamor de la batalla, reposa bajo un añoso roble y se deja imbuir de la serena belleza de la naturaleza.

Lo que no me gusta tanto es la inclusión de elementos electrónicos. No me desagradan como detalles de fondo, pero en algunos momentos el ritmo electrónico del penúltimo tema (instrumental, por cierto) no me hace mucha gracia que digamos, están mucho mejor para mi gusto los otros temas más medievales.

Me parece un disco no sólo recomendable para fans de cosas doomsters como Empyrium, incluso también para los amantes de Enid o Summoning.

sábado, 21 de noviembre de 2009

ASTAARTH - Golden Age Of A Dead Empire


Tras unos pocos días de inactividad procedo a subir mi último descubrimiento francés. Conocí a Astaarth con su más reciente “Gloria Burgundia”, donde ofrecen un buen Black-Folk, pero me comentaron que en su debut de 2002 me encontraría con Black Sinfónico y menuda sorpresa me he llevado.

En su myspace citan entre sus influencias a los viejos Emperor, Arcturus, Limbonic Art y Nokturnal Mortum, y yo pienso que vaya si se nota la inspiración de esos grandes grupos en este álbum que pese a haber sido editado en esta última década suena a Black Sinfónico a la vieja usanza.
Tras la intro, unas notas de piano dan comienzo a una espiral de rudas guitarras con una distorsión que descuartiza la carne hasta astillar el hueso, y difuminados y brumosos teclados que serán característicos y abundantes a lo largo del CD, con una producción igualmente turbia (pero baja no, por suerte). Estos sintetizadores están impregnados con mucha frecuencia de la sombría melancolía de quien recuerda los pasados días de gloria de algo que ahora está arruinado, exactamente igual que al contemplar las ruinas sobre un polvoriento peñasco que ya dejó atrás sus días como puesto estratégico, y ahora sólo es una atalaya para las aves rapaces o los córvidos.
Suena totalmente noventero como veis, recordándome a mí algunas veces a otros grupos franceses como My Darkest Dream, Noctis (quienes tienen una portada realmente parecida) o Epic, teniendo con estos dos últimos los intereses medievales, y es que estos músicos de Dijon son muy nacionalistas y se inspiran en el pasado medieval de su Borgoña natal y el pueblo germánico de los burgundios, esto se nota mucho cuando aparece alguna melodía que nos hace pensar en el Medievo, al igual que los pocos coros de voz limpia.

Hablando de voces, es una rasgada de moribundo con dos palmos de espada entre las costillas, que casi llega a las estridencias de los vocalistas chillones, siendo por tanto un rasgo muy blacker que mantuvieron en su segundo disco, y además de los coros limpios que comenté también aparece una vocalista femenina lírica en el segundo tema.

Poco más puedo decir porque es algo sencillamente destinado a los amantes del Black Sinfónico de los 90, pese a haber sido editado en 2002, insisto. Quienes escucharan a Noctis encontrarán algo aún más sinfónico y atmosférico, y encantará a seguidores de las bandas que fui mencionando.
Aquí os dejo con el disco para que os cale la fe de Borgoña, para evadirse en los tiempos dorados que ahora sólo dejaron estandartes ajados y alabardas oxidadas.


lunes, 16 de noviembre de 2009

ANOREXIA NERVOSA - Sodomizing The Archedangel


Ya subí en enero el último disco de esta banda francesa que supuso el glorioso broche final a su discografía, y ahora es el turno de mi favorito personal pese a ser un EP de sólo cuatro canciones.
Podemos considerarlo como los verdaderos inicios del grupo a pesar de tener un debut anterior a este EP de 1999, si tenemos en cuenta su transformación.

Ese debut de 1997, “Exile”, era algo entre industrial y gótico que no tiene que ver con el estilo que todos le conocemos a la banda, pero sin embargo fue importante en su concepto al tratar nihilismo, extrema locura y rechazo de la existencia.
Conocieron al vocalista Hreidmarr cuando éste grabó el único álbum de su anterior banda My Darkest Dream (aquí reseñada), lo ficharon y trajo de ese grupo sus texturas de Black Sinfónico aunque llevadas por otros derroteros.

También fue decisiva la llegada del teclista Xort, conformando entonces ese rápido y orquestal Black Sinfónico con grandilocuentes teclados inspirados en la música clásica y las voces retorcidas y violentas de Hreidmarr, las marcas de la casa.
Así es como suenan los cuatro temas del EP, veloces la mayor parte del tiempo y con mucha agresividad aunque a veces cedan un poco a favor de interludios atmosféricos (como el de piano del primer tema, delicioso). No es tan tremendamente pomposo como su predecesor “Drudenhaus”, pero aún así es realmente sinfónico con esos teclados que incluso simulan grupos de violines.
Son muy conscientes de la herencia cultural, artística e histórica de su país, y notamos ese sonido francés en sus ambientaciones al igual que sucede con Forbidden Site por ejemplo. Así es como añaden voces recitadas en francés además de los gritos desgarrados, que por cierto son más raspados que las voces más agudas de posteriores discos. Gran manera de hacernos llegar sus letras sobre nihilismo, pasión, misticismo, decadencia y romanticismo oscuro.

Con sólo cuatro canciones, repito, me convencen más aquí que en sus discos completos (que me encantan también, claro). Este primer trabajo realizado con la verdadera formación de la orquesta nihilista de Anorexia Nervosa es altamente recomendable a fans del estilo que deseen conocer una violenta perspectiva del romanticismo.
Esta entrada está dedicada a una amiga que cumple años hoy y sé lo mucho que le gusta este grupo y su concepto.

domingo, 15 de noviembre de 2009

GRIS - Il Était une Forêt...


En 2007 vio la luz el que me ha parecido uno de los más brillantes discos de Black Metal depresivo, y uno de los dos mejores (para mí, claro) de los últimos años junto con el del proyecto alemán en solitario ColdWorld del año pasado. Ambos van un paso más allá del típico Black Depresivo colocándolos por encima de la media.

Nos encontramos, como en cualquier grupo de esta calaña, con ritmos apáticos y zarzas de guitarras distorsionadas y crujientes que nos envuelven como un enjambre de furiosos insectos. Pero, a diferencia de muchos otros grupos que suenan flojos y sosos, la producción es lo bastante decente como para sintamos con más intensidad esos zarpazos que nos laceran con fruición.
Por internet se comenta el hecho curioso de estar inspirados en la alternancia entre euforia y depresión, aunque no es tan original en realidad si recordamos lo recurrente que siempre ha sido ese aspecto en la literatura, muchos autores nos han transmitido en unas etapas su juvenil y vivaz optimismo para luego mostrarnos todo su hastío y desesperación que los consume en silencio. Esto se manifiesta musicalmente, que es lo que importa ahora, gracias a las pinceladas de teclados, muy ambientales la mayoría del tiempo y a veces dejando caer unas austeras notas de piano; así consiguen hacer aparecer un extraño efecto de belleza en medio de ese zumbido horripilante de riffs y voces, al igual que el empleo de acústicas.

El vocalista de este dúo canadiense grita agónicamente como es norma general en bandas depresivas, pero de manera más rasgada y francamente queda mejor, y gusta mucho de recitar con voz raspada dando un toque desquiciado.
Son canadienses francófonos, por cierto, y queda bastante curioso escuchar esas voces llenas de dolor en francés.

Pienso que por su calidad no sólo es recomendable para los amantes del Black Depresivo, puede gustar a cualquiera con ganas con algo rebosante de frialdad y ese peculiar contraste entre horror y bonita melancolía.

sábado, 14 de noviembre de 2009

SUMMONING - Minas Morgul


En un blog tan dedicado al Black Sinfónico debe aparecer una de sus grandes joyas de la corona, el considerado como mejor álbum de Summoning aunque mi favorito personal sea (por muy poco realmente) “Let mortal héroes sing your fame” y se dispute el puesto de preferido de los fans con “Dol Guldur”, su álbum con más copias vendidas.

Estos austríacos, tras un debut de 1995 muy crudo y similar a Abigor, lanzaron ese mismo año un segundo álbum donde desarrollaron una muy personal fórmula que les hace reconocibles y aún les caracteriza a día de hoy.
Ya reseñé hace meses mi disco preferido, y allí describí cómo estos dos músicos recrean con esmero la atmósfera que seguramente sería la banda sonora de la famosa obra de Tolkien, dejando el peso de las composiciones en mano de los fabulosos teclados repletos de imaginería medieval.

Este segundo disco tiene unas guitarras más densas y distorsionadas que sus trabajos recientes, aunque de todos modos sigan siendo un tanto secundarias al lado de los teclados, encargados de llevarnos a lo largo de los sesenta y siete minutos del CD en un largo viaje a través de la gloria de la victoria, la melancolía del guerrero, magia deplorable y la espléndida grandeza de las ciudades de la Tierra Media. Incluso se atreven con un tema sin guitarras y dirigido por el piano y el tañido de las campanas.
Todo esto es posible gracias la personalidad propia de las distintas canciones, que son así muy discernibles y no caen en el efecto de esos discos que parecen ofrecernos la misma canción una vez tras otra, aunque el ritmo del disco caiga predominantemente en el medio tiempo y las baterías sean hechas con el teclado (con efecto épico, algo bueno tiene).
Las voces propias de sucios orcos corren a cargo de ambos músicos, Silenius es el poseedor de los registros más desgarrados y muchos ya le conoceréis también por su labor en Abigor, mientras que Protector es quien brinda las voces más apagadas y roncas.

Pocas cosas había así en 1995, y los otros grupos sinfónicos como Parnassus, Gehenna, Bal-Sagoth, Opera IX, Themgoroth o Mastiphal no sonaban desde luego como este grupo tan único y especial, pese a que algunos de los citados sean también bastante únicos, porque nunca ha habido un grupo con la atmósfera de Summoning que aún hoy día es muy apreciada.


jueves, 12 de noviembre de 2009

TALES OF DARK - Fragile Monuments


Esta joven banda de Serbia ha lanzado este año su segundo disco, y más que pensar en reseñarlo lo que no he podido evitar es retomar este primer trabajo que para mi gusto fue de lo mejor del 2006, como ya me ha pasado con otros tantos grupos que han sacado discos nuevos este 2009.

Lo suyo es llevar el Doom Metal a sus cotas más atmosféricas y con acercamientos góticos, como pasa por ejemplo con Lethian Dreams o los Adagio brasileños, aunque estos Tales of Dark no tienen unas guitarras tan predominantemente melódicas como esas dos bandas. Otra referencia habitual es Draconian, aunque no llegan a ser tan Gothic-Doom como ellos, y yo por mi parte diría que es como algo a medio camino entre My Dyng Bride y The Sins Of Thy Beloved.
Parten de sonoridades del Doom-Death británico con sus ritmos lentos, que a veces son casi propios del Funeral Doom, y guitarras ásperas, adustas y pesadas que por supuesto inyectan sus dosis de doliente melodía según el momento.

La voz masculina incluye el toque extra de oscuridad de las guturales y unas apáticas voces limpias que me recuerdan al vocalista de My Dying Bride, hasta ahí muy Doom de nuevo, pero agregan una suave voz femenina para aumentar la atmósfera.
El otro factor ambiental es cortesía de los teclados, que meramente aportan un trasfondo de atmósferas que flotan en torno al resto de elementos, lejos del gusto por lo bombástico de grupos como Tristania por ejemplo, aunque hagan acto de presencia detalles más llamativos como los pianos del tema "... Of grandiose fevers and passion arcane".

Con sólo seis temas superan la hora de duración, siendo un producto apto para los más doomsters pero quizá un poco pesado y monótono para quienes no acaben de ser muy seguidores del estilo. En todo caso es un álbum con una composición nada desdeñable para ser un debut de una banda bastante reciente, y puede hacer las delicias de los amantes del catálogo de bandas que he ido citando y nuestros amados Theatre of Tragedy en sus inicios.

martes, 10 de noviembre de 2009

NAGLFAR - Vittra


Los fans actuales de Naglfar (que toma su nombre de un barco mitológico construido con uñas de los muertos) escuchan sobre todo sus últimos discos, donde practican un intenso y asesino Black-Death sueco; pero yo siento debilidad por su debut de 1995, que fue uno de mis primeros discos y me trae grandes recuerdos de esa época en la que cada descubrimiento era un acontecimiento único.

Vittra es, como vemos en la portada, el nombre de una mujer de la mitología nórdica que atrae a los hombres hacia las profundidades del bosque, donde encuentran su nefasto final, y éste es el apropiado título que escogieron para su debut donde mostraban un Black Metal con melodía pero agudo y cañero, y con momentos de atmósfera ocasional, algo muy propio de esos años y que encontramos en otros grupos de Suecia como por ejemplo Vinterland o Abyssos.

La producción resultante de un álbum grabado en el Abyss Studio hace que las melodías de guitarra luzcan espléndidas, con un sonido cortante como un lecho de cristales afilados y ritmos rápidos y feroces la mayoría del tiempo. En ocasiones rebajan un poco la velocidad y los medios tiempos añaden un poco de respiro en esa descarga de aullidos y ráfagas aceradas, y saben usar con muy buen gusto unos pocos y sencillos teclados para resaltar algunas partes con mayor profundidad. Incluso un tema entero, el titulado igual que el disco, está enteramente volcado a la atmósfera y es sencillamente genial pese a su corta duración (apenas llega a los tres minutos).
Su vocalista Jens Rydén hace gala de la voz rasgada de los grupos suecos que todos conocemos, aguda y desgarradora. Y, ya que le nombro, acabó saliendo del grupo y actualmente hace las voces para Thyrfing, y también podemos citar sus proyectos Dead Silent Slumber y Profundi.

Con el tiempo su fórmula ha captado muy palpables influencias del Death en detrimento de los ramalazos atmosféricos y épicos de su debut, así que si alguien no lo conoce ya tiene aquí este gran disco a la altura de joyas como el único disco de Vinterland, ya que en Suecia no todo es Dark Funeral o Marduk…

domingo, 8 de noviembre de 2009

ANTESTOR - The Return Of The Black Death


Antes de empezar, soy consciente de la polémica en torno al cristianismo de esta banda, y en su momento hubo por ello un conflicto con el sello que lanzó el disco: Cacophonous Records.
Pero, ahora que ya está dicho para quitarme de encima cuanto antes las bobadas extramusicales, prefiero pasar a comentar que se merece una reseña porque su música resulta ser excelente.

Cacophonous Records es ese sello inglés que lanzó grandes trabajos de Ancient Ceremony, primerizos Cradle of Filth, Abyssos, Gehenna, el “Stormblast” de Dimmu Borgir, Bal-Sagoth, Twilight Ophera y Deinonychus.
Y este disco de 1998, el segundo de Antestor, para mí se puede codear tranquilamente con los discos de esos otros grupos.

Tras observar la portada de Joe Petagno (artista tras obras de Incantation, Bal-Sagoth, Ouija o Intestine Baalism entre otros), nos encontramos con un libreto cargado de estética noruega, y la música hace honor a la procedencia noruega de la banda y sus bosques nevados.
Un buen Black Metal con melodía y atmósfera a lo escandinavo es lo que nos encontramos, ni más ni menos; las guitarras desprenden un buen trabajo melódico al mismo tiempo que conservan el sonido hipnotizante y semicrudo tan propio de los 90, y los ritmos a veces alcanzan cierta velocidad aunque lo habitual es el medio tiempo y la lentitud que retienen del pasado Doom Metal de sus demos.
Los teclados no llegan nunca a lo fastuoso, pero acentúan de manera efectiva las atmósferas frías y melancólicas del disco, al igual que las sobrias y apesumbradas voces claras que aparecen para complementar la más que decente voz rasgada blacker (que canta tanto en inglés como en noruego).
Algo que me ha gustado mucho es la variedad que hace ameno este álbum de cincuenta y siete minutos, ya que las canciones tienen su toque distintivo y nos encontramos por ejemplo con temas muy guitarreros y pegadizos junto a otros más relajados y envueltos en gélidos teclados, y algunos con el mencionado toque de las voces limpias. Mis dos favoritos personales son los dos temas donde más se recrean en el sonido lento y cubierto por el sudario de los teclados, “Sorg” y “Ancient Prophecy”.

Hasta la producción es la típica de un disco atmosférico de esos años así que es bien sencillo aparcar ideas preconcebidas y sentarse tranquilamente a escuchar un álbum que nos susurra con el frío hálito de la muerte.

THE EYE - Supremacy


Estas últimas semanas han sido geniales porque he hallado bastante material de los 90 que aún no conocía, dándome esto la razón cuando pienso en ignorar a las viejas glorias que andan perdidas y mejor proseguir indagando en discos viejos del underground.
Aunque, en este caso, dar con The Eye no es demasiado difícil si uno conoce a los más reconocidos Blut Aus Nord y se toma la molestia de curiosear los proyectos paralelos de su vocalista y guitarrista Vindsval.

Este proyecto francés solamente nos dio una demo y este álbum de 1997, pero menudo álbum, un Black Metal que con una simple fórmula crea una profundidad impresionante que sabe atrapar al oyente (como me ha pasado a mí en efecto).

Esto es muy fácil, un Black Metal a medio tiempo con baterías programadas (pequeño fallo, qué se le va a hacer), voces desgarradas, adustas guitarras sin florituras y unos teclados que dirigen el conjunto con sus umbrías melodías. Pero no quiero decir con esto que sea un complejo trabajo de teclados, para nada, también son sencillos pero tan envolventes y oscuros que hacen especial el disco.
Esta labor ambiental de sintetizadores nos traslada directamente a la helada soledad de tierras yermas donde se respira sabiduría ancestral ya olvidada, mientras que la voz desgarrada nos recuerda el poderío de los antepasados que aún vigilan esos parajes.
Hablando de la voz, ya es conocida por los que hayan escuchado a Blut Aus Nord, claro, aunque aquí es un poco más ronca. Y para quien no los conozca, pues simplemente diré que es una voz rasgada y ronca que no sobresale por encima de la música con gritos innecesarios para no romper la atmósfera hechizante de las canciones. También hay algunas voces claras que resuenan como ecos de otro tiempo.

Lo peor es que dura poco y sus treinta y nueve minutos (con dos instrumentales incluidas) dejan con ganas de un poco más, pero es un gustazo disfrutar con la efectividad de un buen Black Metal atmosférico y frío sin más complicaciones.
Para fans de lo primero de Blut Aus Nord, Sear Bliss, Forest Silence, etc…

sábado, 7 de noviembre de 2009

DEINONYCHUS - Ark Of Thought


Retomo esta banda holandesa con nombre de reptil cretácico, en vista de que cada uno de sus álbumes tiene su personalidad y siempre nos ofrecen algo distinto.
En el caso concreto de este tercer álbum de 1997, me ha conquistado inefablemente su Dark Metal con romántico sinfonismo y dramatismo vocal.

Eso de Dark Metal se interpreta aquí como algo con mucha influencia del Doom Metal y lejanas resonancias del Black Metal (su debut “The silence of december” era muy blacker e incluso recordaba a Darkthrone). Personalmente suelo pensar que este álbum suena como si escogemos algún grupo de Doom-Black (léase Bethlehem, Dolorian o Beatrik por ejemplo) y le agregamos la vespertina atmósfera del “Dusk and her embrace” de los ínclitos Cradle of Filth junto a una pizca de la delirante siniestrez del “Grand Psychotic Castle” de Tartaros.

Por entonces aún era un proyecto en solitario, aunque contando con la colaboración inestimable de un teclista invitado con sus trágicas notas nocturnas, que provee el disco de vaporosos teclados y toques de piano, en contraposición a la austeridad de teclados de otros discos de Deinonychus.
En la entrada sobre el álbum “Insomnia” ya conté que Marco Kehren es un vocalista muy versátil y con una increíble capacidad para proferir todo tipo de desquiciadas voces rasgadas y guturales. Aquí, nada más empezar el disco nos recibe ese tipo de siniestra voz narrada en off que encontramos en bandas como Cradle of Filth, Immortal Tears, Ancient Ceremony o Hecate Enthroned, el lado extremo de las voces viene con los retorcidos gritos desgarrados y demás voces horrendas, y el tercer tipo de voz es una clara y lánguida que por momentos parece que esté llorando. Uno así puede pensar que se trata de la voz de un hombre consumido bajo el peso de los recuerdos y que no soporta el aguijón de la pérdida.
Es por ese tipo de atmósferas de teclados y las voces narradas que no puedo evitar pensar en “Dusk and her embrace”, incluso también a veces por el sonido de guitarras en algunos tramos, y los pianos seguramente os recuerden a los típicos grupos noruegos de Black Sinfónico.

Estos días me ha estado viniendo a la memoria Bécquer al oír el CD, con ese aspecto tan negativo del romanticismo pero al mismo tiempo tan cautivador. Me parece por tanto un disco perfecto para escuchar en una de esas tardes en las que el aguacero golpea los vidrios y se anega el alma.



viernes, 6 de noviembre de 2009

MYSTIC CIRCLE - Morgenröte (Der Schrei Nach Finsternis)


He comentado en varias ocasiones que el Black Sinfónico de los 90 dio muchas buenas bandas entre otras que estaban allí por moda, y a veces he pensado que Mystic Circle se convirtieron en ejemplo de eso último cuando de pronto pasaron a tocar un pomposo sinfonismo al estilo de Cradle of Filth (que personalmente no me cuadra mucho con su estética satánica). Pero pasemos a analizar este debut de 1996 en el que mostraban una faceta bastante diferente.

Viendo la portada cualquiera pensaría en un disco repleto de barrocos teclados, pianos y coros, al igual que nos sucede por primera vez con Siebenbürgen y Abyssos. Pero, al igual que con esos dos grupos, lo que nos encontramos es algo más austero y guitarrero con las partes de teclados muy dispersas.
Ya que nombro a esos dos grupos suecos, este álbum suena bastante a discos de los 90 de esas tierras, y a mí personalmente me recuerda en especial al debut “Loreia” de Siebenbürgen.
Tengo mis motivos para pensar en ese disco cada vez que escucho este CD: el sonido de guitarras, melódicas pero densas, y la escasa pero agradable presencia de elementos atmosféricos.

Los escasos teclados son sutiles y están muy distribuidos, pero con un sonido ciertamente vampírico que no hemos vuelto a escuchar jamás en ningún trabajo de este grupo, y me dejan con ganas de más cantidad porque tienen mucho encanto noventero esos tímidos órganos y efectos como campanas, latigazos, lobos y demás sonidos propios de una película de antaño (ahora las películas de vampiros cuentan con bandas sonoras discotequeras). Lo mismo digo de detalles vocales como el uso de unas pocas voces claras masculinas muy discretas y sugerentes, o unas seductoras femeninas. Y, ya que hablo de voces, la voz de su vocalista nunca me gustó del todo porque me parecía más adecuado para una banda como God Dethroned, aunque en este disco su voz es más desgarrada que nunca y me satisface holgadamente.

También la producción dota al disco del atractivo noventero, sin ser muy sucia, aunque la batería a veces tenga ese sonido como enlatado que todos conocemos.
Muy adecuado para amantes de los primeros Ancient Ceremony (aunque sin su sinfonismo en este caso), Abyssos y Siebenbürgen, además de las películas de la Hammer Productions y el Drácula de Stoker.

jueves, 5 de noviembre de 2009

VINTERRIKET - Der Letzte Winter - Der Ewigkeit Entgegen


La súbita bajada de las temperaturas de estos dos últimos días me exigen subir algo de esta calaña, un proyecto cuyo nombre significa “Reino del invierno” y nos hiela la sangre con su Black-Ambient.
Esto del Black-Ambient es una forma de etiquetar a los grupos que me atrae muy poco porque suelo imaginar música más ambiental que otra cosa, con más bien poco Black Metal en su fórmula, pero en este caso he tenido suerte al haber topado con un disco que contiene un porcentaje blacker más que satisfactorio para mí.

Y es que resulta que este proyecto de un único músico alemán es tremendamente prolífico, contando desde el año 2000 con una ingente cantidad de álbumes, splits, demos, EPs y recopilaciones. Así que he sido muy afortunado al haber podido gozar de primeras del que parece ser su álbum más adecuado para mis gustos.
Según me han comentado, Vinterriket cuenta con álbumes enteramente ambientales, y algunos que contienen sólo un par de temas de Black Metal, y este álbum del 2005 que yo he descubierto tiene sólo tiene tres instrumentales y sus otros seis temas restantes combinan Black Metal con su maravillosa base de teclados Ambient.
Su música se basa sobre todo en recrear con los teclados la ruda y sencilla belleza del invierno, que vemos plasmada por ejemplo en la vastísima soledad de las inhóspitas cumbres nevadas (con samples de viento y nevadas incluidos), y en las canciones blackers añaden más hostilidad aún al incorporar las distorsionadas guitarras, baterías y voces desgarradas del Black Metal.

La voz está filtrada y no resulta natural, supongo que pretende sonar como el horrendo aullido de una bestia a través de la tormenta, y en el contexto de esta música en verdad la veo bastante a tono con esas guitarras tan zumbantes y afiladas como roca desnuda entre el hielo y la nieve. Pero toda esta crudeza por sí sola sólo lo convertiría en un grupo más de Black Metal del montón, y sus teclados logran hacer de este álbum un monumento al invierno, puesto que con sencillos teclados este hombre nos regala todo un paisaje de escarcha y vientos tan gélidos que casi parece que puedan cortarnos con su frío atroz.

Los amantes del buen Black Metal con altas dosis ambientales sabrán apreciarlo, y más si desean experimentar un recorrido por valles glaciares donde la muerte acecha silenciosamente.
Y, por supuesto, apreciaré recomendaciones si alguien puede decirme si otros de sus discos son tan blackers como éste.


domingo, 1 de noviembre de 2009

MORGART - Die Schlacht (In Acht Sinfonien)


Los que me conocen saben que apenas escucho música Ambient, y menos si se trata de Ambient puro sin nada de Black Metal incluido.
Una ejemplo sería este primer disco de 2005 de los suizos Morgart, que no es Black-Ambient pero se le aproxima al ser música muy instrumental con las voces rasgadas contadas.

Bueno, la verdad es que Morgart es la continuación de Forsth tras su cambio de nombre, ya que sólo quedó el vocalista de su formación original y fueron más allá en la evolución de Forsth.
Los susodichos ya tuvieron en el blog una entrada de su debut “Winterfrost” de 1996, un Black Sinfónico bastante invernal y medieval a lo nórdico, y en su posterior “Helvetic War” se hicieron más ampulosos dando más rienda suelta a los teclados épicos. Pues ahora en Morgart ya rizan el rizo con una música amtosférica dirigida por los sinfónicos y en todo momento presentes teclados.

El concepto del disco es una batalla que tuvo lugar en la localización suiza que da nombre al grupo (Morgarten), gracias a los datos del monje Winterthur que la presenció en 1315.
Para ello nada mejor que sus fantásticas sinfonías de las que ya nos avisa el título del CD, dividido en ocho temas titulados como “Sinfonie” con su correspondiente número detrás, sinfonías que nos traen el eco de ancestrales luchas que aún resuenan en olvidados parajes en los que la nieve sigue helando los antiguos caminos que llevan a sus estoicas ruinas.
Esto que acabo de describir viene de mano de los teclados, por supuesto, tan medievales como gélidos, y en otras ocasiones más heroicos o triunfales, con estupendas partes de piano. Las guitarras están presentes a lo largo del disco en contra de lo que se podría pensar ante esta presentación, pero en un plano secundario al igual que las baterías, que sólo marcan los ritmos y no aportan poderío arrollante como en otras formaciones de Black Metal. Sólo algunas veces hay blast-beats, pero no es para nada lo frecuente en un disco tan atmosférico.
Lo que sí está muy medido es el aspecto vocal, con apariciones de la voz rasgada reservadas a momentos concretos de las canciones, esa rasgada de troll de las montañas que ya reconocerán los que hayan escuchado a Forsth.

Personalmente me gustaban más como Forsth, pero sin desmerecer este álbum que me encanta escuchar en momentos relajados y nos muestra la faceta más bombástica de estos suizos. A una amiga y a mí nos gusta ponernos este álbum estos días junto a grupos fríos como Vordven, Forsth, Helgrindr o Vinterriket para evadirnos del calor, por algo será.