
Retomo uno de mis clásicos del Black Sinfónico noruego de mediados de los noventa, siendo este EP de 1997. Hay casos en que los músicos consiguen cierto renombre por haber participado en bandas populares más que por sus méritos en su banda principal menos conocida, como pasa a veces con Galder, conocido por ser guitarrista de Dimmu Borgir y menos seguido en su trayectoria con Old Man's Child.
Más o menos sucede con este proyecto de un solo miembro, Charmand Grimloch, músico con el suficiente talento como para haber sido el teclista de Emperor en sus conciertos. Pero pasemos a lo que este hombre hacía en Tartaros, que por algo llamó la atención de los emperadores del Black Metal.
Su Black Sinfónico es bastante original, pues posee una atmósfera propia de una película de terror en blanco y negro; es algo que también hacían por entonces Morgul, Twilight Ophera y Gloomy Grim, pero Tartaros tenía mejor nivel y tiene ese ambiente delirante de manicomio que no encontramos en los primeros trabajos de esos otros grupos.
La base blacker no está reñida con el aspecto sinfónico de los teclados y tiene guitarras densas y zumbantes, baterías potentes (aunque me temo que programadas, lo que sí sé es que para su siguiente trabajo sí tuvo un batería real), y una modesta voz rasgada que se amolda a las canciones y no resuena por encima, además de algunas voces claras que dan un toque más teatrero y lúgubre.
Y los teclados son por supuesto el toque personal de su sonido, con unas ambientaciones siniestras y teatrales que parecen una banda sonora como comentaba antes, pues como seguidor que fui hace unos años de los videojuegos puedo afirmar que la saga Castlevania es afín a la música y estética de Tartaros.
Este EP consta de la intro de rigor y cuatro intensos temas de su peculiar Black Sinfónico, que añade un par de temas a modo de bonus en su reedición de 1999 por el sello Necropolis; precisamente esta portada es la del digipack de la reeedición, pues la portada original es verde. Estos bonus son un adelanto de los trabajos que Charmand Grimloch iba a editar, siendo uno de ellos de su proyecto paralelo ambiental The Thrill y el otro una canción del próximo disco de Tartaros, "The red jewel", a modo de anticipo.
Esta canción tiene el sonido que encontramos en este EP, por lo que no es igual a como la conocimos en el disco "The red jewel", que por su mayor duración podría haber sido mi opción lógica, pero resulta que la producción tiene unos defectos que no me gustan: los teclados no se oyen muy bien, mientras que en cambio la batería suena muy por encima del conjunto.
No puedo acabar antes de recordar, como español que soy, que Charmand Grimloch eligió para su portada nuestro Alcázar de Segovia, una excelente decisión que celebro, y él mismo aparece en el artwork ataviado de una manera que parece uno de esos refinados y crueles personajes literarios de obras como "Orgullo y prejuicio" o "Los infortunios de la virtud".
El primer link corresponde a esta reedición con bonus, y por si no sabe alguien bajar de ifolder le dejo un link a rapidshare, pero mucho me temo que se trate de la edición normal.
Sin más que añadir, os dejo con sus sinfonías de vals cárpato.