sábado, 29 de mayo de 2010

GRIEVANCE - The Phantom Novels


Me animo a repasar un disco que me recomendaron a través de los comentarios que me dejáis en el blog. En este caso, quien me lo presentó me afirmó que es de sus álbumes favoritos, y siendo Black Sinfónico noruego esto merecía una buena oportunidad sin duda.

Solamente editaron un EP homónimo en 1998 y este debut de 1999, muriendo ya los años noventa, y precisamente se puede decir que este álbum marca ese momento de tránsito desde lo noventero hacia lo más representativo en años recientes en el estilo.

Me explico mejor, ya apuntaba maneras un poco más modernas con una producción más potente que la habitual neblina de bandas anteriores, pero manteniendo ese sonido característico aún. Y aunque tenga un palpable toque moderno de estos grupos actuales que lucen portadas informatizadas, se le puede enlazar sin problemas con las atmósferas de teclado de otras bandas de portadas consistentes en dibujos o sobrias fotografías como Gehenna o Svartahrid.
Tiene una mínima variedad de ritmos que es de agradecer, aun predominando la caña controlada; en general puede recordarnos a unos primeros And Oceans, Mactätus, o los inevitables Dimmu Borgir de su época media y Old Man’s Child, pareciéndose especialmente a estos dos últimos grupos en sus partes melódicas con pianos.
Colaboran dos músicos de In Flames, Jesper Strømblad y Anders Frieden, aportando respectivamente guitarras a todo el álbum y voces para tres temas. Y, hablando de voces, la rasgada es una habitual de la que poco más se puede comentar, pero un rasgo particular de este disco es la inclusión de voces melódicas en ciertos pasajes. No soy muy fan de las voces limpias, pero en este caso no son demasiado abundantes para mi gusto, y aportan un toque variado como el que encontraríamos en Borknagar o el primer disco de Arcturus.

Esto va recomendado a quien le guste el Black Sinfónico en el que los teclados son una parte más del conjunto, sin dominarlo, con producción muy decente, potencia y toques modernos en un contexto con no pocos guiños a lo noventero. Si te gustan cosas como Mactätus y Old Man’s Child como dije más arriba.


martes, 25 de mayo de 2010

FORGOTTEN WINTER - Dialéctica Trascendental


Me encuentro en la acostumbrada tesitura de haber descubierto un buen disco de un año dado cuando éste ya ha pasado.
Y es que fue en el 2009 cuando estos tres portugueses finalmente debutaron tras un par de demos y un EP, presentando el atmosférico resultado de fundir el Black Metal con un denso Ambient para dar lugar a algo que podemos considerar como Black Sinfónico.

La fórmula consiste en una fina base Black a la que sobreponen unos dominantes teclados que nos recuerdan al influjo cósmico de Limbonic Art (al igual que les sucede a sus compatriotas Sirius).
Pero carecen de la agresividad que imprimían los noruegos, y en su lugar se recrean más en lo ambiental con menos fastuosidad, siendo casi como un intermedio entre Limbonic Art y los americanos Mysteriarch.

Hay por tanto sencillez y serenidad en guitarras y ritmos, aunque aparezcan a veces las rápidas baterías del Black Metal que aportan la dosis de potencia del álbum, y lo característico es el trabajo de teclados que no pocas veces dan paso a partes puramente ambientales que acaban de hacer de este disco una síntesis de percepciones astrales y de experiencias filosóficas.
La producción es modesta, máxime al tratarse de un lanzamiento bastante underground, teniendo como única voz una rasgada (en portugués, por cierto) que parece proceder de las profundidades desconocidas del cosmos.
Contamos con tres instrumentales que dejan al disco con sólo cuatro canciones reales de Black Metal, el único pequeño inconveniente que le veo, pero desde luego apuntan buenas maneras y los leves toques de piano no están nada mal.

Este discreto lanzamiento, que pasó sin hacer mucho ruido el año pasado, ya es de mis favoritos del 2009, y no hay mucho que deliberar si te gustan Limbonic Art, Sabrax y similares.


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jueves, 20 de mayo de 2010

FOURTH MONARCHY - Amphilochia


Volviendo a temas del medievo, viajemos a Italia para conocer esta banda con miembros de Eneth, Dolcinian y L’ordre du temple, siendo esta última banda (bueno, proyecto en solitario) con quienes comparten el interés por los temas medievales.
A esto se le suma una fuerte cantidad de esoterismo y entonces engrosan las filas italianas con esa misma inspiración como Art Inferno, Maldoror y Opera IX.

Estamos pues ante un grupo de Black Metal que trasciende de los clásicos temas demoníacos y se adentra mejor en el misticismo medieval, con una propuesta sonora que personalmente me recuerda al primer álbum de los franceses Seth en cuanto a guitarras, ritmo y teclados.
Esto significa que tejen unas guitarras de armoniosa densidad con una velocidad que no resulta excesiva. Son buenos músicos estos venecianos, pero no precisan de alardes virtuosos, con sus guitarras mínimamente crudas pero dotadas de toque melódico y con los suficientes cambios de ritmo para no hacerlo monótono.
Lo que más me recordó a Seth fue el toque de los teclados, con menos presencia que en los más sinfónicos L’ordre du temple, apareciendo para realzar los momentos de magia y doctrina medieval en forma de sutiles sintetizadores de naturaleza etérea, recordando así al magnífico arte de tiempos pasados de su país al igual que Seth hacen lo propio con Francia. También hay algún momento de simulación de flauta, poca cosa, lo que predomina es la ambientación en las sombras.

Este último detalle se ve magnificado por el hecho de tener las letras en italiano, interpretadas por una rasposa voz algo baja en la producción (que no es maravillosa, pero tampoco nefasta) que a veces incluye toques de cánticos, algo que resulta en mayor deleite por estar en lengua italiana.

Por lo que sé, está presentado en formato digipack con un buen libreto, cosa que completará la cohesión con las letras y sonoridades de filosofía medieval de este álbum del 2007 que podrás añadir a tu colección con las bandas citadas y otras como Agarthi, Godkiller, Stormlord, Astaarth o Lord.

martes, 18 de mayo de 2010

RIVENDELL - The Ancient Glory


Si en la anterior entrada tocó probar la oscura invasión de los orcos, ahora es el turno de la luminosa majestuosidad de los elfos.
Nacido de las cenizas de la banda Fangorn, este proyecto debutó con este disco en el 2000 en Austria, patria de los fanáticos de la obra de Tolkien por excelencia: Summoning. Otra conexión curiosa es que este disco fue lanzado por el sello Skaldic Art, perteneciente al músico que anda tras Falkenbach.

Tenemos ya una muy aclaratoria introducción de la naturaleza épica de este Black Sinfónico, que presenta un trabajo de guitarras bastante simple. Son consistentes pero sencillas, con partes melódicas que aparecen de vez en cuando, siendo en definitiva poco lucido ese aspecto. La batería marca ritmos épicos, obvio, con momentos rápidos junto a los predominantemente más lentos.

Hasta aquí parece poco apetecible, sobre todo para los que buscan precisamente lo contrario, pero quien sea más amante de las atmósferas está de suerte porque es lo bueno del disco. La presencia de los teclados aporta luminosidad élfica a lo largo de todo el álbum, con sus simulaciones de sonidos de flautas y ambientaciones de esplendor medieval, como si con sólo empezar a atravesar un bosque ya se sintiese la áurea grandiosidad del reino que aguarda tras la floresta.
Las voces son el otro elemento de interés ambiental, con una rasgada un poco basta que casi suele parecer gutural; esto es un poco llano, pero se añade un juego de voces claras que crea el mismo efecto épico que en los citados Falkenbach por ejemplo, redondeando el aspecto folklórico junto a las acústicas que se dejan caer también.

No tiene la grandilocuencia de Summoning ni el inmenso espíritu aguerrido de Falkenbach, pero no desmerece y su escucha asegura buenos momentos a los que disfrutan de la atmósfera épica y medieval sin grandes pretensiones guitarreras.

domingo, 16 de mayo de 2010

NAZGÛL - De Expugnatione Elfmuth


Escuchando material épico he dado con este disco de 2002 de Black Sinfónico del que he disfrutado muchísimo, el único trabajo hasta ahora de estos italianos que tienen como compatriotas a otros adoradores consumados de lo épico y medieval como Stormlord, L’ordre Du Temple y Fourth Monarchy.

En España tenemos otro grupo con el mismo nombre, pero en cuanto a temática estos italianos bien se merecen más llamarse Nazgûl por su inspiración en el popularísimo autor de fantasía épica J.R.R. Tolkien.
Esto es típico a más no poder en el Black Metal, plagado de nombres tomados de sus obras como Gorgoroth, Cirith Gorgor o Burzum, incluso ya existe un grupo de Black Sinfónico girando en torno a la Tierra Media como es el dúo austriaco Summoning. Lo curioso es el enfoque, ya que estos dos italianos se olvidan de Aragorn y los resplandecientes reinos de elfos y hombres para mirar desde una perspectiva mucho más oscura, que no es otra que las hordas de orcos devastando y dominando entre ráfagas de cálido aire con hedor sulfuroso.

Para llevar a cabo una idea tan tenebrosa y bélica se valen de un Black Metal de guitarras especialmente distorsionadas y unos ritmos tan aplastantes como las legiones chirriantes de orcos en estado de fervor carnicero. Esto de por sí ya me atrae, pero además añaden un sinfonismo que me ha encantado y demuestra que su teclista posee talento, porque maneja igualmente teclados siniestros de fondo como sonoridades medievales, apareciendo con bastante frecuencia las simulaciones de flautas, trompetas, campanas y otros efectos que nos harían pensar en Summoning ni no fuera por el súbito estruendo de sus ambientaciones más oscuras y violentas.
Las letras en latín son expelidas por una voz que no puede ser del agrado de todos, porque es más o menos similar a la de Vikernes pero de manera más salvaje. Hay que remarcar que las voces no son muy abundantes en este álbum, y en cambio hay unas guturales que sí que son poderosas y oscuras como las de un caudillo orco, junto con unas pocas narraciones para profundizar en la épica de conquista y aniquilación de los elfos.

A mí desde luego me gusta mucho pese a que algún detalle lo habría pulido un poco más. Recomendado tanto si te gustan Summoning como Godkiller, Abigor, Morgart y demás grupos de Black Metal con teclados medievales.

sábado, 15 de mayo de 2010

THE ELYSIAN FIELDS - Adelain


Son muchos los años que han pasado desde que este disco llegó a mí como una recomendación, y hoy día sigo pensando que fue acertado hacer caso de esa sugerencia porque es un buen ejemplo de lo excelente que es la escena griega.

Tenemos a Rotting Christ, Septic Flesh, Order Of The Ebon Hand o Necromantia entre otros para atestiguar las excelencias del repertorio heleno, y ahora este debut de 1995 ilustrará una vez más la variedad que es posible encontrar en esas tierras mediterráneas.

Este “Adelain” de encantadora portada contiene lo que podríamos considerar un Black-Death melódico y con tintes Doom en líneas generales, pues parten de un Black Metal de cuidadas guitarras y una versatibilidad que lo lleva a incluir influencias de la fuerza del Death Metal y de la pesada melancolía del Doom-Death.
Así es como pasan de partes de mortal velocidad a secciones más lentas y melódicas donde los ocasionales teclados profundizan en ese sentido poético que dejan traslucir entre su fluir de Black-Death noventero. Es en estas partes lentas, que incluso predominan en un tema concreto, donde personalmente me han recordado mucho al debut de Morphia, esa magnífica banda de Doom-Death holandesa de oscuridad de turberas, pianos incluidos.
Sí, he mencionado pianos, porque el tipo de teclado utilizado en este disco es, en lugar de los habituales sintetizadores, un piano de toda la vida con su elegancia natural además de unos pocos toques de violín. Algo de gracia señorial en un disco basado en riffs y baterías.

La cuestión vocal es bien sencilla en un disco así, una voz entre gutural y rasposa que se mueve a sus anchas en un disco con esas tonalidades de Death y Doom, con eventuales voces narradas para introducirnos más en esas ambientaciones de naturaleza en suspensión y románticas y fantasmales letras.

Recomendado si quieres un disco variado y con toques de piano, porque es de esas cosas que apenas uno puede encontrar en años recientes.




jueves, 13 de mayo de 2010

ELFFOR - Unblessed Woods


Ya que mencionaba el proyecto Elffor en la anterior entrada, pues bien que se merece su propia reseña porque es uno de esos casos que evidencian la calidad de los grupos ibéricos.
Además, que sirva como recordatorio del buen disco que ha visto la luz este año, “Frostbitten Pain” (no podría ser más blacker el título), que podría haber escogido sin problemas de no ser por lo mucho que me atrae este otro trabajo del 2006.

Hay que reconocer el mérito del vasco Eöl, su único miembro, quien es conocido también por andar tras los teclados de Numen y Suffering Down, al componer semejantes cantos heréticos.
Comenzó su andadura como un proyecto de Ambient, que con el tiempo incorporó elementos del Black Metal al igual que hizo el proyecto húngaro Forest Silence. La diferencia es que Elffor sigue teniendo una dosis ambiental muy importante, donde los teclados son absolutos protagonistas sobre unas guitarras más bien básicas con sus infaltables blast-beats de batería.

Es frecuente compararlos con los grandiosos Summoning, dado el interés común de ambos grupos en crear impresionantes ambientes medievales con una base blacker, pero donde los austriacos dotan de leyenda y fantasía épica, Elffor se decanta más por la oscuridad de una época marcada por la teocracia, las enfermedades y las guerras. Así pues predominan las atmósferas oscuras pero con el sello épico muy impreso, y no faltan esas sonoridades y percusiones medievales tan propias de Summoning y compañía, y efectos como por ejemplo el arrastre de cadenas.
Se nota que es un gran teclista, con estas letanías que nos transportan directamente al reciente escenario de un saqueo a una abadía, o los oscuros secretos que fueron asfixiados para siempre en la pestilencia de las mazmorras.

La blasfemia vocal se expresa con una tosca rasgada, que en bastantes ocasiones adopta los gritos agónicos de Burzum, cosa que puede gustar o no según las preferencias, pero la intención era ésa: agonía. Y mención especial a los cantos de monjes del último tema, un toque de lujo.

Desde luego es mandatorio en repertorios épicos y ambientales junto a Summoning, Morgart, Helveto o L’ordre du temple, porque los horrores del Medievo nunca fueron tan delectantes.


miércoles, 12 de mayo de 2010

CHAOTIC HOPE - Graveyard Of Human Spirit


Repasando varios grupos españoles que llevaba mucho tiempo sin escuchar, como es el caso de los valencianos Y3K o el sensacional “Unblessed Woods” de Elffor, he recuperado este estupendo debut de esta banda de Salamanca que se esfuerza en preservar la cultura leonesa.

Actualmente disueltos y con algunos miembros en una banda nueva, sólo editaron un EP y este debut de 2005, que ofrenda un Black Sinfónico con cierto toque épico, debido a las inclinaciones paganas de sus letras y composiciones.

En principio puede recordar a los también españoles Ignobilis Mythos por su similar propuesta prolija en baterías rápidas, guitarras cortantes y voracidad vocal, todo muy bien engalanado de teclados que evocan tiempos pasados. Pero tienden también a los cambios de ritmo, donde el componente pagano germina fuertemente y aparecen esos momentos que conceden cierta personalidad al disco.
Se inspiran en temas legendarios y rituales para componer sus temas, a lo que ayuda mucho el tipo de teclados a la hora de transmitir esa naturaleza arcana con sus órganos de épocas turbias, que se ven realzados con la muy gratificante presencia del violín. Este instrumento aparece en todas las canciones, tanto acompañando algunos pasajes con el teclado como en partes donde se luce más y arroja tonalidades folklóricas en este paisaje de duro invierno leonés. Hablando de esto, dos temas están escritos en lengua autóctona, el astur-leonés, los titulados “Les puertes l’invernu” y “La llastra la diabla”.

La voz de estos antiguos cultos aún no silenciados es una clásica desgarrada blacker, muy rabiosa y propia de una tierra por donde aún deambulan los lobos ibéricos. Por momentos adopta un tono más gutural como hacen muchos grupos de estilo, verbigracia los franceses Maleficentia.

La producción no es una maravilla, pero es muy aceptable, y deja que nos imbuyamos de la atmósfera de un disco en el que los alardes virtuosos no son necesarios. Además, los mp3 que se suelen encontrar por la red son bastante pésimos, hasta que un amigo me hecho el favor con su copia original (gracias decimonónicas).
Y ya os dejo con este disco indicado para quienes gusten de Maleficentia, Ignobilis Mythos y similares prosas sobre tiempos legendarios.

sábado, 8 de mayo de 2010

TYRANT - Under The Dark Mystic Sky


Voy a adentrarme en el debut de estos japoneses, tras haber puesto hace dos años su último “Grimoires” del 2005. Y es que no está nada mal el panorama sinfónico oriental con bandas como Chthonic, Dark Mirror Ov Tragedy, Sword Of Darkness, Ethereal Sin o estos Tyrant, a los que no hay que confundir con otros grupos del mismo nombre (hay un buen puñado de ellos).

El citado “Grimoires” presentaba, siendo una evolución natural en su sonido, un Black Sinfónico que poco tenía ya de Black Metal y bastante de influencia Heavy en las guitarras, con un sinfonismo cercano al de discos pomposos como “Midian” de Cradle of Filth o “Infernal Satanic Verses” de Mystic Circle.

En cambio este disco, al ser un debut de 1997, está desde luego más metido en el contexto del Black Sinfónico de esos años y suena parecido a las bandas de por entonces de Noruega, Alemania o Polonia.
Sigue sin ser como el Black más crudo y tradicional, pero se parece más que el último disco, eso está claro, y es menos refinado que aquél pero no por ello peor, porque dependiendo de los gusto puede parecerte más óptimo según lo que busques.
Tomando como ejemplo al clásico grupo sinfónico de los 90, es como mejor nos imaginamos a qué suena este trabajo, porque no se distancia nada de ello y es bastante estándar de su época, con sus guitarras adustas pero con espacio para la creatividad, baterías no siempre rápidas y unos buenos teclados como ramas que introducen dedos esqueléticos en la noche.
Los teclados no presentan la sofisticación del último CD, pero ni falta que hace en un disco así, donde se lucen igualmente con sus atmósferas de otro mundo (algo a juego con la onírica portada), brindando ocasionalmente lustrosos toques de piano y otros teclados que sobresalen más por encima del habitual telón ambiental.

La voz es algo que está mejor aquí para mi gusto, me sonaba un poco tosca y forzada para un disco tan elaborado como el “Grimoires”, pero aquí es más rasposa como también le pasaba a Mystic Circle en su debut “Morgenrote”. Y añaden bastantes voces narradas al igual que tantas bandas sinfónicas, con el mismo efecto que las partes puramente atmosféricas de los teclados.

Recomendado si te gustan cosas que encajan en esta descripción, como lo primero de bandas como Dies Ater, Cryogenic, Gehenna, Lux Occulta y similares.




miércoles, 5 de mayo de 2010

OLD MAN'S CHILD - Born Of The Flickering


Para seguir repasando un poco el vasto paisaje del Black Sinfónico noruego, no viene mal tener en cuenta una banda que, si bien no es de mis preferidas, le reconozco tener algunos buenos trabajos.

Esta popular (y odiada a veces) banda debutó pronto tras su estupenda demo “In the shades of life”, en 1995 ni más ni menos, aunque este disco fue reeditado y por ese motivo os aparecerá a menudo como un álbum de 1996 (con una portada diferente que muestra un murciélago).

Siendo un debut, y además del mismo año que los respectivos de bandas como Gehenna, Kvist o Malignant Eternal (con éstos compartieron haber estado en el sello Hot Records), podemos aventurar antes de su pertinente escucha que será lo más sucio y crudo de la banda. Y así es en efecto, aunque las guitarras suenan algo melódicas y con un sonido bastante claro pese a lo cenagoso de la producción, donde incluso se deja notar el bajo. Siempre contaron con buenos músicos, eso que hay que admitirlo, y la labor guitarrera de Galder (apodado por entonces como Grusom) y Jardar estaba bien cimentada por la batería de Tjodalv.
A Galder siempre le gustaron las acústicas, y aquí en sus cerca de 51 minutos aparecen con agradable frecuencia para ofrecer un extra ambiental. Porque los teclados no son muy abundantes que digamos en este debut, incluso nunca fueron en sus otros discos tan sinfónicos como Dimmu Borgir, con quienes tanto se les compara. Estos sintetizadores de Galder se dejan caer de vez en cuando y de manera discreta, sólo para subrayar partes atmosféricas lúgubres.

Para proveer un poco más de ambientación recurren al partido que se le puede sacar a las voces. Galder no es uno de los mejores vocalistas que hay, pero su voz tosca cumple correctamente y hay una buena variación al contar con voces narradas, y oscuras voces claras por cortesía de un miembro de Dødheimsgard, amén de voces femeninas en un par de temas.

Me gustó conocer su sabor más lodoso en este debut, y a ti te gustará si te atrae el toque cadaverino de los primeros discos de toda banda noventera que se precie.