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viernes, 22 de abril de 2011

LUX OCCULTA - Dionysos


Los discos blackers polacos que he ido subiendo en los últimos tiempos eran de su clásica escena de bandas paganas con épica rudeza, y con esto recordaré ahora los excelentes grupos sinfónicos de esa tierra, teniendo como grandes ejemplos a Profanum, Eblis, Darzamat, Mastiphal, Themgoroth, Daemonicium y, por supuesto, a Lux Occulta.

Esta banda de grandes inquietudes fue evolucionando hacia algo cada vez más retorcido y bizarro, hasta tal punto que ni quise escuchar su último disco. Reseñé hace unos años su “My guardian anger”, donde ya mostraban rasgos peculiares y su afán por la originalidad, pero manteniendo aún su faceta de Black Sinfónico.

Pues en este disco, el segundo trabajo de 1997, es más estándar porque muestra de lo que se hacía en esos años, aunque con indudable calidad y sobresaliendo entre la media. Los intrincados riffs de su obra posterior no aparecen aquí, pero de todos modos las guitarras son algo variadas y van del Black Metal a terrenos más melódicos, del mismo modo que la batería tampoco queda estancada aunque se mueve a gusto en las partes de lenta ambientación.
Para dar la necesaria atmósfera a un disco con un concepto tan pagano y vital (todo el artwork es tan helénico como la portada y el título) están esos teclados que ellos saben manejar tan bien, con toques de piano, sintetizadores que se dirían mitológicos y toques épicos, además del toque de una flauta de Pan en un tema y la muy ocasional intervención de dos vocalistas femeninas (haciendo coros, no tomando protagonismo).
La voz que canta estos himnos dionisíacos es una rasgada que a veces se alterna con guturales y narradas, sin resaltar sobre el conjunto, que por cierto fue grabado en el Selani Studio, el mismo de bandas polacas como Profanum o Moon.

Como dice una frase del artwork, “alabado sea aquel que dio su sangre a los mortales”, y alcemos copas de vino esta noche para rememorar el regocijo de tiempos pasados de sabiduría y poder.




viernes, 10 de octubre de 2008

LUX OCCULTA - My Guardian Anger


Últimamente he nombrado bastante a esta banda polaca, y se merece una reseña de su mejor disco, porque por algo es una verdadera muestra de la gran calidad de la escena polaca que conocemos gracias a Behemoth o Profanum entre otros.

Su punto de partida es el Black Sinfónico, estilo que manejaban con soltura en sus dos primeros trabajos (muy relajado el debut y más agresivo el segundo disco), y el último disco que editaron con el nombre de “The mother and the enemy” supuso un giro tremendo al pasarse a un Avant-garde que no me atrevo a conocer al leer las nefastas críticas recibidas.
Este álbum, el tercero en su trayectoria, es un excelente intermedio entre esas dos sonoridades con un sonido aún muy enraizado en el Black Sinfónico que no se pasa de vanguardista, porque una cosa es sonar fresco y trabajado y otra bien distinta sonar bizarro.

El nivel de sus músicos no es nada despreciable, contando con un guitarrista y un bajista que provienen de la banda deathmetalera Decapitated, con unas agradables variaciones y cambios de ritmo dentro de las mismas canciones y muchos detalles para disfrutar sin prisas. La caña da paso a momentos más ambientales y de pronto nos encontramos con un sonido inesperado, así es como suenan porque no tienen miedo de incluir cosas como una guitarra española en un momento del primer tema, sonidos de reloj antiguo o un piano que parece de Jazz.
Pero tranquilos, que eso no es la tónica general, pues el conjunto suena bastante a Black Sinfónico (con algún aire a Death polaco) aunque de manera original y amena. Los teclados no son para menos a pesar de ser un tipo de disco en el que normalmente serían relleno, pues suenan bien grandiosos y en algunos momentos recuerdan a música clásica para mi regocijo.

Ni el vocalista se queda atrás con respecto al nivel de sus compañeros, recuerdo que fue reconocido como mejor vocalista del año en su país o algo así. Personalmente me parece exagerado porque yo no lo veo como uno de los mejores vocalistas que he oído, pero sí es cierto que se desenvuelve bien combinando rabiosas voces rasgadas con guturales. Y en algunos momentos puntuales hay unas pocas voces femeninas que le dan un toque especial por si no fuera ya bastante.

Unos violines inesperados tras unos momentos de silencio dan fin a este álbum único y sumamente entretenido con una inspiración entre esotérica y filosófica. Ahora te queda a ti conocerlo.