viernes, 29 de noviembre de 2013

HERESIARH - Mythical Beasts & Mediaeval Warfare




Con un poco de parón en el blog (entre las ocupaciones y el despiste), vuelvo con uno de esos discos que se rescatan del olvido.
Este único álbum del año 2000 de los letonios Heresiarh lo conocí, recomendación mediante, hace unos 3-4 años, y admito que en su momento no le presté demasiada atención por el equilibrio vocal, un error, porque ahora ha conseguido conectar conmigo mientras leo "Malaz: el libro de los caídos" en estas tardes de frío del invierno que se barrunta ya.

Con esta portada, el título tan explícito y mi referencia literaria, ya se podría imaginar que hablo de un CD inmerso en sueños de fantasía épica, algo repleto de contenido conceptual en torno a dragones, elfos, trolls, reyes y sagas legendarias. Y así es.
Con un sonido casi propio de una demo que le otorga un filtro de película noventera de fantasía épica, se presenta una especie de Black Sinfónico con especial participación de voces femeninas. Tras la intro de rigor, el primer corte de la obra ya deja claro su estilo con un Black Metal presente en los momentos más crudos que incluso desgarran trémolos en guitarras y baterías potentes, aunque no tardan en imbuir de melodía su epopeya para engalanarla con los teclados de fastuosas sinfonías de imperios tan refulgentes como amenazados por la autodestrucción.

Carecen de la exquisitez y la lustrosa apariencia de unos Summoning, pero no lo hacen nada mal y sus teclados tienen unos momentos muy conseguidos que logran formar en la imaginación escenas con espadas encantadas, doncellas peligrosas y bestias ignotas.
El aspecto vocal es característico, porque a la voz blacker se une una vocalista femenina que no queda relegada al mero acompañamiento y llega a dirigir las riendas durante buena parte del disco. El vocalista masculino es más gruñón que rasgado, algo así como la puerca voz de grupos como Forsth (a los que también llegan a recordar en algún pasaje de apretadas guitarras salidas de algún lodazal), mientras que su contrapartida femenina concede el aire etéreo con una voz que no cae apenas en el típico rol de cantante operística y más bien parece un hada propia de los relatos que transmiten musicalmente.

Muy recomendado si te gusta lo épico y fantástico, lo noventero y grupos como Summoning, Forsth, Vordven o Bloodthorn.







jueves, 21 de noviembre de 2013

APPALACHIAN WINTER - Ghosts Of The Mountains




Si os digo que este disco de hoy contiene un Black Sinfónico muy épico y folclórico con clara inspiración en las montañas nevadas del entorno del músico que anda tras este trabajo en solitario... ¿pensáis en algún punto de la Europa nórdica?
Incorrecto en ese caso, porque Appalachian Winter es el proyecto del estadounidense Daniel George Klyne, residente en la montañosa y rural Pennsylvania.

Tras cuatro discos en una carrera joven pero bien aprovechada, Klyne pule su estilo con este álbum de este mismo año, uniéndose a mi afirmación de que el 2013 está siendo un año muy épico.
No he oído todo el material de esta banda, pero se ve que desde siempre lo suyo ha sido un Black Sinfónico que no queda confinado en los patrones y límites generales del estilo y se expande sin temor hacia terrenos ambientales y Folk. Partiendo de la base de que no es lo que se dice un Black salvaje ni cañero, enjaeza bien su armazón de guitarras sencillas con el sinfonismo ampuloso de unos teclados rebosantes de epicidad que incluyen simulaciones de trompetas y flautas sintetizadas, tomando no pocas veces el camino de las bandas sonoras de las grandes producciones cinematográficas, del mismo modo que los ritmos lentos favorecen que el Ambient asome no pocas veces en sus esquemas.

 Un toque propio y bien administrado ha sido la idea de emplear el folclore de la zona, con agradables secciones acústicas que creo que no erro al calificarlas como Country. Pero no temáis, que no ha sido uno de esos episodios fallidos en los que un grupo intenta un experimento raro, porque aquí la cosa encaja bien con el conjunto, y me recuerda que por qué unos estadounidenses no van a poder hacer lo que siempre ha sido bien recibido en las bandas europeas cuando agregan pinceladas (o mucho más que pinceladas) de folclore nórdico, eslavo o céltico.
Quizás, en voces es donde la cosa no esté del todo redonda para mi gusto. La voz blacker y semiembrutecida es correcta, sin más, con algunos toques corales en aras de la variedad, pero lo que no me convence es cuando canta de manera bastante Heavy... cuestión de gustos.

Tras varias portadas en las que este hombre escogía el invierno como eje conceptual, esta vez ha optado por algo menos evocador (incluso feo, porque el colorido  y resultado no me gustan nada) pero lleno de historia con esta iglesia de su tierra.
Por lo demás, muy acertado el concepto montano y tradicional para inspirarse, en este álbum lleno de epicidad en parajes donde la roca es tu cuerpo y la montaña tu alma (según palabras del mismo músico).
Hoy no voy  a recomendar junto a grupos similares, pues estimo que esto tiene bastante personalidad y no es realmente parecido a otros.

Mucho ojo, porque el primer enlace es para oír el disco entero en Youtube.







miércoles, 13 de noviembre de 2013

XASTHUR - Defective Epitaph




Llega en esta ocasión un disco que contiene una música que brota como una risotada... pero como una risa vacía, breve, sin alegría...
Xasthur es el proyecto individual del estadounidense Malefic, que lleva ya unos ocho discos (sin contar la ingente cantidad de demos, splits y EP's), de los que este "Defective Epitaph" es el sexto que editó en 2007 (buen año, por cierto).

Partiendo de la repetitiva y minimalista propuesta ambiental y envolvente de Burzum, es de ese tipo de bandas que con esa idea de base desarrollan el subgénero del Black Metal Depresivo, a la manera de Abyssic Hate o Wigrid, por poner un par de ejemplos, aunque Xasthur tienen cierta entidad como referentes.

Los pilares de su sofocante estructura están en las guitarras y los teclados, que se entrelazan y complementan para dar forma a esas atmósferas de pegajosa oscuridad y fétidas emanaciones. Con unas guitarras zumbantes y densas, pero distinguibles, una cortina de humo y hollín traspasa dolorosamente al oyente y lo sume en las brumas de una apatía extrañamente adictiva.
No son tan abundantes los teclados como algunos pensarían, tienen mucha importancia pero no están ahí todo el tiempo y tienen una función de mortaja, con una consistencia etérea de susurro tan apergaminado y macilento como el nicho en el que reposan, haciendo de este disco algo parecido al macabro proyecto de Nortt o incluso cierto paralelismo con el Funeral Doom (sustituyendo lo cavernoso de éste por lo filoso del Black Metal, por supuesto).
La voz, por suerte, no recurre a la forzada imitación de Varg Vikernes, y sin ser uno de los mejores vocalistas del estilo cumple con sus gritos torturados y retorcidos.

Lo repetitivo de la fórmula, la ausencia de caña (aunque al menos la batería es real en este disco concreto, por lo visto) y la larga duración del CD con una hora y cuarto... no es plato para todo el mundo, y más de uno se llegaría a sentir invadido por el tedio, pero otros tantos oyentes gustarían de atravesar estos planos de ponzoña y luces mortecinas.

PD: hoy no he encontrado un enlace al disco, disculpad.





viernes, 8 de noviembre de 2013

GRAVELAND - Thunderbolts Of The Gods




Si son muchos los grupos inquietos que no han parado de cambiar y evolucionar (aunque para mal en demasiados casos), y la mayoría de clásicos del Black Metal transforma su estilo en estilos totalmente diferentes como el Death o la electrónica, siempre debemos recordar a los que se mantienen fieles como los acantilados frente al eterno oleaje.

Los podrán acusar de hacer siempre lo mismo, o de estancarse, pero hay veces en que lo bueno no tiene por qué cambiar. En el caso de la veterana banda Graveland (o mejor dicho, del grupo en solitario del polaco Rob Darken), tampoco se puede decir que siempre haya estado la cosa estática, porque desde sus inicios más crudos y puramente blackers hubo un acercamiento cada vez más notorio hacia los terrenos cabalgados por Bathory y su extensa escuela de Viking Metal.

Después de un buen tiempo sin sacar un disco nuevo propiamente dicho, éste ha visto la luz este año con la novedad de contar con una excelente portada del siempre satisfactorio Kris Verwimp, que hace justicia al este Viking-Black que suena al tintineo de las cotas de malla y al crujido del cuero engrasado, que huele a la aventura que puede desembocar en gloria o muerte, que trae visiones de árboles quemados en la nieve.
Así es como uno se siente oyendo esta combinación de rasposas guitarras blackers y voces igualmente ásperas como el acero contra la piedra con los ritmos marciales y épicos del Viking Metal, siempre aderezado por acústicas, intros y atmósferas en torno a los teclados y coros propios de dioses septentrionales que miran con el ceño fruncido a esos guerreros mortales que tratan de ganarse su favor.

Hacía tiempo que Graveland no sacaba un nuevo disco que realmente me llamara la atención, tal vez los últimos fueron demasiado parecidos y seguidos en el tiempo, y éste ha conseguido que me sienta en páramos en los que fluctúan luces encantadas sobre el azul glacial, hasta que el retumbar de los carros de guerra te recuerda dónde estás.
No es que esté a la altura de "Immortal Pride" o de "Memory and destiny", los dos que más me gustan de su material más épico y casi sinfónico, pero el resultado es más que satisfactorio para mi gusto, vamos por buen camino con este 2013 tan prolijo en lanzamientos paganos y medievales.








lunes, 4 de noviembre de 2013

ONEIROS - Insania.Exanimis.Mortis




Nos topamos ahora con uno de esos discos tan difíciles de catalogar... Oneiros es un grupo alemán que no se corta un pelo a la hora de reunir en un solo CD todas las influencias que le gustan, aunque al menos con la fortuna de que sean estilos relacionados entre sí que no desemboquen en un disco incoherente. Pero antes de dar rodeos debatiéndolo, mejor será empezar por hablar de su sonido.

Quien los llame Black Sinfónico o Gothic Metal a secas no haría justicia, porque tienen más elementos como para ser categorizados tan fácilmente, de modo que se suele optar por la socorrida etiqueta de Dark Metal, la utilizada cuando no se sabe cómo describir algo que no suena claramente a Black, Doom o Gothic.
Como esto de las etiquetas es sólo una orientación, vamos a desgranar el asunto más cómodamente. Imaginad que tomamos un tronco más o menos de Black Sinfónico muy liviano y rebajado, con considerable dosis de Gothic Metal de dualidad vocal y razonable presencia Folk, y así es como mejor podemos hacernos a la idea.

En guitarras no es lo más blacker del mundo precisamente, pero se le nota esa influencia en muchos riffs secos y mínimamente crujientes a la manera de alfombra de hojarasca otoñal, con leves irrupciones de lejano recuerdo del Death Melódico que también puede aparecer en los ritmos, normalmente pausados y orientados a la atmósfera aunque también aceleren de cuando en cuando.
Los teclados están a caballo entre los del Black Sinfónico menos oscuro y los del Gothic más sugerente a lo Inner Shrine, habiendo un par de temas donde el órgano asume el liderazgo a la manera de los belgas Cantar; un entramado ideal para que se tejan las líneas vocales femeninas de agradable delicadez y suavidad en contrapunto a las rasgadas y casi guturales del vocalista masculino, con el remate de los toques folclóricos propios de danzas feéricas en el bosque y de la elegancia sutil del violín (nueva reminiscencia de Cantar).

El producto resultante puede gustar por igual a fans de Inner Shrine, Cantar, Serenade of Darkness, Theatre of Tragedy, Macbeth, Darzamat o Dismal Euphony.
Por suerte no han pecado de aglutinar componentes que dieran lugar a una mezcla extraña, aunque tal vez sí deberían enfocarse mejor y darle a su sonido una dirección más definida. En todo caso este CD del 2004 os va a gustar si os van los grupos mencionados.