domingo, 28 de febrero de 2010

FROZEN SHADOWS - Dans Les Bras Des Immortels


Retomemos una buena recomendación canadiense que me hizo un amigo hace unos años, en vista de que una amiga me lo recordó.
Podemos encontrar buenas cosas noventeras saliendo de Europa, y es que Canadá no carece para nada de parajes tocados por la cruel mano del padre invierno; que se lo pregunten a Wolven Ancestry o Sorcier Des Glaces.

Este debut de Black Metal de 1999 podría desde luego haber sido editado perfectamente en algún país escandinavo, porque cumple con todas las características que uno podría esperar de ello.
Nos abren la ventana hacia los vastos bosques canadienses, entrando todo el viento helador que reproducen con su sólido muro de densas guitarras y la tormenta de golpes de batería. Aunque la batería no es rápida todo el tiempo y alternan frecuentemente con otros ritmos como lo hacían por ejemplo los viejos Satyricon.
De vez en cuando nos obsequian con pasajes de teclados, unas capas de atmósfera con poca pretensión pero con conseguido efecto. Estos sintetizadores gélidos harán que más de uno piense en los viejos Emperor, por supuesto, y yo agregaré que también me traen a la memoria cosas como el primer disco de Forsth o Atritas (de Suiza ambos grupos, curioso). Siguen unos patrones similares en todos los temas, pero debo resaltar que en el tema “Lunes Funebres” adquieren un inesperado tono melancólico e incluso aparece un órgano (y recuerdo de nuevo a Forsth).

La voz es sencillamente una rasgada gritona, que entre todos esos cortantes riffs y teclados invernales parece una criatura luchando para sobrevivir a una bestia más atroz que ella, por si no fuera poco con soportar las carencias del invierno. En los momentos más atmosféricos hay alguna voz narrada en off, pero poca cosa. No puedo dejar de comentar que son de la zona francófona de Canadá, por lo que el uso del francés aparece junto a la lengua inglesa, un detallito que a mí siempre me gusta.

Diré una vez más que no me preocupa la originalidad, prefiero algo ya hecho muchas veces pero que me guste.
Me quedo con los grupos citados antes que con este CD (bueno, excepto Atritas), pero su escucha es deleite asegurado para mí y a ti no te harán perder tampoco el tiempo si te agradan este tipo de bandas.

viernes, 26 de febrero de 2010

NEMESIS INFERI - Sins Of Eden


Descubramos ahora un álbum del underground italiano. En vista de que, aparte de las bandas más populares (como Graveworm, Opera IX o Stormlord), también hay un interesante repertorio con grupos menos conocidos de Black Sinfónico como Maldoror, Lustnotes, Fear Of Eternity o L’ordre Du Temple.

Tenemos aquí su primer disco de 1999, que reúne características tanto de Black Sinfónico de esos años 90 como de bandas más modernas. Se trata de un álbum con abundancia de estruendo de baterías rápidas y cierta influencia del Death Metal en sus gruesos riffs, aunque también con ritmos machacones y momentos o canciones en concreto con toques de Doom-Death.

En teclados también se nota ese contraste entre lo viejo y lo reciente. Incluyen no pocos órganos que rememoran los discos de Black Sinfónico de antes (bueno, y otros de la última década que siguen esa estela como Capitollium, Black Palace Symphony o AevLord), que en general lucen fabulosos pero si tuviese que resaltar algo elegiría el tema “Ethereal Screams”.
Por otra parte, también se desenvuelven bien manejando unos sintetizadores muy de banda gótica, aportando así el citado toque más actual. Esto crea sensación en algunos momentos de estar escuchando un CD de Gothic-Doom con oscuras influencias en los momentos en que las guitarras y ritmos adoptan tonalidades doomsters. Y ojo al violín del primer tema, un punto muy elegante.

Hablando de Gothic, el violinista no es el único invitado en este álbum, también una tal Silvia colabora con su voz en unos cuantos temas, pero de manera que recuerda más a Gothic Metal (una vez más) que a coros de banda de Black Sinfónico. La voz principal, por su parte, consiste casi siempre en unas rasgadas furiosas que a veces se tornan más graves y cercanas a los registros guturales.

No va a convertirse en uno de mis discos predilectos, pero es muy disfrutable y tiene buenos detalles, seguro que lo oiré en más ocasiones. Recomendado si te gustan cosas como, por decir algo, “Engraved in Black” de Graveworm.


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Pass: metal.knights_supreme_metal

miércoles, 24 de febrero de 2010

SAMMATH - Strijd


Me encantan las buenas recomendaciones de Black Metal inesperadas, vehículo que me ha descubierto el debut de 1999 de estos holandeses cuyo nombre sólo me sonaba de algún catálogo.

El alma mater de este grupo asegura en una entrevista algo que me ha llamado la atención, lo mucho que le inspiró para crear música el haber escuchado el EP “First Spell” de Gehenna. Ya comprobaréis al escuchar este álbum esa remota influencia.

Otro tema que fuertemente alimenta esta música es la guerra, algo que se advierta de primeras y no sólo viendo la portada, pues desde el primer corte ya desprende la oscuridad del lado más macabro y horrendo de la Edad Media.
Comienza la atrocidad del campo de batalla (lo que significa precisamente “Strijd”: batalla) con baterías programadas y unas guitarras con una distorsión deliciosamente repulsiva, muy a la antigua usanza y los ecos de las viejas bandas no resuenan en vano. Agregan ocasionales teclados que gestan ese sentimiento medieval, como con el órgano del primer tema y esos sintetizadores épicos que llevan impresa la huella de bandas como Satyricon o Abigor, junto a otros detalles como el piano de la segunda canción.

En uno de los temas aparecen unas voces claras a lo épico, ya que hablo de esos detalles, pero la voz principal blacker que nos guía por este CD es algo que me personalmente me encanta; un chirrido desgarrado como una bestia ciega que depreda en los residuos de la humanidad, buena voz para semejante derramamiento de sangre.

A veces suenan un poco extraños, tal vez por la batería o por lo curioso de las guitarras y teclados, pero no se podría decir que sea un disco bizarro, de hecho gustará a fans de lo añejo con buenas dosis atmosféricas.

Tal como leí en “El sol de Breda”: A veces, Dios parece saciado. Entonces, ahíto de dolor y sangre, mira para otro lado y descansa.


martes, 23 de febrero de 2010

MACTÄTUS - Blot


Ha estado bien hacer caso a la recomendación de una amiga y volver a escuchar este debut de Mactätus (“inmolar” en latín, si no la memoria no me falla). Curiosamente, con este grupo he ido descubriendo su música desde lo más reciente hasta lo primero, desde su último y correcto “Suicide” hasta este “Blot” de 1997.

Así es como fui notando el recrudecimiento hacia sus inicios, desde lo limpio y contundente de sus últimas obras, de manera que este proceso inverso ha sido más gratificante así.
Hasta que topé con este debut donde veo que son comparados con el sombrío y melancólico “For all tid” de Dimmu Borgir, cosa que yo profundizaré añadiendo a otros noruegos como Svartahrid, Gehenna, Malignant Eternal, Bloodthorn, Covenant, Troll o Manes.

Ese elenco noruego que he citado ilustra entonces que este álbum contiene cuarenta y dos minutos de Black Sinfónico noventero con una producción engullida por de la hiedra.
Las guitarras son más rudas y distorsionadas que las empleadas en discos posteriores, y los medios tiempos marcan este disco con unos teclados sencillos pero envolventes como el susurro del invierno que induce a un letal letargo. Más de uno pensará en Emperor al oír esos brumosos teclados, y yo también recuerdo con deleite a los belgas Avatar.
El polvo de los siglos es levantado por una voz rasgada más árida y rancia que en los otros álbumes, al estilo de la de Mastiphal en mi opinión, con un curioso efecto de eco. El primer tema que abre el disco aporta una nota diferente con unos coros de voz clara con regusto pagano.

El posterior “Provenance of cruelty” mejora un poco la producción sin dar un paso demasiado grande, aunque sí llamaron más la atención al fichar por el sello Napalm Records, tener portada de Joe Petagno (Ouija, Stormlord, Bal-Sagoth, Antestor) y contar con colaboraciones de gente de Emperor y Darkthrone. Pero este debut tiene más intacto el turbio encanto noventero, y os gustará si disfrutáis de los grupos que fui rememorando al escribir esta reseña.

lunes, 22 de febrero de 2010

THYRFING - Valdr Galga


Permitidme un pequeño arrebato de nostalgia, pues estaba pensando en reseñar algo de Viking Metal y tenía ya pensados dos discos, pero me viene fuertemente a la memoria uno de los primeros álbumes que escuché del estilo junto con el segundo disco de Falkenbach.

Thyrfing, quienes toman su nombre de una espada maldita de la mitología nórdica, es una banda sueca bien conocida en el panorama Viking, sobre todo por los discos que fueron editando en años recientes, donde se alejan del estilo más sinfónico de este segundo álbum de 1999 que os presento.

Cuando lo oí por primera vez, estando poco familiarizado con este tipo de bandas, lo vi bastante próximo al Black Sinfónico, y a día de hoy creo que lo sigo manteniendo, porque su núcleo de teclados es algo que nos estalla encima como una ola desde el primer tema, tras el típico preludio del chocar de aceros.
Las guitarras son sencillas pero fuertes como el roble, con la cadencia y ritmos del Viking Metal como no podría ser de otra manera; así es el esqueleto sobre el que se aferran las orquestaciones que nos reproducen el esplendor áureo del Valhalla. Recuerdo que el amigo que me los recomendó me comentaba que le recordaban un poco a Bal-Sagoth, y es cierto más o menos si tenemos en cuenta la frecuencia con que los teclados suenan a heroísmo triunfal, recordando un poco a esas simulaciones de trompetas de guerra del grupo británico; pero hay otra sorpresa más aguardándonos, porque también gustaban mucho de utilizar unos estupendos pianos muy al estilo del “Enthrone Darkness Triumphant” de Dimmu Borgir, amén de otros detalles como los clavicordios de dos canciones.

En la actualidad cuentan con el ex vocalista de Naglfar, pero no quiere decir que su viejo vocalista salga perdiendo con la comparación, porque su barbarismo vocal (sólo hace voces extremas) refleja fielmente el espíritu captado por el arte de Kris Verwimp, autor de otras portadas épicas como por ejemplo en Frostmoon, Manegarm o Suidakra.

Muchos os recomendarían mejor discos posteriores, pero en este caso hablo subjetivamente tratándose de los gustos personales de un acérrimo fan del Black Sinfónico, como gustéis.



Pass: maxius

jueves, 18 de febrero de 2010

BLAZEMTH - For Centuries Left Behind


Ya puestos con material crudo pero no exento de atmósferas, no estará de más escoger algo español y se me ha ocurrido esta desaparecida banda española que sólo editó dos EPs a mediados de los 90.

Este material de 1995 podría hacerse pasar por noruego perfectamente, ya que cuenta con todos los clichés y características del Black Metal que siempre se estiló en esas tierras, desde la estética con maquillaje y pseudónimos típicos hasta la música que es lo que interesa.

Es el claro ejemplo de la manera en que se obtiene una buena atmósfera blacker sin necesidad de ahondar en complejidades técnicas, partiendo de la sencilla pero envolvente influencia de Burzum del “Hvis Lyset Tar Oss”, con su distorsionado zumbido de guitarras y golpes de batería cubiertos por una producción baja y turbia como agua estancada de una ciénaga.

Tras la predecible intro marcial tenemos cuatro canciones con un total de 21 minutos, donde las voces desgarradas interpretan estas marchas épicas y lóbregas. La influencia de los primitivos Satyricon también se deja notar mucho, con la inclusión de teclados ambientales (por parte de un teclista invitado) que según la canción pueden destacar más, como es el caso del tema “Majesties of war” donde se siente el gélido toque de los sintetizadores de los primeros Emperor; ojalá todo el disco fuese en la línea de ese tema con su mayor trasfondo de teclado, pero no se queda atrás por ejemplo “It’s suffering age” con su discreto y añejo órgano.

Los que no aguantan las malas producciones quedan advertidos, eso sí.
Este corto pero agradable EP puede sin duda ser una pieza a añadir a una sesión de Satyricon, Emperor, Abigor, viejos Behemoth o Infernum entre otros.




martes, 16 de febrero de 2010

BEHEMOTH - Grom


Ya que he subido tres discos polacos seguidos, ahora se me ocurre analizar un álbum de una de las bandas polacas más populares.
Y es que nadie puede dudar que Behemoth es una de las bandas extremas más famosas, sobre todo por su última etapa de Death Metal técnico, potente y bien producido de la última década, en la que destaco discos como “Satanica” y mi preferido personal “Zos Kia Cultus”.
Pero no olvidemos que comenzaron a principios de los noventa tocando un auténtico Black Metal a lo nórdico al igual que sus compatriotas Graveland.

El anterior álbum, “Sventevith (Stormic near the Baltic)” de 1995, ya era un buen trabajo de tradicional Black Metal con ocasional inclusión de teclados, y en esta continuación de 1996 volvieron a la carga como un trueno (porque eso es lo que significa “grom” en polaco: “trueno”) incluyendo algunas pinceladas folklórico-medievales al igual que otras bandas de entonces como Abigor, Enslaved o Satyricon.

Cualquier joven fan reciente que sólo los conozca por su etapa Death, con su sonido limpio y correcto y sus indumentarias como de elfo oscuro de Warhammer, se sorprendería al encontrarse aquí con guitarras sucias y cortantes como filos herrumbrosos, y un Nergal con unos tonos rasgados más blackers y roñosos.
Los ritmos depredadores a veces bajan revoluciones, de manera que me recuerdan mucho a cuando Darkthrone hacen lo propio, y en momentos escogidos nos brindan esos toques atmosféricos que comentaba antes, con acústicas, unos pocos sintetizadores, discretos pero efectivos, y el hechizo de una vocalista femenina en dos canciones.
Una voz clara y profunda se une a la femenina en esos momentos, y otras veces Nergal entona unas voces que traen a la memoria a Attila Csihar inevitablemente.

En mi opinión, Behemoth como banda de Black Metal era excelente, discos como “Sventevith” y este “Grom” no tienen que envidiar a las viejas obras de bandas como Darkthrone o Satyricon. Si piensas que como banda de Death Metal son buenos pero suenan un poco sintéticos, tal vez es porque debas probar mejor sus viejos tiempos.

sábado, 13 de febrero de 2010

HELLVETO - Medieval Scream


Y vuelvo la mirada a Polonia una vez más para escribir sobre uno de los muchos álbumes creados por un músico en solitario, quien demuestra una gran creatividad porque desde la pasada década nos inunda con oleadas de paganismo.

De esta trayectoria tan prolífica (y que no conozco del todo, para nada aún) escojo esta reedición del 2004 en CD de su demo del 2000.
La música de Hellveto es ya bien conocida por los seguidores de lo pagano, un Pagan Metal muy sinfónico, orquestal como lo llaman por internet, y en esta demo reeditada nos encontramos como siempre con una faceta algo distinta.

El poderío guerrero aquí desplegado toma unas formas más cercanas al Black Sinfónico, de manera que se aproxima más o menos a los esquemas de bandas épicas y grandiosas de ese estilo como Summoning, Morgart, Kinstrife & Blood y L’ordre du Temple (otro gran proyecto en solitario), pero sin querer decir que se parezcan mucho a ellos. Por si no quedaba claro aún, los teclados están al frente y dirigen todo el conjunto, de manera muy grata para fans de lo sinfónico como yo, con esas orquestaciones beligerantes y de resonancias medievales entre las que abundan las simulaciones de instrumentos de viento, y pianos en la tradición de los grupos sinfónicos nórdicos
La batería creo que es secuenciada al igual que Summoning, pero aportando los ritmos propios de un disco tintado de filosofía pagana, y las guitarras están en un discreto segundo plano, dos detalles que pueden disgustar a los aficionados a cosas más dinámicas y elaboradas en ese aspecto, pero en el caso de Hellveto a mi parecer está bien tratándose de música orientada hacia la recreación de antiguas creencias en forma de sinfonismo heroico.
La voz de esta grandilocuencia legendaria es también un rasgo blacker frente a la voz más barbárica de sus otros discos, siendo aquí un tono más rasgado y arenoso; aunque con la compañía de voces limpias paganas, por supuesto.

Esta demo de duración muy razonable, tanto que su edición en CD no necesitó de bonus tracks para aumentar sus minutos, no me gusta tanto como Summoning o L’ordre du Temple, pero me parece una buena obra de fastuosidad medieval.

domingo, 7 de febrero de 2010

HERMH - Taran


Vuelvo a Polonia, aunque trayendo algo menos crudo que en la entrada anterior.
Conocí a Hermh con su segundo disco “Angeldemon” de 1997, donde practicaban algo entre Black Sinfónico relajado y Gothic Metal endurecido, cosa que cambió en sus discos más recientes con un Black Sinfónico más contundente y nítido, un sonido más actual y moderno en definitiva.
Pero yo en busca de lo añejo fui a topar con este debut de 1996, donde muestran su faceta inicial más sucia y tenebrosa.

Yo diría que es el álbum que mejor encaja con el concepto lírico que siempre han tenido, en torno a los ángeles rebeldes que acabaron sembrando la semilla del vampirismo en el mundo. Para ello ejecutan un Black Sinfónico con influencias del Gothic más oscuro; la parte blacker no es del tipo veloz y apabullante todo el tiempo, aunque sin embargo no lo necesita para sonar hostil y a las guitarras no les falta la distorsión típica del estilo que campa a sus anchas en un turbia producción tan propia de esos años, del mismo modo que la voz raspada y tosca como arenisca resulta hosca como una criatura que enfurece si la perturban en su escondrijo.
Tiene una cadencia a la que le van como anillo al dedo los mefíticos teclados, sencillos pero con efecto de sulfúricos sueños que provocan monstruosas fantasías. Otro añadido atmosférico viene de mano de unas voces claras masculinas entonadas de una profunda manera muy gótica, y con la colaboración de una discreta vocalista femenina que ayuda a recrear pasajes grotescos de fondo.

Lo que no me acaba de gustar es su tendencia hacia lo irregular, hay multitud de instrumentales entre las que algunas sobran mientras que otras son realmente siniestras. Del mismo modo, las primeras canciones son más tétricas que las del final, aunque sin querer decir que éstas sean malas.

Hace pocos años fue editado en digipack, manteniendo la misma portada pero con el logo actual del grupo. No es entonces difícil hacerse con una copia de este horripilante aquelarre que gustará a seguidores de otras formaciones polacas como Profanum, Thy Hastur, Eblis o Lux Occulta.

viernes, 5 de febrero de 2010

INFERNUM - ...Taur-Nu-Fuin...


Para hoy toca algo de material más crudo, aunque también bien envuelto en teclados.

Corría el año 1994 cuando vio la luz esta obra polaca, año en que había pocos discos de Black Sinfónico; estaba el legendario “In the nightside eclipse” de Emperor, “For all tid” de Dimmu Borgir, “The principle of evil made flesh” de los primitivos Cradle of Filth y el ambicioso “Dark Opera Of The Ancient War - Spirit (Or Search The Light)” de Daemonium; en cuanto a EPs cosas como “First spell” de Gehenna y “Constellation” de Arcturus.

Ése es el contexto de este álbum, que presenta al vocalista, bajista y guitarrista Anextiomarus (muerto por suicidio en 2004) con un Black Metal bien crudo y sucio interpretado por una tosquísima voz rasgada que no es difícil asociar a un rostro desfigurado por una grotesca mueca de profundo desdén.

Colaboraron dos músicos más, uno de ellos es Capricornus, conocido por su banda del mismo nombre, que según la canción brinda potentes blast-beats o baterías más pausadas para los medios tiempos de oscuridad basáltica. El otro invitado es Rob Darken de Graveland como teclista, con unas impuras volutas de humo que son una constante a lo largo de todo el disco; no son los teclados más bien épicos de Graveland, se parecen más a los usados por los viejos Emperor como sombras que se aproximan con pies de plata.
Si a esto añadimos efectos ambientales como el graznido de los córvidos o el tañido de las campanas, se acaba de redondear un disco más oscuro que los de Graveland.
Muy recomendado a seguidores de cosas como Osculum Infame, Veles, los Behemoth blackers, los primerizos Negura Bunget, Barad Dur o Vorphalack.

Ahí os dejo esta obra del underground polaco, aunque a los más blackers no les descubriré nada nuevo porque esta banda goza de su reconocimiento.