miércoles, 30 de diciembre de 2009

HELGRINDR - Cold Might Of Winter War


Como último capítulo en este 2009 ya moribundo, traigo el mejor epílogo posible con un disco regido por el cruel rostro de los cánones invernales.

Helgrindr (cercado de Hel) es en la mitología nórdica el muro que rodea el reino de los muertos, y es el nombre de estos franceses que adoptan una imagen muy nórdica en cuanto a estética y música, apareciendo sus miembros en la fotografía de la contraportada en la nieve y portando armas antiguas. Aunque la portada muestra algo menos norteño, pues es nuestro alcázar de Segovia (el mismo que vemos en portadas de Tartaros y Uruk-Hai).

Este álbum de 1999 ha sido una de las mejores recomendaciones recientes que he recibido, y la amiga que me lo dio a conocer opinó con acierto que suenan como a un cruce entre Forsth y Dismal Euphony, a lo que yo añadiría también aires helados de Vordven.
Esto se traduce en un Black Sinfónico con deliciosamente modesta producción noventera en la que la distorsión de los riffs se abre paso a través de densas capas de sinfonías a las nevadas. La bruma sobre los canales helados se materializa en los teclados, que suelen consistir en un aura difuminada aunque incluyendo frágiles pianos, siendo en conjunto con las guitarras una mortaja de punzante frío que nos remite a sueños de diciembre con su silenciosa estampa de naturaleza aletargada.

La voz desgarrada por cristales de hielo encuentra ocasionalmente un contrapunto femenino (además de las narraciones masculinas); la voz de esta ondina resulta bastante discreta, casi como si musitase más que recitar, de una manera tan fría como agua pura de arroyo de montaña, una poesía tan fantasmagóricamente gélida como bella.

Insisto en que forma parte del mejor material que he descubierto recientemente, y he comprobado por mí mismo lo indescriptible que resulta su escucha en sesiones que incluyen otros escarchados productos como Forsth, Vordven, Faerghail, Vinterriket, ColdWorld, Forest Silence y Antestor, e incluso con bandas ajenas al Black Metal y cercanas en cambio al Doom Metal (pero igualmente invernales) como Kauan y Forest Stream.
Ya ansío conseguir mi copia original, mientras tanto os dejo con este interludio prosaico para soñar una tarde de invierno.

viernes, 25 de diciembre de 2009

CEMETARY - An Evil Shade Of Grey


Un horrendo y aborrecible espíritu emerge de una infecta charca de pestilencia estancada. Vaya si es uno de esos casos en los que el dibujo de la portada nos aproxima al sonido contenido en el CD.

Este dibujo de Kristian Wahlin (conocido como Necrolord), gran artista tras portadas de Emperor, Dissection, Bathory, Morbid, Tiamat, Therion, Dark Funeral y Graveworm entre otros, nos transporta a esa época en la que aún (por fortuna) no existía la actual tendencia de hacer portadas con photoshop, y a eso es a lo que suena este álbum, a material a la vieja usanza.

Cemetary acabaron por sucumbir al sonido gótico pero, como tantos otros grupos así, tuvieron unos comienzos más ásperos y este debut de 1992 nos ofrece una buena ración de Death Metal sueco al estilo de Entombed, Dismember o God Macabre.
Estamos hablando por tanto de una producción noventera, en la que se distingue bien el sonido de los instrumentos, pero con un aura sombría como pocas que dota a las crujientes guitarras de una densidad y oscuridad como la lava solidificada.
Nunca llega a ser un disco realmente rápido y apabullante, siendo más un producto con variedad de ritmos que se encuentra a gusto con partes a medio tiempo e incluso con partes lentas bastante doomies. No tienen miedo de emplear con buen gusto, al igual que God Macabre, unos ocasionales teclados que acentúan ciertas partes, siendo junto con las pocas acústicas un recurso muy medido, pero excelentemente utilizado para transmitir mayores atmósferas de otro mundo.
La voz no es la propia de un monstruo cavernario que aterroriza desde profundidades inescrutables, pero es más gutural que la de esos grupos suecos con vocalistas semi-guturales que nunca me han gustado personalmente.

Me imagino que los fans del Death Metal más acérrimos ya lo conocían, o incluso que quien al escuchar su viejo material escogiese su segundo “Godless Beauty” (recomendable, por cierto), pero aún puede darse el caso de quien esté ampliando su repertorio y dará con un gran trabajo.


lunes, 21 de diciembre de 2009

ETHEREAL PANDEMONIUM - Arcanum Lunae


Acabo de recibir en esta mañana de lluvia intensa este álbum con una atractiva portada que se asemeja a un libro (al igual que la del debut de Embraced) y contiene hermosas fotografías boscosas y paganas.
Ya me gustó su debut de 1998 “A Winter solstice eve”, pero al conocer esta continuación de 1999 (reeditado en CD en 2000) he quedado aún más encantado con la recomendación que me hicieron.

La música de estos eslovacos se puede considerar fácilmente Black-Gothic sin quebraderos de cabeza en cuanto a etiquetas. Algo similar a lo que encontramos en Ador Dorath, el debut de Love Lies Bleeding, los primeros Ancient Ceremony o Amor E Morte, propuestas mínimamente blackers en guitarras y voces violentas pero con el tamiz gótico de las sinfonías de teclado y la variedad vocal.
Su propuesta es muy teatral y sucumbimos ante la opulenta ópera de la voracidad de las voces rasgadas y guturales con el sensual abrazo de las femeninas y limpias masculinas, en una dicotomía entre repulsión y narcisismo. No es exagerado comparar con un drama en vista de que en la canción “The tragedy of Macbeth” contiene como letras fragmentos de la obra de Shakespeare, y además de su vocalista femenina cuentan con la participación de una profesional del Coro Filarmónico Eslovaco. Otros temas líricos en el resto de canciones incluyen paganismo, mitología y el siempre recurrente tema transilvano.

La otra característica inevitable en este tipo de obras es el lujoso telón sinfónico, voluptuosos versos en forma de teclados que tejen un ampuloso tapiz de invitación al deleite terrenal. Dentro de los cortes del álbum podemos esperar interludios de piano y fugaces órganos, y son muy dados a incluir largas introducciones a las canciones. En alguna que otra ocasión habré comentado que soy propenso a pasar por alto las instrumentales de los discos, pero en este caso hago una excepción con una pieza medieval que me pareció una delicia.

Poco más queda por decir de este “Arcanum Lunae” que a punto estuvo de llamarse “Dysangelium” o incluso “Dark Age Philosophy” como curiosidad. Lo recomiendo al público de las dramaturgias de Love Lies Bleeding, Ador Dorath, Ancient Ceremony, Amor E Morte, Fallen Sentinel, Darzamat y Siebenbürgen.



ETHEREAL - Shroud Of Flesh


Este descubrimiento reciente no me entusiasma tanto como otros que me han cautivado (próximamente los subiré y reseñaré), pero han sido un muy interesante hallazgo de música inflamada de deseo, tal y como muestra la portada, aunque para mi gusto es mucho mejor la portada de su EP de 1998 con una fotografía que muestra un violín, una vela y flores blancas.

No tengo ni idea de sus dos discos posteriores, pero en este debut de 2000 veo que estos colombianos claramente son grandes fans de Cradle of Filth por lo que veo, porque basan su propuesta muy firmemente en el característico sonido de los británicos, aunque con un sello personal porque se apartan de las violentas pasiones depredadoras del vampirismo tan típico en Cradle of Filth para recrearse más en los poderes de la seducción, pero sin llegar tampoco a la deformación de los vicios que perpetran los rusos Black Countess.

Esta demacración de la virtud se plasma musicalmente acercándose al Gothic Metal mucho más que el famoso grupo inglés, careciendo entonces de esos tempestuosos asaltos en pos de una atmósfera más romántica y carnal que coquetea con el Doom-Gothic por sus elegantes ambientaciones. Y es que además de los obligatorios teclados y pianos incluyen la fragante presencia del violín y la flauta como si de los viejos Lacrimas Profundere se tratase.
La voz de Ángel Zaragoza claramente sigue las pautas de Dani Filth, aunque es mucho menos aguda y no llega a ser estridente, algo que agradecerán los que piensan que los chillidos del diminuto Dani son excesivos, y de vez en cuando nos brinda guturalidad animal. La seda vocal de Ana María Botero nos acerca al Gothic una vez más, ya que su presencia es mucho mayor que en COF y el resto de sus bandas emuladoras, al igual que sucede con los turcos Lost Infinity.

Tenemos una hora de voluptuosidad y perversión con este álbum, pecaminosa duración que incluye el cover de Iron Maiden de “Fear of the dark”, ahí queda para quienes disfruten con el lado más sensual de este tipo de bandas.



domingo, 20 de diciembre de 2009

GORBALROG - Untergang


Escojo ahora uno de esos discos que, sin parecerme obras maestras, me brindan no poco entretenimiento y satisfacción.
Este CD de 1999, el único material de estos alemanes aparte de sus tres demos, fue editado por el sello Solistitium Records al igual que Nocti Vagus, Cryogenic, Perished y Autumn Verses entre otros. Este dato puede ayudar a hacerse una idea del tipo que grupo que es, en caso de conocer a sus compañeros, y si no es así ya aclaro yo que se trata de Black Metal de corte melódico.

“Untergang”, que significa decadencia o declive (en este caso), es el título de este álbum que en efecto tiene sus momentos melancólicos, aunque no sea su principal rasgo.
Lo mejor es, para mi gusto, su versatibilidad. No inventan nada ni son unos genios en lo que hacen, pero saben utilizar distintos elementos en su música haciendo que sus canciones sean variadas y no caigan en la monotonía, sin llegar a sonar extraños o incoherentes.
Así es como por ejemplo un tema comienza con acústicas para estallar en blast-beats y luego brindar acústicas de nuevo y unos pegadizos riffs melódicos con respaldo de teclados. Este ejemplo ilustra bien lo que nos podemos encontrar en el resto de canciones, que no siguen los mismos patrones ya que esta banda no está encasillada en los rígidos estereotipos blackers, incluso el tema “Sternengriff” resulta muy pegadizo y con cierta influencia gótica.

Las guitarras a veces recuerdan mucho a las del “Celephais” de sus compatriotas Cryogenic, y es que encima la producción es muy similar, por lo que muchos fragmentos del álbum serían intercambiables con muchos del de Cryogenic. Sin embargo, se diferencian mucho en el tratamiento de los teclados, ya que Cryogenic eran muy sinfónicos mientras que Gorbalrog los usan más dispersamente, para acentuar las atmósferas y melodías, y nunca suenan ampulosos ni grandiosos.
En cuanto a la voz, no es de las mejores, una rasgada algo tosca y muy corriente, pero incluyen momentos en los que entonan una voz clara bastante solemne; donde mejor queda esto es en el tema “Sternengriff” que ya comenté.

Lo que os dejo no es una gran revelación como veis, pero sí algo muy pegadizo y ameno que no es nada desdeñable. Recomendado si desde luego te gustan los grupos citados, sobre todo Cryogenic.



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sábado, 19 de diciembre de 2009

ISHTAR - Krig


Este poco original nombre para un grupo, ya que todo el mundo conoce de sobra a la diosa Ishtar, pertenece a una banda sueca que hace un par de años me proporcionaba satisfactorios momentos de entretenimiento, y ahora al retomar su debut de 1999 lo tengo en más estima aún.
La portada aquí mostrada es la de la edición original, cabe aclararlo porque en internet se suele mostrar más la de su reedición de 2005, un dibujo en tonos verdes de un rostro femenino embozado.

Compartieron un miembro con sus compatriotas Misteltein, y tienen en común tocar un Black Sinfónico que más bien parece noruego o finlandés en vez de sueco, ya que no es lo que se estila por Suecia en general. Estamos por tanto ante un producto sinfónico totalmente escandinavo como lo que encontramos en Misteltein, Gehenna, Svartahrid, Perished, Dimmu Borgir o grupos de otros países con influencias nórdicas como los húngaros Frost.
En bandas así es característico el martilleo de batería que deja paso a ritmos más propicios para las atmósferas, y las guitarras no son muy crudas que digamos, pero tienen un mínimo de la contundencia de suecos devastadores como Dark Funeral; la (en inglés y sueco) voz también aporta un toque rudo entre lo melódico del sonido general con sus gritos desgarrados que están a mi parecer a medio camino entre las costrosas voces de Dies Ater y las agudas de Misteltein (incluyendo también las ocasionales voces recitadas).

El repertorio de teclados ya os lo podéis imaginar, con lustrosas partes de piano, sonidos de campanas y sintetizadores ambientales con una atmósfera más fría. No obstante, hay pequeñas diferencias con respecto a otros grupos similares, ya que en los momentos más atmosféricos incluyen unas discretas voces femeninas en segundo plano, siendo muy resultona la combinación de esos coros con los teclados e incluso con acústicas.
Es curiosa, por cierto, la manera en que por ejemplo el tema “De Svarta Foljeslagarna” comienza de forma arrasadora con teclados heladores, para luego acabar volcándose en esas ambientaciones más tranquilas con la voz femenina de fondo.

Estamos ante el típico caso de un álbum que resulta más indicado para quienes buscan precisamente este tipo de grupo, ya que su propuesta no tiene nada de novedad. A quienes le gusten los grupos citados y no se cansan de ello, lo tienen más claro que el resto.

HOODED MENACE - Fulfill The Curse


Suelo quejarme mucho de que los grupos de hoy día no suenan como los discos de antes, y de lo poco que me gustan las moderneces en general, pero es justo señalar que son muchas las bandas recientes con un sonido añejo que nos trae grandes recuerdos.
Es el caso de este debut del año pasado, que en poco tiempo ha llamado mucho la atención en el underground y no es para menos porque rememoraron viejos tiempos en pleno 2008.

La música de estos finlandeses aparece catalogada como Doom-Death y se acerca mucho al Death Metal más lento y pesado, o viceversa.
Una buena manera de explicar su propuesta es que imaginemos el resultado de escoger una infecta banda de Death Metal cascado, como por ejemplo Funebrarum, y bajarle la velocidad hasta llegar al Doom de bandas clásicas como Cathedral. Ahí tenemos una buena representación de lo que encontramos en esta pestilencia de debut.
Predominan las texturas polvorientas y enmohecidas de sus densos y pesados riffs, con sus correspondientes ritmos fúnebres, pero sin embargo brindan sus toques de melodías guitarreras e incluso solos con un aire muy tradicional. La voz consiste en vómito gutural todo el tiempo al estilo del Death Metal, abismalmente oscura como debe ser en un disco tan hediondamente sepulcral.

Incluyen algún que otro simple cinematográfico, y la portada y el logo nos muestran la inspiración en “La noche del terror ciego” de Armando de Ossorio, esa película de terror con caballeros templarios sin ojos que vuelven de la sepultura, y esa serie B encaja a mi parecer como un guante en esta música tan rematadamente oscura, que también nos recuerda la estética de los cómics de horror.

Y ojo, que por lo visto tienen previsto un disco para el año que viene, otra pútrida obra que nos devolverá el espíritu de las viejas bandas de antes. Recomendado queda entonces este disco para amantes del oscuro Death Metal de grupos como Funebrarum, Infester o Blaspherian y de bandas de Doom-Death como The Knell, Ataraxie, Evoken y los primerizos Anathema y Paramaecium.


miércoles, 16 de diciembre de 2009

MALIGNANT ETERNAL - Tårnet


Revisemos una vez más uno de esos buenos grupos de Black Metal que acaban transformándose horrendamente en algo más moderno e industrial, y encima tras un prometedor debut.
Corría el año 1995 cuando estos noruegos lanzaron su debut por ellos mismos, aunque poco después fue editado por Hot Records (sello de Shagrath) con la portada que veis aquí; por cierto, tuve la ocasión de ver el aspecto de la primera edición original y he de decir que salieron ganando con la nueva portada.

Musicalmente, este Black Sinfónico no difiere demasiado de lo encontrado en otros discos de ese mismo año, como por ejemplo sus compatriotas Gehenna, el proyecto sueco en solitario Parnassus y los polacos Mastiphal. Carecen no obstante de la fuerza del sonido de Gehenna, ya que su modesta producción lo acerca más a los otros dos grupos (Parnassus en su segundo disco llegó a tener producción de demo directamente).

Esta producción baja y floja no quita que sea un muy buen álbum y podemos disfrutar de sus guitarras tan escandinavas, que aunque no impriman mucha potencia por la producción sí que despiden ese zumbido denso y frío tan noruego. La batería es lo que no me acaba de gustar del todo, ya que en ciertos momentos suena enlatada, como en los blast-beats que tanto abundan en un disco de esta calaña.
El apartado que sí me gusta más, junto con los filosos riffs, es el referente a las labores atmosféricas del teclado, por supuesto. Los sintetizadores no hacen acto de presencia en todo momento, más bien están dispersos y colocados según la dosis de ambiente que pide cada parte, más o menos como pasaba con Mastiphal. Son dispersos pero con el atractivo de la variedad, siendo un punto a su favor no repetirse en ese aspecto; así tenemos por ejemplo unos muy discretos y sutiles órganos, una fabulosa parte de piano, teclados nórdicos más estándar, ciertos toques épico-triunfales que ya conocemos bien de mano de Satyricon y algunos lóbregos teclados de inspiración en los antaño dioses Emperor.
El óxido vocal es lo último que me queda por comentar, aunque este punto no sea uno de los más fuertes del grupo. En todo caso, el vocalista (que estuvo relacionado con una actriz porno, como dato curioso) es muy aceptable con su voz gorgojeante de ave carroñera, y sólo en poquísimas ocasiones añade unas líneas de voz narrada.

Seis canciones puede parecer poco, pero en sus cuarenta minutos de duración no hay instrumentales ni intros. Os puede gustar si sabéis apreciar los infames grupos citados, amén de otras delicatessen como Osculum Infame y los primerizos Dimmu Borgir, y es que hoy día no se encuentran formaciones con este sonido de antes.


domingo, 13 de diciembre de 2009

SABAOTH - Sabaoth


De casualidad vi hace poco la portada de este disco en una web y me llamó muchísimo la atención; normalmente me llevo chascos cuando me atrae una portada, pero es una de las pocas ocasiones en que el contenido musical está a la altura de mi expectativa.

Sabaoth, que significa “huestes” o “ejércitos” en un contexto divino, son un curiosísimo caso de Black Metal noventero que procede de América del Sur, concretamente de Paraguay. Este disco fue grabado en 1995 (y no sé seguro si se editó con un sello argentino ese mismo año o el consecutivo) y hasta ahora no sabía de grupos de Black Atmosférico de esos años por esas tierras.

Veo que con el tiempo se suavizaron bastante y tirando hacia lo gótico, se comercializaron como dirían algunos, pero en este debut homónimo hacían Black Metal sin lugar a dudas aunque con melódicas impresiones y bien colocados toques atmosféricos.
Me recuerda a los viejos grupos griegos (como Agatus y Vorphalack por ejemplo) por su propuesta de guitarras ligeras aunque filosas y baterías potentes pero controladas.
La producción es la de esperar en tan noventero producto, cuya mayor efusión de agresividad está en las voces, con una delectante violencia que desgarra la placidez de sus vespertinas atmósferas. Este efecto me recuerda al debut de Forbidden Site, que también cuenta con voces de rasgada repulsión sobre guitarras rápidas pero poco pesadas, y un poco al debut de Profanum por lo mismo.
Hablando de atmósfera, el punto melódico y ambiental viene de mano del susurro de las acústicas y la pálida luminosidad de tenues teclados. Estos dos recursos son utilizados moderadamente, pero su presencia es aún así mayor que en otros grupos más crudos y aporta una inesperada y agradable calidez.

Aunque usen teclados es un álbum apreciado por seguidores muy underground y puristas por lo que veo, así que debe ser muestra de que hacen un buen Black Metal, así que ahí os dejo este ocaso hecho música para vuestro disfrute, ya que está al nivel de Grimoire, Songe D'enfer, The Eye, Themgoroth y demás bandas con serenas atmósferas surcadas por horripilantes voces.

martes, 8 de diciembre de 2009

ETERNAL SILENCE - From Beyond Time


Cuando parecía que ya tenía más o menos dominado el Black Sinfónico noruego de los 90, ahora va uno y se topa con esto de pronto sin haber tenido ni la más remota idea de su existencia.

Me llamó de primeras la atención la portada de este debut de 1999, que me recordó mucho a la del “Soulblight” de Obtained Enslavement con su figura encapuchada, siendo curioso que ambos discos sean del mismo estilo, el mismo país y casi el mismo año. También esta portada tiene toques de Limbonic Art, Odium e incluso del “Sventevith” de Behemoth con los rayos, sirviéndome este comentario sobre el dibujo para enmarcar un poco el sonido del CD.

Esto suena a tantos otros grupos noruegos melódicos de esos años, con ese tipo de producción añeja que en este caso combina sugerentemente lo liviano con lo turbio. Así es como nos encontramos con unas guitarras melódicas y ligeras, pero no limpias, y unos ritmos que juegan entre las partes rápidas y los medios tiempos (vamos, lo típico).
Los teclados noventeros, que no pueden faltar en un disco así, en principio parece que estarán en segundo plano a lo largo del álbum, ocupando un papel atmosférico, pero al avanzar los temas aparecen los agradecidos pianos y secciones más prominentes de sintetizadores. No es que vayan a ser como los de Limbonic Art, Tartaros y esos grupos, pero sí como los del debut de Covenant por ejemplo.
Algo que complementa muy bien el rol ambiental de los teclados es la activa presencia de una vocalista femenina, que no se excede de lírica y aporta un buen trasfondo clásico y elegante. La voz masculina no es tan buena en cambio, las voces más o menos guturales no son todo lo potentes que deberían ser, aunque al menos las rasgadas agudas son más decentes. En todo caso no deja de desconcertar que la voz femenina de los coros sea bastante mejor que las rasgadas principales, que deberían ser prioridad en un grupo así.

No es que sea de lo mejor de ese país en materia sinfónica, no llega a los niveles de los grandes grupos citados, pero sí que son más que decentes para fans de ese estilo que también disfrutamos a Svartahrid, Ringnevond, Perished o Malignant Eternal. Para los que buceamos en el underground en vista de que los grupos actuales no pueden ofrecernos algo así.


sábado, 5 de diciembre de 2009

DOOM:VS - Aeternum Vale


No olvidemos que los proyectos paralelos de grupos reconocidos llegan a ser realmente interesantes, como en este caso del trabajo en solitario del guitarrista de Draconian, Johan Ericson, donde se recrea en sonidos más extremos y asfixiantes del Doom que en su banda principal.
Este “Aeternum Vale” (“adiós para siempre” en latín) fue su debut lanzado en 2006, el mismo año en que Draconian lanzó su EP “The Burning Halo” y donde curiosamente mostraron un sonido más Doom que nunca, y algunos nos preguntamos si tal vez tendría algo que ver la influencia de este proyecto de Ericson.

Eso no lo puedo saber seguro, pero lo que sí podemos comprobar es que aquí degustamos un buen Funeral Doom muy cercano al Doom-Death convencional, estando más o menos entre esas dos propuestas. Su mayor influencia Funeral, desde mi punto de vista, es Shape of Despair con su sonido accesible más o menos dentro de los límites de su monolítico estilo, y veo mucho Doom-Death de bandas como Mourning Beloveth o Saturnus por ejemplo.
Así que nos topamos con ritmos plomizos y guitarras pesadísimas que se permiten algunos arranques dinámicos e incluso algún solo, de manera que algo de melodía escapa de entre tanto dolor y ambiente sombrío, siendo inevitable algún pequeño ramalazo de Draconian. Los teclados no están tan prominentes como en otros grupos como los citados Shape of Despair, más bien realzando la oscuridad de las guitarras pétreas y aportando un lúgubre telón de fondo, aunque tienen sus momentos como esos toques casi épicos.

La voz de este señor es toda una gutural feral a la altura de osos como el de Process of Guilt, que atraviesa la densa capa de riffs y teclados para resonar con la potencia de la horrenda voz del rechazo. Lo que no me gusta demasiado es la presencia de ocasionales voces melódicas, y en menos ocasiones aún hay unas pocas femeninas discretas. Por suerte las voces limpias no son tan abundantes como en el segundo disco de 2008, donde se excedieron para mi gusto personal.

Ya que cito su posterior disco, “Dead words speak”, me resigno a no esperar nada más de este proyecto en la onda del debut, que os dejo recomendado si no lo conocéis aún, porque no aporta originalidad pero sí calidad.

jueves, 3 de diciembre de 2009

MY DYING BRIDE - Songs Of Darkness, Words Of Light


Una excelente manera de empezar el mes de diciembre en el blog es subir algo de My Dying Bride, y más teniendo en cuenta que no sólo su célebre “Turn loose the swans” es para nada el único gran disco que tienen en su tremenda discografía.

Esto me recuerda algo, que las viejas glorias hoy día sacan discos que no son ni la sombra de lo que fueron y que más vale indagar en bandas nuevas porque los antiguos ídolos no tienen gran cosa que ofrecer ya. Sin embargo, estos pioneros y dioses del Doom-Death me sorprendieron con un soberbio disco en pleno 2004, uno de los mejores trabajos de la banda junto a sus clásicos, y para colmo uno de los álbumes de Doom más oscuros que te puedes encontrar.

En sus ocho canciones nos brindan una saludable variedad con guitarras melódicas, muchas partes ambientales, momentos pesados y duros como ellos saben crear, voces estupendas, teclados siniestros e incluso coqueteos con el Funeral Doom.
Su vocalista Aaron, ese señor que escribe unas letras descorazonadoras con una copa de vino en mano, ofrece sobre todo sus características voces limpias que desprenden infinita miseria. Y, como buen actor que parece, se amolda a lo que pide la canción en cada momento con unas pocas voces narradas, y las guturales para los momentos en que es necesario acentuar los sentimientos más negativos. Curiosamente, en este disco las voces extremas tienen unos registros rasgados y cercanos al Black Metal que entonces eran cosa inédita en la banda, aportando mayores sensaciones dolorosas.
Llevaban ya dos discos supliendo la carencia del famoso violín con unos teclados que subrayan la oscuridad inherente de ciertos momentos, como por ejemplo los órganos de dos canciones, pinceladas sutiles de piano o simplemente teclados ligeros y ambientales.

En fin, es toda una joya moderna donde las guitarras desoladas marca de la casa se enlazan con otros temas más livianos y melancólicos y el vocalista se luce como siempre, una lástima que en el posterior disco sacaran algo tan austero y el más reciente no me acaba de entusiasmar pese al retorno del violín y sonidos clásicos de su pasado. Ya, sin más que añadir, os obsequio con esta poesía envenenada en forma de Doom Metal.