lunes, 26 de marzo de 2012

PROFETUS - ...To Open The Passages In Dusk



Es interesante seguir conociendo nuevos valores del Funeral Doom, ese estilo en franca expansión con una saludable sangre en sus recientes bandas.
Tal es el caso de los finlandeses Profetus, debutantes en 2009 (debut que no conozco aún, por cierto) y ahora con una segunda obra bajo el brazo en este mes.

Siguen un camino bastante clásico en el estilo, con Skepticism y Evoken como grandes referentes, aunque con con un ojo puesto en el sonido de otros grupos más actuales.
Al igual que los viejos grupos del estilo, la batería tiene un papel discreto y minimalista, marcando cadencias tan desteñidas que los tonos grisáceos serían poco decir. Las guitarras también respiran bajo los estertores del estilo Funeral, lentas, apagadas, y sin el rugoso cuerpo de bandas que heredan patrones del Doom-Death; no obstante, dejan escapar ligeros reflejos melódicos, haciendo más gimiente el conjunto.

Adornando la  muerte con alas digitadas están los teclados, sin destacar al frente pero con una constante presencia, que durante todo el disco adoptan exclusivamente la forma de los desvaídos órganos que caracterizaban a los viejos Skepticism. Por otro lado, en voces no se parecen a Skepticism y similares, en vez de las monstruosas guturales de engendro de otro plano optan por un registro más ahogado en húmedas y pegajosas profundidades. Hablando de voces, en el último tema aparece un vocalista invitado con voces limpias de estilos más clásicos y habrá a quien le guste, pero para mi gusto me resultó fuera de lugar en un disco de marchas fúnebres tan siniestro y macilento.

Una nueva banda de Funeral Doom a añadir para los amantes del estilo, eso que no lo duden, y uno de los mejores discos del presente 2012 para un servidor.





martes, 20 de marzo de 2012

CONSUMMATUM EST - Hypnagogia



Hagamos repaso a cosas de años recientes que pasé por alto sin darme cuenta. Yo conocía desde hace mucho a esta banda italiana amante del Funeral Doom, con su "Funeral Procession" de 2005, y estos días he descubierto por pura casualidad que sacaron un segundo disco cinco años después.

Ese debut hubiese sido una interesante adición para el blog, pero estoy viendo que con su segunda obra se han superado y pulido bastante más su estilo.
Están bastante limitados al tocar un estilo como es el Funeral Doom, pero ya sabemos que en estos años se ha propiciado una corriente de grupos que se ha amparado bajo las elegantes vestiduras que añadieron Shape of Despair al estilo, gestando la música que vemos en Colosseum, Remembrance y similares.

Están los patrones generales funerarios: el inevitable ritmo de lentitud asfixiante y guitarras monótonas, acompañado todo por las guturales de arrastrada angustia.
A este esqueleto de Funeral, algo más liviano que el clásico grupo con mucho peso del Doom-Death, añaden multitud de arreglos de teclados, entre los que destacan los órganos y los delicados momentos de piano y clavicordio, pues gustan mucho de salpicar sus canciones con momentos ambientales sin voces, y sin olvidarnos de los habituales sintetizadores etéreos de trasfondo.
Si en su debut empleaban voces rasgadas muy blackers en vez de las guturales de esperar en bandas así, ahora usan los dos tipos de voz, siendo agradecida la variación en un estilo poco dado a ello, además de los toques de soprano con ese efecto de ser como un teclado más en vez de resaltar con demasiado protagonismo.

Me ha convencido su segundo disco, con sus conceptos huérfanos y la evolución hacia mejores composiciones que les ha hecho (para mi gusto) codearse con otros discos Funeral de 2010 como los de Remembrance, Sadael, Ea, Lethargy of Death y The Howling Void.


lunes, 19 de marzo de 2012

DRUDKH - Eternal Turn Of The Wheel



Volvamos a la faena de comentar novedades, que parece que está siendo el único año que comienzo los primeros meses reseñando una remesa de nuevos discos. A día de hoy, bien conocidos son ya estos ucranianos por los amantes del Black Metal, una de esas bandas que han pegado fuerte en la última década ganando un título de clásico moderno.

Cuando hablamos de grupos tan reconocidos, no está de más repasar un poco su trayectoria para ubicar el más reciente álbum. Comenzaron, como otros tantos grupos de introspectiva inspiración boscosa, con la influencia de los inevitables Burzum, dando pasos más allá de la senda noruega en busca de su propia intimidad. Así es como fueron retorciendo las nudosidades de su tronco para ramificar un estilo muy elaborado dentro de los cánones blackers. Una evolución que les llevó en 2010 a editar un disco, "Handful of stars", con unos elementos modernos que disgustaron a los fans más tradicionales. A otros les gustó, y yo no entraré en el debate, pero lo que no les perdoné fue aquel proyecto paralelo en colaboración con aquel músico de actualidad, algo que no me esperaba de ellos para nada.

Sean cuales sean sus motivos, han regresado este año con un disco que mira hacia atrás con la mirada de un anciano cansado y taciturno, una vuelta a sus sonidos más sucios y crudos que sí ha deleitado a sus seguidores nuevamente.
Una producción turbia pero distinguible cubre con su terroso manto unas guitarras crudas, marcadas por baterías que avasallan del mismo modo que trotan más ambientalmente. Y, hablando de ambientes, recurren a ocasionales teclados de noventera oscuridad que ayudan a arraigar esa atmósfera propia del ermitaño que palpita acompasadamente con las coníferas y la tierra; también echan mano de acústicas y momentos lentos a modo de interludio con el zumbido de las guitarras cortando el frío aire matutino de los teclados. La voz rasgada denota la tumefacción de aquel que gruñe para ser dejado a solas, con un tono muy eslavo como podemos comprobar.

En resumidas cuentas, un regreso a los alientos invernales y espíritus de las frondas como en los viejos tiempos de Negura Bunget o Blut Aus Nord entre otros, aunque con destellos actuales, que nadie se engañe. Una música adecuada para acompañar a las grullas en sus migraciones otoñales (cosa que refieren en una canción, que sé que la mayoría ni se fijará).


domingo, 11 de marzo de 2012

TRAIL OF TEARS - Profoundemonium



Después de una pequeña oleada de reseñas de novedades de este año (volverán, tengo otras en la recámara), me gustaría como siempre echar la vista atrás para recordar uno de esos discos de hace muchos años.
La retrospectiva de hoy está dedicada a un estilo al que no presto tanta atención, ya que el Gothic Metal en general me suele disgustar. Pero Trail of Tears, a diferencia de muchos grupos, fueron evolucionando haciéndose más contundentes, e incluso algo blackers en discos posteriores a éste que presento.

Ya me gustaba su debut del 98, el disco que más de uno se imaginaría que es mi preferido de la banda noruega, pero el que más me caló es esta segunda obra del año 2000, afianzándose como uno de los mejores grupos del estilo fichados por Napalm Records junto con Tristania y The Sins of Thy Beloved en su momento, y con Draconian en la actualidad.

Sus mejores bazas son el sinfonismo de los teclados y la corpulencia de su base guitarrera y rítmica en comparación con bandas del mismo palo, y también las labores vocales como es de esperar.
Aún contaban por entonces con Helena Iren Michaelsen, con su poderosa voz de entrenada soprano, que se arropa a gusto con la indumentaria sinfónica y de simulación orquestal de los sintetizadores, un toque que siempre me ha gustado en contraposición de los sonidos más electrónicos y modernos de otros grupos. Su contrapartida es la voz de Ronny Thorsen, claramente forjada en las guturales del Death Metal y que nos muestra por qué Tristania precisó de sus servicios para su "A world of glass". Participa Kjetil Nordhus con sus voces claras y otros invitados para los ocasionales coros, pero los protagonistas son ellos dos, sin quitarse protagonismo ni permitir que esto se convierta en uno de esos álbumes con una diva al frente.
Como dije arriba, destacan por no cortarse a la hora de adoptar tonos tajantes y potentes, con momentos que parecen heredados del Black Sinfónico, haciendo de este disco un trabajo variado y con distintas vistas.

Aunque no los tenga tan encumbrados como a otros grupos de Gothic Metal, ahí los tengo siempre en la memoria como una de las pocas bandas del estilo que me gustan mucho,



jueves, 1 de marzo de 2012

AHERUSIA - And The Tides Shall Reveal The Traces



No olvido vuestras sugerencias de discos para analizar en el blog, y aquí estamos con un disco de años recientes. Apadrinados por miembros de Rotting Christ y Septic Flesh (quienes participan mezclando, masterizando y produciendo este disco), incluso con portada de Spiros Antoniou (Septic Flesh) al igual que en álbumes de dichos grupos, llega bien amparado este debut del 2009 de la escena griega.

No empecemos por pensar que se parece mucho a las otras dos bandas ni que será un disco repleto de sinfonismo cinematográfico, ni siquiera hay que hacer mucho caso a la etiqueta de Black Sinfónico que se le suele conceder porque la verdad es que los teclados están relegados a un soporte secundario mientras que las guitarras dirigen el asunto.
Digamos que tienen una base con regusto Black, con teclados ocasionales de fondo muy sutiles, y una ingente dosis folk de mano de la original idea de incluir un instrumento tradicional griego: la lira cretense.

Es tal vez el tema vocal el menos agraciado, con unas sencillas voces ásperas que me recuerdan un poco a las vocalizaciones de Behemoth y alguna que otra voz recitada a modo de narrador de historias. En las guitarras es donde encontraremos el primer atractivo, van más allá de las arremolinadas resonancias blackers y juegan con los riffs de manera flexible y dinámica como tantos otros grupos helenos hacen, al igual que la batería no se queda estancada en el mero martilleo de siempre.
El otro punto fuerte, además de ser la fuente de originalidad tan escasa hoy día (es difícil ser original sin sonar extraño o fuera de lugar), es la aromática presencia en todas las canciones del mediterráneo rasguear de la lira cretense, instrumento similar a un violín que resulta una saludable alternativa a la enorme cantidad de bandas con inclusión de música folk germánica.

Les queda aún camino para tutearse realmente con las grandes bandas helénicas, pero este debut es un muy interesante comienzo y se vislumbra una buena trayectoria si es que hacen algo más después de tres años sin editar nada más.