jueves, 30 de enero de 2014

ABYSSUM - Thy Call




Revisando discos viejos en el carcomido arcón del material olvidado me he reencontrado con este CD de puro sabor noventero de 1998, que bien podría ser un CD de cualquier grupo desconocido de Noruega o Finlandia... pero es de Guatemala ni más ni menos.

Quitando los temas instrumentales nos quedamos con sólo dos canciones reales, aunque de generosa extensión, en las que el Black Sinfónico logra que el Black Metal crudo y sencillo se dé la mano con las atmósferas del Ambient más modesto pero bien conseguido.
Bajo el amparo de una producción brumosa tenemos el clásico zumbido de guitarras blackers caóticas y aserradas que no desprenden ni una floritura, con una voz rasgada igualmente tumefacta y ahogada en ese remolino de herrumbre que nos obsequia con toques de guitarra acústica como concesiones breves a algo hermoso.
Ya en las instrumentales se lucen con los sintetizadores que huelen totalmente a los años noventa, sin olvidar los samples de sonidos de lluvia y truenos a la manera que tanto gustaba antes. En principio rezuman mucho el ambiental legado de los dioses Emperor, aunque al unirse a las guitarras con baterías blackers también hacen volver la vista hacia los polacos Infernum y su música al estilo de columnas de humo negrísimo, dando sólo unas pocas pinceladas de humildes pianos en segundo plano.

Me habría gustado que la batería se percibiera mejor, y que hubiesen llegado a componer al menos otro par de canciones para hacer más redondo un trabajo que podría haber quedado realmente resultón, porque la verdad es que te quedas con ganas de más al acabar de oírlo, pero así son las cosas, y desde luego lo recomiendo a quienes gusten de Emperor, Infernum, Mephistopheles o los Helvete mexicanos.
Al igual que en la reseña anterior, podéis disfrutar del disco completo en Youtube para probar antes de descargarlo:








sábado, 25 de enero de 2014

ELFFOR - From The Throne Of Hate




Nada mejor que un disco de Elffor para continuar con la línea medieval que últimamente he publicado, siendo este grupo vasco muy icónico para mí.
En realidad debería decir que es un "grupo" de un solo músico, Eöl, de quien tenemos la referencia como teclista en Numen, aunque a mí me gusta mucho más este proyecto tan interesante en el que el Ambient oscuro se funde en férrico abrazo con el Black Metal más propenso a las melodías del Medievo.

Para mi gusto personal su culmen está este álbum de 2004 y el posterior "Unblessed Woods" de 2006, un dúo de discos donde está el punto medio perfecto entre ambas facetas antes de acabar cada vez más por sendas Black en tiempos recientes.

Es este CD donde más prominentes son las ambientaciones épicas y casi folclóricas al estilo de los grandes maestros Summoning, pero sin dejar de marcar su personalidad propia, incluyendo muchas partes rápidas de blast-beats en batería y esas guitarras aglutinadas en carga de combate sin pretensiones de elaboración, dejando el peso de las composiciones en las manos enguantadas de acero articulado de los teclados.
Mientras los señores feudales ahogan al pueblo con impuestos, ríen estruendosamente en sus torreones de tapices en paredes y grandes lebreles echados en el suelo, con una banda sonora que perfectamente podría ser la de los teclados de este disco, desde la básica base brumosa a las recreaciones más refinadas de sonoridades medievales de viento y órganos, con los gruñidos hoscos de Eöl dando paso en ocasiones a sus clásicos alaridos de moribundo.

Una sensacional manera de escuchar una magistral combinación de Black Sinfónico de fuerte huella medieval de Summoning, Nazgul, Caladan Brood y compañía con Ambient oscuro que da un punto distinto y más desolador que el de los otros grupos similares.
Maravilloso en esas sesiones en las que te sientes como si estuvieras al lado de la chimenea de piedra con un halcón gerifalte y una espada bastarda al lado, mientras que el invierno no acaba de saciar su voracidad en el exterior. El primer enlace es para oír el disco completo en Youtube, y así comprobarlo de inmediato.








jueves, 16 de enero de 2014

TERRAGON - Chapitre I




Gracias a un certero aviso en los comentarios del blog, estoy ahora escuchando muchas veces en pocos días uno de los mejores discos con los que he topado en muchísimo tiempo, para mi gusto personal.
Este álbum con portada del castillo de Neuschwanstein (al igual que otros grupos, como Forlorn o Mephistopheles) supone un trabajo de Black Sinfónico de buenos aceros saliendo de la forja, de azores en el guante y halcones peregrinos en las alcándaras del castillo, de hidromiel y carne asada para unos pocos privilegiados, de ostentación dorada y miseria hedionda, de terror feudal en el que no se sabe si son más atroces los bárbaros invasores o los propios señores.

Al igual que otros compatriotas suyos franceses, como Astaarth o Noctis, este grupo (que ya no existe tras este único disco de 2004) en solitario con un único músico cultivó un Black Metal muy prolijo en ambientaciones de marcados pálpitos medievales, aunque con un tono más oscuro que los dos ejemplos citados, acercándose a los tiempos del mágico debut de Emperor.

A modo de intro dan comienzo con una breve canción de dos minutos donde se revelan las directrices a seguir en el resto del álbum, acompañando las guitarras prietas y densas con unos teclados mortuorios con la consistencia neblinosa del mítico "In the nightside eclipse", mientras que la voz (que usa siempre el idioma francés) en todo momento es muy rasposa y sin atisbos de griterío, todo muy compacto y poderoso.
En la tercera canción se lucen especialmente, ni más ni menos que 18 minutos en los que introducen los momentos más lentos y atmosféricos del CD, dando cabida a detalles de reluciente punta de acero desnudo como el clavicordio y el órgano, entre la habitual cabalgada nocturna de baterías feroces y agresividad rasgada. También es reseñable el inico de "Vampire", con una intro de teclado especialmente medieval que recuerda a las ambientaciones de Summoning o Elffor, para acabar de esculpir este álbum en la piedra del Medievo.
Lo que no me ha gustado tanto es el último tema, en mi opinión desentona y es una mala manera de cerrar un trabajo que tan bien tallado estaba en la madera de los talleres medievales.

Maravilloso CD para escuchar junto a otras artesanías de orfebrería blacker como Die Saat, Maleficentia, Morgart, Astaarth o Capitollium. Por mi parte, acabo de comprarlo original...








lunes, 13 de enero de 2014

FANGORN - Poems Of Mountains And Forests




Esta demo de 1998 no es otra cosa que la banda (de un solo miembro) austriaca Rivendell con otro nombre, pues así se llamaban hasta tener problemas legales y tener que abandonar el nombre Fangorn.
De todos modos, llega a tener ciertas diferencias que haría que más de un oyente creyera estar oyendo un grupo distinto.

En principio se nota que estamos en la fase-demo inicial de Rivendell cuando el primer corte tras la intro es el mismo con el que empiezan el debut "The ancient glory", pero luego vienen otros temas donde no sólo estriba la diferencia en el sonido sucio y cascado propio de una demo. Si Rivendell tiene trazas de Black Sinfónico, aquí se perciben más, teniendo sus sencillas guitarras un tono más crujiente y una distorsión más enlodada, y la voz es más propia de un trasgo huraño y retraído en su húmeda caverna.
Hablando de voces, este músico en solitario ya cultivó desde un principio la variedad vocal en este estilo lleno de atmósferas épicas y Tolkenianas, añadiendo coros de voz limpia a las rasgadas y semiguturales, un poco como hacen muchas bandas de Viking y Pagan Metal.

Lo que más sufre la producción de demo es la batería, que suena muy cacharrera, especialmente cuando adoptan un ritmo rápido blacker entre la tónica general de ritmos épicos y relajados, de manera que incluso diría que es una batería programada (en Rivendell tuvo que contar con un batería de sesión). Las guitarras no se ven muy afectadas, incluso me gustan así con esa capa de bruma que hasta queda bien en los momentos lentos en los que casi parecen riffs de Doom-Death.
Lo que sí suena bien sin perjudicarle la producción, para mi gusto, son los teclados, que tienen una especial aura de mundo medieval, de bosques donde las rocas cubiertas de musgo y la sombra bajo las coníferas susurran leyendas élficas, con pianos y simulaciones de instrumentos de viento que hacen que nos vistamos de cuero y acero con un halcón en el puño y la otra mano enguantada en el pomo de la espada.

Recomendado tanto si gustan Summoning y Caladan Brood como Falkenbach y Moonsorrow.







jueves, 9 de enero de 2014

DIE SAAT - Der Schlachten Tribut




Da gusto ver que aún se pueden arañar cosas interesantes de hace unos 10 años, como cuando el mes pasado me encontré por casualidad con este disco de unos alemanes a los que no conocía absolutamente de nada, y maravillado he quedado con su sucia agresividad sinfónica y pagana.

Esta obra de atractivo corte medieval apuesta por un Black Metal en el que lo pagano y lo sinfónico fluyen juntos para desembocar en algo muy épico y abrasivo con unos cánones muy de los años 90.
Muy noventero, empezando por una producción tan sucia que casi parece una demo. Pero no imaginéis que por ello se oiga bajo, porque suena potente y esa producción turbia resulta en un crujiente mar de lanzas y escudos listos para sembrar de cadáveres los campos asolados por la voracidad de la guerra.

Usan mucho los teclados, de manera que es algo a medio camino entre el Black Sinfónico y el Pagan Metal, con un estilo de sinfonismo muy en la línea de los antiguos trabajos de bandas ucranianas como Nokturnal Mortum, Lucifugum o Dub Buk con su densa oscuridad de noches rituales, con unos notables toques épicos más triunfales y de lustre medieval como el de sus compatriotas Menhir o los noruegos Ringnevond que colabora a componer unas canciones de héroes y caídos en un contexto de puro acero y fuego.
El sinfonismo se solapa muy bien con los guitarrazos blackers que son conducidos por unas baterías tan apabullantes como épicas cuando el guión exige una mayor carga de ambiente pagano. Será muy guarro para muchos, pero así es el mundo del Black Metal de siempre.
En cuando a voces me tengo que quitar el sombrero, porque atinan tanto en voces extremas como en coros claros a lo pagano. Con las voces rasgadas expulsan mucha rabia sin estridencias colaterales, agregando toques guturales entre el caos de distorsión y epicidad sinfónica, teniendo como excelente complemento la voz clara y profunda de estilo pagano que a veces forma coros guerreros con un aire a tribu germana muy grato. Como pincelada extra hay una vocalista femenina en el tema "Elfentanz", lejos de protagonismos operísticos y con una factura más feérica y delicada, más propia de una atmósfera de legendas susurradas.

De sus otros dos discos sólo he oído temas sueltos, y veo que este disco no sólo es un intermedio por cronología (es el segundo de los tres), porque en lo musical es para mi gusto el álbum que alcanzó un punto óptimo, teniendo más chispa que el debut y más garra que el último disco.







viernes, 3 de enero de 2014

SCHATTENVALD - IV




Tengo una batería de discos del recientemente acabado 2013 pendientes de reseñar, y comenzaré con el nuevo álbum de unos alemanes a los que no conocía de nada, pese a ir ya por el cuarto disco (como bien nos indica el título del mismo antes de que consultemos su discografía).

Con tan oscura portada que nos remite a las edades en brumas del pasado, muestran desde el principio que lo suyo es la crudeza más afilada y erizada de púas, partiendo desde la misma voz que parece salir de una garganta abierta con frío acero.

Este este álbum recipiente de un Black Metal lleno de distorsión acerada y ritmos de frenesí predador, donde llama la atención que no olviden dejar cierto margen para los detalles atmosféricos, del mismo modo que los viejos Abigor se reservaban un pequeño espacio para que los teclados agregaran una pizca de ambientación oscura en medio de esos tormentosos mares de olas cortantes como hojas de espada.
Este dúo bávaro (con ese sencillo reparto de tareas en el que uno de ellos toca todos los instrumentos mientras que el otro se encarga de las voces) sabe darle sentido a las baterías y al muro de guitarras raspantes y crudas, a las que imbuyen cierto sentido de la melodía sin convertirlo en un mero amasijo de distorsiones y gritos salvajes, con esos citados teclados ocasionales que a veces nos regalan con un piano o incluso un clavicordio en un tema, por no hablar del momento atmosférico en la última canción que no esperaba encontrar tras la tempestad del resto del disco.

Escogen su lengua alemana natal para las letras, cosa que da un toque áspero a las voces, aunque tenga el inconveniente de no poder leerlas y conocer sus historias e inspiraciones (cosa que también pasa con mi anterior reseña de Mörker y sus letras en sueco). Si alguien sabe tan sólo lo que significa el nombre de la banda, se lo agradezco de antemano.

Imagina algo así como Praeda, los primerizos Morgul o Lunar Aurora, pero con menos carga sinfónica, y más o menos sabrás lo que te depara este disco que es una buena manera de conocer una banda que lleva desde el 2007 sacando material.







jueves, 2 de enero de 2014

MÖRKER - Höstmakter




En muchas entradas me habréis visto empezar una reseña diciendo que he recuperado discos que en su momento no me gustaron tanto, pero que con el transcurrir del tiempo fueron mucho más de mi agrado. Pues así es ahora mismo, voy a estrenar el nuevo año en el blog con un disco de Black Metal del ya bastante lejano 2008, que oí pocas veces y quedó guardado en el cajón del olvido. Error, una vez más.

Voy a empezar por desbaratar los habituales comentarios populares que comparan esta banda con Dimmu Borgir, porque no es así (como suele suceder). Si bien es cierto que oí una demo en la que sí se parecían notablemente al mágico debut "For all tid" de los noruegos, también es verdad que con su primer disco completo se fueron desmarcando en pos de un sonido más guitarrero y menos respaldado por teclados, un cambio que puede que alcanzara su punto más interesante en este segundo CD hasta la fecha.

Siendo de Suecia, me ha parecido muy acertado que que salieran del Black semi-sinfónico a lo noruego y se decantaran por desarrollar más las guitarras con ese ya famoso estilo sueco que aúna melodía con rudeza filosa. Los teclados quedaron relegados a salir en un contado número de canciones, con papel introductorio o de pasaje más atmosférico, sin dejar de acompañar a las guitarras con las que tan bien se funden, de la misma manera que las pocas acústicas que se dejan oír, teniendo un especial buen gusto a la hora de usar el piano. Estos pianos pueden tal vez ser el único recuerdo noruego que les queda, junto con lo áspero y rasposo de la voz que, lejos de los típicos gritos agudos de bandas suecas, más bien desgarra hielo con un tono similar al de Kampfar por ejemplo.
Es un álbum donde prima la melodía guitarrera que este tipo de grupos hereda bien de su bien conocida escena de Death Metal nacional, de manera que suena cortante y crujiente al mismo tiempo que desgranan melodías que llegan a ser incluso gimientes, muy bien guiados por una batería que no se estanca en los ritmos rápidos y sabe amoldarse al conjunto total.

Imaginad a los Dimmu Borgir de su debut evolucionando hacia algo como el "Soulblight" de Obtained Enslavement hasta acabar en los senderos de unos Siebenbürgen que tiran muchísimo hacia Naglfar. Ahí lo tenéis, recomendado queda.