viernes, 31 de diciembre de 2010

WEDARD - Einsamer Winterweg


Para terminar este mes y este 2010, me decanto por un disco escrito sobre escarcha, de una banda que tiene tres cosas en común con Vinterriket: la nacionalidad alemana, la obsesión invernal y una carrera llena de demos, splits y EPs.

Es la suya una trayectoria corta, iniciada en el 2003, y han tenido tiempo de editar mucho material, tal vez demasiado por la monotonía que se puede encontrar en un estilo como el Black Metal depresivo, pero entre sus discos hay temas que destacan y ofrecen momentos memorables, como pasa con este segundo trabajo completo del 2006.

Todo el disco está cortado por el patrón del Black Depresivo con raíces primitivas en Burzum, con el añadido melancólico de este tipo de grupos de ambiente invernal como Coldworld por ejemplo. Así tenemos dominando el disco ese zumbido de tormenta matutina que desprenden las guitarras en todo momento, con unos medios tiempos adecuados que a veces dejan paso a baterías más rápidas.
Adornan un poco sus canciones con modestos toques acústicos y teclados, usando estos últimos de fondo y de forma sencilla, pero con un efecto fríamente agradable, además de algunos efectos de lluvia y viento.
En lo poco que he escuchado de Wedard, hay siempre alguna canción que me destaca mucho frente al resto, y en este disco concreto siento debilidad por la primera canción que se titula igual que el álbum; la cosa es tan fácil como que usan un teclado con el color de cielos desvaídos en diciembre que nos acompaña a lo largo de todo el tema, con una melodía que agrieta las venas después de congelarlas.
La voz se aleja de lo visto en bandas que imitan a Burzum, apenas hay gritos agónicos y en su lugar tenemos un gruñido rasgado que queda mejor en el contexto de serenidad heladora y fatal, con un curioso efecto de eco.

Tal vez no sea de lo mejor del estilo, ni original de lejos, pero muy bien que transmite el frío punzante que perfora los pulmones al mismo tiempo que deja melodías de placidez invernal.

domingo, 26 de diciembre de 2010

KAMPFAR - Mellom Skogkledde Aaser


Había tardado en escuchar esta famosísima banda noruega pese a conocer su existencia desde hace largos años, en parte por los comentarios sobre su sobriedad al pensar yo más en cosas como Windir. Gran error, porque resulta que este debut de 1997 está realmente bien.

En su Black Metal de corte vikingo predomina la parte blacker, con su afilada densidad guitarrera con el inconfundible sello escandinavo de bandas como Enslaved, aunque desprendiendo también sus buenas melodías, y esos blast-beats de batería tan típicos mientras desgarra las letras una característica voz rasgada a lo noruego, resecada por el aire helado de la tundra.

En contraste a la furia guerrera del Black Metal, están los toques más épicos que se dejan notar sobre todo en los ritmos más paganos. A esto le sumamos las melodías de sabor folklórico que aparecen muy ocasionalmente, y las pinceladas acústicas y de teclado; estos teclados pueden simular sonidos de viento nórdicos, líneas folkies o simplemente cubrir con la bruma gélida de los fiordos.
También aparecen los agradecidos coros vikingos, con esa virilidad que hace más aguerrido aún un disco así, con sus letras íntegramente en noruego.

Me gustan los grupos con mayor despliegue de esos recursos, como pasa con Windir, Falkenbach o el sinfonismo del segundo disco de Thyrfing, pero también me gusta la poderosa austeridad de Frostmoon y de los primeros Enslaved, así que bienvenido sea este álbum con olor a salitre, cuero, sangre, sudor y acero.

lunes, 20 de diciembre de 2010

PAGAN REIGN - Destinies Of Bygone Faith


Pongamos un disco marcado por el adusto invierno para recibir la llegada de esa misma estación.
Esta banda rusa está bien surtida de discos de buen Pagan Metal, como su EP de 2005 en el que el Folk reluce especialmente, pero al querer algo más invernal me he decantado por un disco más austero con bella atmósfera boreal.

Es por tanto este álbum, el tercero que editaron en 2004, más orientado al Black Metal de ambiente gélido y pagano del norte de Europa.
Las guitarras se mueven entre riffs melódicos, la contundencia del Pagan Metal y el trémolo del Black Metal, al igual que las baterías se vuelven más rápidas y agresivas al abandonar el ritmo más épico del estilo que manejan.
En lugar del Folk que comenté al principio, se basan más en esos teclados como campanillas de viaje invernal que podríamos encontrar en grupos de Black Melódico gélido como Catamenia o Black Swan, aunque no lo hacen tan bien como ellos y llega casi a ser monótono cuando te das cuenta del gran parecido de las canciones por ello. A veces no se olvidan de su inclinación folklórica en alguna melodía, y las acústicas hacen acto de presencia aunque sea muy moderadamente.
También aparece poco el estupendo cántico pagano, dejando el protagonismo casi total en las azuladas garras de la voz rasgada blacker.

Es posible que no sea el mejor disco del grupo, sobre todo para quien prefiera a Pagan Reign bien engalanado de Folk, pero como disco sobriamente invernal está bastante bien y a mí me ha entretenido.

viernes, 17 de diciembre de 2010

SACRILEGIUM - Wicher


Volviendo a Polonia, aquí tenemos un álbum de Black Metal de los 90 que merece la pena, el único disco completo que editaron en 1996 si exceptuamos demos, splits y recopilaciones. Un disco bien escondido en el underground que ahora vamos a analizar debidamente.

Al igual que otros compatriotas suyos, beben mucho de la escuela escandinava, con esa fina y constante distorsión con el sello estampado en sangre de Darkthrone, y esos blast-beats de batería que dominan los ritmos del álbum a excepción de cuando se da una tregua a las partes más atmosféricas.

Y, también como otros tantos grupos de la Europa del este, aportan su toque particular con las oscuras atmósferas de paganismo eslavo. Más o menos como lo hicieron Behemoth en su debut “Sventevith”.
La mayoría de las canciones incluye, en mayor o menor medida, unos teclados sencillos pero muy eficaces en su función, que no es otra que incrementar el ambiente de paganismo y magia ancestral de los rincones más ferales del bosque. Tienen estos teclados un toque que me recuerda un poco al de grupos noruegos como Gehenna y Odium cuando los usan de forma ligera y etéreamente misteriosa, e incluso un aire a lo ucraniano, verbigracia Nokturnal Mortum.
Para aumentar un poco más si cabe el aura de hechicería, aparecen lóbregas voces narradas y cánticos; aunque de manera escasa, pues la voz protagonista (que desgarra las letras exclusivamente en polaco) es una rasgada bastante podrida, como de un vetusto sacerdote de algún culto a un reptiliano dios de las florestas.

Te gustará si deseas indagar en algo al estilo de Infernum, el citado debut blacker de Behemoth, o los propios debuts de Profanum o Negura Bunget por ejemplo. No será tal vez de lo mejor ni original, pero está bien hecho dentro de sus parámetros y cumple.

lunes, 13 de diciembre de 2010

BORKNAGAR - Borknagar


Ya que nombré este disco en una entrada anterior, pues no estaría nada mal recordarlo.
Son tantos los grupos que adquieren su sonido particular a partir del segundo disco o el tercero, con un debut más estandarizado y que normalmente suele ser más crudo. Un debut así puede ser un trabajo tosco y como sin acabar, pero otras veces es algo muy digno que puede quedar eclipsado por la posterior fama.

Pues bien, corría el año 1996 cuando estos noruegos lanzaron su debut homónimo, cuando Noruega estaba bien servida de discos de Black Metal y a ellos les faltaba sacar su segundo disco para despuntar más. Y muy bien que está para mi gusto, siendo ese Black Metal con suculentas dosis de Viking pero sin ser tampoco a lo Windir o Myrkgrav. Domina más el elemento blacker, a la manera de los primeros Enslaved, Frostmoon, Hades o Kampfar.

Ya se nota nada más empezar el primer tema, que tiene baterías poderosas del estilo blacker y feroces guitarras con la robustez de añosos robles, aunque también se distribuyen ritmos más rebajados a lo largo del álbum. La parte más folklórica de su influencia pagana se deja casi para los temas instrumentales, pero en las canciones aparecen algunas acústicas y ese fantástico coro vikingo.
Esto, hablando de voces ya, hay que tratarlo aparte, pues su vocalista (al igual que en el segundo disco) fue Garm, el mismo de Arcturus y Ulver, y me regala los oídos con sus rabiosas rasgadas de carnívoro en invierno (parecidas a las que aportó en Gehenna como invitado). De cuando en cuando, no mucho, aparece esa voz coral con tono profundo y masculino que da el toque de hosquedad de torvos guerreros, al igual que los dispersos teclados.

Ya sé que la mayoría preferirá lo posterior, sobre todo quienes sean más amigos de lo elaborado, y seguidores de los posteriores vocalistas (Vortex y Vintersorg), pero para los que nos gustan las cosas más Black esto es un disco estupendo.

viernes, 10 de diciembre de 2010

SVARGA - Symvol Voli


Hoy toca material de Ucrania, país en el que bastantes bandas coinciden en tocar un Black Metal que combina el sinfonismo heredado de Emperor con melodías folklóricas. Aparte de los grupos claramente en onda Black-Folk (Kroda) o claramente a lo Black Sinfónico (Capitollium), pero lo que nos ocupa ahora es uno de esos grupos que sintetizan ambos aspectos.

Conocí a Svarga (representación con nuestro alfabeto del nombre de la banda) por la lejana conexión con Kroda al haber militado aquí su vocalista, y me topé con un buen EP del 2004 y luego con este debut de 2003 cuyo título traducido es “Símbolo de libertad”.

Pese haber sido editado en esa fecha, suena realmente a esos grupos con teclados ucranianos de finales de los 90, me refiero a Nokturnal Mortum y Lucifugum. A las guitarras de robusta distorsión y ritmo machacón añaden unos teclados nubosos que en momentos recuerdan a los del debut de Emperor además de a los dos grupos citados, y también esas melodías folkies recreadas con el teclado en la onda de bandas como los rusos Ashen Light (recordé mucho su primer trabajo del 99 al oír este disco).
Aunque la cosa no está muy equilibrada para mi gusto, hay cuatro temas sinfónicos y foklóricos, pero por otro lado tenemos un par de ellos más sobrios; uno sólo tiene del teclado la intro, y el otro nada directamente, siendo sencillamente dos temas de rudo Black Metal eslavo. No es que esté mal eso, pero a mí me desentona dentro del álbum.

También resultan ser muy eslavos con el tema vocal, porque la voz es la característica rasgada que parece ser de un reptil inmenso y gordo más que de un hombre.
No será nada nuevo para quien sea un devorador del Black Metal del este europeo, pero puede ser una interesante adición para quien se sienta interesado por la onda de Nokturnal Mortum y compañía.

martes, 7 de diciembre de 2010

HADES - Dawn Of The Dying Sun


Ya que reseñé antes un grupo de Black Metal de paganismo polaco, ahora toca el turno de lo noruego, con el segundo álbum de 1997 de Hades, quienes se cambiaron el nombre por Hades Almighty y parece que dejaron lo vikingo por cosas más modernas.

Por el nombre griego, y la portada y título del álbum tan doomsters, no imaginaría yo de primeras qué estilo es exactamente, pero aquí tenemos un Black Metal con muchas texturas de Viking Metal.

Tiene esos ritmos heredados de los padres Bathory, cómo no, pero en las guitarras y voces se deja notar muy a las claras que nacen del Black Metal noruego, con esas guitarras firmes y poderosas, que con su distorsión también se recrean en agradables melodías. En esto me recuerdan a cuando los viejos Enslaved se ponían más épicos, como por ejemplo en el último tema de su famoso “Frost”, e incluso a discos de Black Metal de tiempos lentos y guitarras gruesas como Bloodthorn en su disco debut.
Aparece a veces el estupendo cántico pagano de discos así, pero poco si tenemos en cuenta que la verdadera protagonista es la voz rasgada, con ese tono agudamente rasposo de los citados Enslaved o Primordial en su primer disco blacker.

Esas pinceladas de coro vikingo no son el único toque épico, también en algunos temas se incluyen las casi infaltables acústicas, escasos momentos de teclado y en el último tema unos violines con un poco de arpa de boca. Esto último hace que ese tema final, junto a sus voces claras, sea un cierre final muy épico que merecía el disco, justo tras una melancólica instrumental de flauta (o teclado simulándola más bien).

Recomendado tanto si te gusta el Black noruego como lo vikingo, y teniendo en cuenta que la parte blacker es la base, sin ser tan épico y folkie como Windir, Myrkgrav o similares, más bien como las bandas citadas o el debut de Borknagar.

lunes, 6 de diciembre de 2010

WEREWOLF - The Temple Of The Fullmoon


Hace poco me enteré de que esta banda de Polonia sacó disco nuevo el año pasado, yo dándome cuenta tarde de cosas así, como siempre, lo que me brinda la ocasión de analizar su anterior disco porque me gustó más.
Como pasa con tantas bandas de Black Metal polaco, que suelen estar relacionadas por sus músicos en común, aquí igual, porque directamente sus dos miembros son los mismos de Iuvenes (aquí reseñados hace apenas un mes).

Mientras que Iuvenes son más épicos y con marcadas influencias de la onda vikinga de Bathory, incluso con atmósfera casi cinematográfica, la música de Werewolf está más afianzada en el Black Metal nórdico.

Este lobuno debut de 2005 nos muestra unas guitarras espesas y rudísimas, con una solidez austera que no alardea con ninguna floritura, sencillamente como los peñascos abrasados por el sol y luego resquebrajados por las heladas nocturnas. Hasta aquí recuerda sus influencias escandinavas, pero pasadas por el tamiz del característico sonido pagano de los grupos polacos, que en este caso se manifiesta con una batería que se desenvuelve con naturalidad en los medios tiempos y no llega a ser del todo veloz en los momentos más contundentes.
También hacen gala del sonido pagano eslavo con las ambientaciones, apareciendo en bastante abundancia unos órganos de noches en las que aflora el lado feral del hombre, y en menor medida unos sintetizadores oscuros con efecto casi coral. Esto se hizo más prominente en su segundo disco del pasado 2009, llegando casi a acercarse a lo que gustan de hacer sus compatriotas Hellveto.
Quien haya escuchado a Iuvenes ya sabe qué voz se encontrará aquí, esa hosca rasgada con aspereza arenosa como la de los húngaros Sear Bliss. Y nada más.

Recomendado sin duda a seguidores de lo polaco, y de otras cosas como Perun, Sear Bliss, Rossomahaar o los primeros Negura Bunget.


viernes, 3 de diciembre de 2010

ENTHRONED - Prophecies Of Pagan Fire


Aquí tenemos un disco con magnífica portada ceremonial de Kris Verwimp, ese artista belga a quien conocemos por sus portadas de bandas del rollo Viking y Folk, y que ha sido un buen colaborador para bandas de Black Metal de su país. Ha pintado las de grupos belgas como Avatar, Signs of Darkness, Infernal Beauty o Axamenta, pero el más célebre es sin duda alguna Enthroned.

Con una dilatada carrera a sus espaldas y sin haber degenerado aún, en este debut de 1995 nos muestran que siempre hicieron aquello por lo que se les conoce: un Black Metal rápido y agresivo, sin más misterio.

El disco no presenta intro ni ningún corte instrumental, entregando directamente diez canciones de furioso Black Metal que suelta espumarajos de sangre por sus fauces, con unas guitarras de velocidad y densidad venida de la escuela de los violentos grupos suecos. Del mismo modo que la batería se regodea en el clásico ritmo blacker que persigue presas con el fuego palpitando en las sienes, aunque cediendo de cuando en cuando al permitirse pasajes más atmosféricos.
Ahí tengo para mi gusto uno de los mejores puntos del álbum, que no cae en la monotonía de tocar todo el tiempo a velocidad cafre, y tiene ese gusto añejo en los momentos de atmósfera. Para ello se valen de unas pocas acústicas, y sobre todo de partes de sutil teclado con todo el sabor de los 90, incluyendo efectos como el sonido de campanas, que recrean esas noches de ritos innominados donde las llamas resplandecen ante muecas grotescas.

No hace falta estrujarse los sesos para suponer sobre qué tratan las letras, estamos ante los manidos tópicos demoníacos del estilo, escupidos por una voz rasgada con ese toque guarro que me gusta (aunque tampoco es tan puerca como la voz de sus compatriotas Avatar).

Formó parte de una edición especial que incluye cuatro discos juntos de la banda, pero mucho me temo que afecte a los artworks originales y mejor será tener por separado el disco o discos que prefieras.
Aquí lo tienes si te gusta este tipo de cosas tan reconocibles.

jueves, 2 de diciembre de 2010

GRAVELAND - Carpathian Wolves


Para empezar diciembre, recordemos un disco de una de las bandas polacas más emblemáticas y con más reconocimiento fuera de su país. Escojo el debut de 1994 (tras varias demos y un EP), cuando aún era una banda completa y se dejaba notar mucho la influencia noruega.

Aún estaban por llegar los tiempos en que quedase Rob Darken al frente de Graveland como banda de un solo miembro, antes de incorporar notables influencias de Bathory para desembocar en un estilo tan épico que cada vez se acerca más al Viking Metal.
Aquí se siente más la vena de Darkthrone, pero moderamente porque para nada los calcan, teniendo ya desde el debut un punto épico que marcaría el devenir de la banda y de muchos grupos posteriores. Porque es curioso que Graveland, teniendo claras influencias de grandes bandas, también a su vez ha sido poderosa influencia para grupos de hornadas más recientes.

La batería no marca todo el tiempo el ritmo avasallante del clásico Black Metal, pero las guitarras sí separan la carne blancuzca de los huesos, con esa distorsión del estilo que ya conocemos y tanto nos gusta.
Rob Darken hizo un buen trabajo ese año al tocar los teclados para Infernum, y en su propia banda no fue para menos, aunque de manera distinta. En Infernum agregó mayor cantidad de teclados, pero en forma de cortina de humo negro apestoso; y en este disco son más dispersos y aparecen en momentos escogidos para dar más atmósfera a la manera de los viejos Satyricon o Abigor, dando ese toque ancestral de terrores medievales. La verdad es que encaja eso con el título del álbum, creando paisajes de noches cárpatas como cuando aparecen los sutiles órganos.
La voz, pues sencillamente es una rasgada de horrendo batracio enorme, resonando en la humedad de cualquier rincón demasiado infecto para el hombre.

Fue un gran año para esta gente por haber salido entonces este disco y el de Infernum, y si te gusta el Black Metal con un toque de oscuridad pagana, aquí lo tienes por si aún estás empezando y no conocieras este álbum.