Rescato una vez más de las primeras entradas del blog un disco por lo especial que lo considero.
Decía en la entrada de Ewigkeit lo poco que comprendo algunas evoluciones extrañas, mientras que en otros casos sabemos perfectamente el motivo…
Es odioso comprobar que grandes actos del Doom Metal y el Doom-Gothic acaben convirtiéndose en Gothic pasteloso, e incluso descaradamente comercial como en este caso, pero por lo menos quedan los primeros discos para disfrutarlos y eso es lo que cuenta.
Os presento el segundo álbum de 1997 de estos alemanes, el que personalmente considero el mejor aunque su posterior “Memorandum” es otra obra de arte y la gente lo suele preferir. En todo caso es mejor que el disco anterior, habiendo pulido y estilizado más su elegante y poético Doom-Gothic en el que, sobre una base de guitarras doomsters y profundas guturales, añaden una densa capa de atmósfera con teclados, pianos, voces recitadas y algunos elementos adicionales como son las voces femeninas líricas y toques de violín y flauta.
El contraste está servido como vemos, con pasajes de palpitante Doom Metal atmosférico que da paso a frecuentes momentos de más calma, incluso con gusto por lo acústico, entrelazando los distintos tipos de voces y siempre manteniendo un aire indudablemente romántico y lírico muy de acuerdo con el artwork basado en pinturas renacentistas.
En las letras utilizan el inglés, el alemán e incluso se atreven con el latín en una obra donde palpita la vena más romántica del Doom, que satisface tanto la voracidad de fans de My Dying Bride como de Tristania.
Este disco no puede encontrarse original en la actualidad, teniendo que conformarnos con buscar en lugares como Ebay o comprar las reediciones rusa y coreana en las que las canciones duran algo menos, una pena, pero tú puedes disfrutar ahora de la música aquí contenida.
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