Vuelvo al Gothic Metal con uno de los grupos imprescindibles del estilo, y además con un álbum con un más que notorio regusto doomster, porque (como he dicho tantísimas veces) para mí el mejor Gothic Metal es que deriva del Doom Metal conservando resonancias propias de dicho estilo.
Esta banda noruega que despareció por un tiempo es una de las más celebres de su país en cuanto a Gothic Metal junto a Theatre of Tragedy, Tristania y Trail of Tears, y precisamente su sonido no anda muy alejado de esas bandas.
Diría que a quienes más se parecen es a Theatre of Tragedy por su propuesta altamente doomie, siendo más bien Gothic – Doom, con canciones largas que pecan un poco de resultar lineales por el tono Doom que apenas abandonan; pero por otro lado eso supone ingentes cantidades de melancólica belleza y sensaciones como la fugacidad o la sombría aceptación de lo inevitable. Precisamente la canción que se titula igual que el disco es muy doomster en la mayor parte de su extensión. Para su siguiente disco se volvieron más dinámicos, de manera incluso agresiva.
Es inevitable hablar del dueto vocal entre guturales y voces femeninas, aunque no es a la manera de Theatre of Tragedy exactamente. La voz de Anita Auglend es delicada al estilo de Liv Kristine en vez de ser una soprano como en otras bandas, pero no tenemos un dueto en todos los temas por igual, habiendo una canción con protagonismo de Anita, una en la que sólo canta ella y otras con un papel muy activo por parte de las guturales.
Las vocalistas femeninas se suelen llevar siempre los elogios, y Anita se lo merece desde luego, pero yo quiero romper una lanza a favor de la voz gutural porque es muy buena, muy profunda como si fuera un oso polar el vocalista.
Otro aspecto especialmente interesante en este álbum es el que concierne a las atmósferas, contando con dos teclistas que aportan un sedoso velo de teclados constantemente, muy ambientales y lejos de ser los teclados de relleno de otras bandas. También hay violín, algo que es habitual en muchas bandas de Doom y Gothic, pero resulta que aquí es un instrumento que se luce a lo grande, siendo el disco con más violín que conozco. El violinista resulta ser Pete Johansen, el mismo de Tristania, Sirenia y Morgul, siendo natural que el hombre exhiba su talento e incluso haga un solo.
Las letras son tipiquísimas del estilo, y en los títulos de las canciones podemos ver la progresión de ese amor destinado a la desgracia hasta acabar sumido en las sombras. La presentación tiene un detalle curioso, que las chicas de la portada son la vocalista y la teclista.
Lo dicho, un disco fundamental del Gothic Metal y una obra maestra de la música melancólica en general.
3 comentarios:
hola! se ve que te dieron ganas de re-postear algunas cosas.:-) gracias por tan buena musica. ahora, el pedido interesado:
me gustaria que hicieras un compilado como los que hiciste con el Black Sinfonico y con el Doom pero esta vez con el Gothic Metal, ya que has puesto bandas mas que interesantes como the sins of thy beloved, impromtus ad mortem, tristania, lacrimas profundere, penumbra, etc... ya que son un numero de post relativamente reducido.
desde ya muchas gracias
Y aún me apetece volver a postear un par de cosas más, jeje.
OK, ya tenía pensado en un recopilatorio de Gothic Metal y otro de Funeral Doom, los subiré cuando haya elegido bien los grupos y canciones ;)
Este disco es sencillamente magnífico.
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