miércoles, 16 de mayo de 2012

DRAPSNATT - Skelepht



Fructífera carrera la de esta joven banda sueca, que habiendo debutado en 2009 ya va por su tercer disco.
Y encima sin decaer ni acabar involucionando miserablemente como otros grupos prometedores que acaban disgustándonos con fiascos.

Vuelven a elaborar su curiosa fórmula de Black Metal con eclécticas atmósferas que juegan con sonidos depresivos, regustos Folk y muy buena mano con los pianos. Una verdadera espiral en la que los estallidos blackers con voces desquiciadas se arremolinan en torno a fragmentos de contemplativa depresión y destellos de belleza.

Una aparente muralla de distorsión zumbante cubre todo el disco, y digo aparente porque esas guitarras están más ordenadas de lo que parece y no es tan caótico como se podría pensar. Así es como raspan el umbral de la cordura con esos momentos abrasivos y rápidos a los que contribuye mucho la particular voz del grupo, que tiene de base esas rasgadas suecas tan afiladas y la que añaden tonos del estilo depresivo, amén de unas pocas guturales, voces narradas y algún coro limpio aislado.

Intercalan con atino esa agresividad desesperada con momentos muy calmados en los que las guitarras acústicas nos recuerdan una vez más a los grupos de Black Depresivo, pero sin caer en clichés repetitivos ni monótonos. Y del mismo modo afloran esas partes de teclados, sobre todo unos serenos pianos con toda la  la atmósfera de ensimismadas meditaciones mientras la transitoriedad diaria nos abruma. Agreguemos además movimientos épicos de mano de ciertas pinceladas de teclado y las voces claras de un par de temas.

Imagina si te interesa una fuerza combinada de depresión, epicidad, agresiva demencia, atmósfera melancólica y la sutilidad del piano. Creo que surtirá más efecto que pararme a pensar en grupos parecidos para recomendar el que será uno de los mejores discos del 2012.




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