domingo, 14 de diciembre de 2008

MORPHIA - Unfulfilled Dreams


Los últimos movimientos de este otoño que ya va tocando a su fin piden una entrada doomster, y además ayer disfruté de lo lindo oyendo este gran debut mientras la lluvia y el viento golpeaban los cristales de mi ventana.
Esta reciementemente desparecida (por desgracia) banda de Holanda, buen país para el Doom Metal como sabemos, llegó a editar tres discos y este que os presento es su debut donde nos muestran su esencia más doomie, aunque hay que decir también que no es uno de esos grupos que acaban haciéndose góticos tras un par de buenos álbumes de Doom Metal.

Ya reseñé su segundo trabajo "Frozen Dust" donde daban rienda suelta a su lado más dinámico y potente, pero este primer disco es al estilo del "Reason" de sus compatriotas Officium Triste por hacer una comparación, con ese Doom que incluye no pocos momentos de apática melodía entrelazados con su Doom-Death inspirado en My Dying Bride, con el añadido de un aura sinfónica de mano de unos de los mejores trabajos de teclados vistos en el estilo.
Sus casi sesenta minutos de duración sólo incluyen una breve instrumental de apenas un minuto, con lo que tenemos casi una hora de esencia doomster con largas canciones de entre siete y diez minutos, pequeño problema para los que no sean muy aficionados a los discos lineales pero ideal para quienes deseen dejarse atrapar por su seductora melancolía.

Unas tristes notas de piano son el comienzo del primer tema del disco, que nos introduce en este álbum que pasa de pesadas secciones de Doom-Death a apesumbradas melodías y solos de guitarras con una densa atmósfera de teclados en casi todo momento. Estos teclados incluyen la sencilla elegancia del piano y nos transportan a la húmeda soledad de los páramos y turberas de Holanda, con ese sol invernal que en esas tierras queda relegado a ser un débil disco atrapado en un cielo perpetuamente gris.

La temática es la que todos podemos imaginar, totalmente melancólica de manera que es extrañamente reconfortante al igual que su atmósfera, interpretada con una voz sobre todo gutural que en pocas ocasiones se dejan apoyar por voces limpias, narraciones y aún más escasas voces rasgadas.

Esta época del año es ideal para que disfrutes de su cálido efecto letárgico con un disco que no pueden perderse los amantes de Officium Triste, Saturnus, Inborn Suffering, Necare o Blood Tears.

1 comentario:

Doomstermaniac dijo...

Hola World Doomination,

Realmente tus comentarios son cada vez mejores. Este que haz hecho es realmente un poema a la absoluta melancolia que todos los doomsters llevamos dentro.

Este disco es una oda invernal, para sumirnos en aquella larga oscuridad de estos frios dias!

Saludooms.