jueves, 17 de septiembre de 2009

THYRANE - Symphonies Of Infernality


Y como contrapunto a la profunda melancolía de la entrada anterior, ahora toca algo más enérgico y con vigorizantes efectos.
Thyrane es una ya desaparecida banda de Finlandia que debutó con este álbum de 1999 tras su demo “Black Harmony” de 1998, que mostraba cierta influencia de los dioses Emperor. Ésa es la parte que más me interesa de su trayectoria, ya que luego editaron un disco que no me llamó la atención para acabar después inclinándose por la electrónica, pero eso ya es cuestión de los gustos de cada uno.

Nos queda más o menos claro el estilo al ver el tipo de portada, con ese dibujo de Gustave Doré de las ilustraciones del “Paraíso perdido” de Milton (cosa que ya hicieron Emperor con “Anthems to the welkin at dusk”), información que nos completa el título del CD, siendo entonces un Black Metal pretendidamente infernal.
Y así es, tocaban un Black Metal bastante potente con teclados sinfónicos de fondo. No falta quienes comparan con Dimmu Borgir, como siempre que un grupo toca con teclados, pero la verdad es que no tienen esos teclados tan dominantes del grupo noruego, y yo más bien diría que se parecen a otras bandas finesas como Alghazanth o Autumn Verses.

Tras su intro nos sueltan encima las tres canciones en las que más se lucen los teclados, aunque después comprobamos que en realidad los teclados tienen un papel más secundario en los demás temas. De todos modos nunca restan protagonismo a los otros instrumentos, estando más o menos equilibrados, con guitarras contundentes y baterías rápidas y aplastantes, les gusta mucho la caña con sentido (que está contrapuesta a la caña porque sí).
Precisamente los temas donde los teclados juegan un papel más destacado son las que me parecen las mejores, para muestra ahí están “Satanist” y “Black atmospheric madness”, las joyas del disco con sus sinfonías desenfrenadas y apabullantes. Y no está de más aclarar que no recurren a pianos ni similares como otras bandas del estilo, sólo unos pocos órganos sencillos en un tema, ya que la atmósfera que quieren transmitir es supuestamente diabólica (no hay más que ver los típicos y ridículos títulos de canciones); en todo caso se puede decir que lo consiguen.
Otra canción que podemos destacar entre las otras más pasables es “Crimson halls of blood” con su parte acústica. Y lo único que me queda por comentar son las voces, que en este CD consisten simplemente en unas rasgadas bastante embrutecidas que no varían casi nada, a tono con lo tajante del disco.

Concluyendo, un CD para quienes buscan entretenimiento sin pretensiones, y con buena producción que no echará atrás a los que no son capaces de saborear lo underground. Y claro que gustará a fans de cosas como Dimmu Borgir y Old Man’s Child a pesar de que no sean exactamente lo mismo, eso es casi obvio.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran punto el de la atmosfera ''maligna'' en todo caso es una muy buena pieza de larga duración

Mournohl dijo...

Su estilo me parecio como el de un carnaval diabólico, mas que nada porque no se toman los temas tan encerio. Buena caña, teclados simples pero con bastante presencia y melodías pegadizas, guitarras con caña, caña y mas caña. Tienen ese aire del Old Thrash que lo hace diferente de otras bandas de Symphonic. Muy buen disco, lastima que dejaron atrás este estilo.

Carlos dijo...

Muy de acuerdo contigo, el toque Thrash en las guitarras le da personalidad en comparación con otros discos sinfónicos, y hace que sea más cañero y rompecuellos.