
Me permito hoy comentar algo a petición de un lector, quien me ha dejado amablemente este MCD de apenas 20 minutos del pasado 2010, pidiéndome que le dedique unas líneas y allá que voy a responder a su sugerencia.
Después de un anterior EP llamado “Felix Culpa” de también el año pasado, se pasa a un lanzamiento más elaborado y que suple defectos de su precedesor, con portada por cierto con nuestro alcázar de Segovia una vez más (recordad a Tartaros y Helgrindr).
Siendo un proyecto en solitario por parte de este músico brasileño, su creatividad personal es lo primero, creando a su gusto una combinación ambiental de influencias del Black Sinfónico con la música clásica. Aunque tocar en solitario también conlleva que otros músicos no pueden ayudarle a tocar los otros instrumentos que no son el teclado, aquello que sí maneja muy satisfactoriamente, con sus estupendos pianos, teclados celestiales y sonidos épicos. Las guitarras por su parte están en segundo plano y son mínimas, como en los primeros AevLord, y los ritmos son lentos como es de esperar en un álbum atmosférico.
La voz rasgada ha mejorado desde su anterior trabajo, mucho, aunque sigue sonándome forzada y aún tiene que pulirse, recordándome un poco al registro tan agresivo y tosco de Mystic Circle, junto con algunas voces narradas.
Y que conste que esto que comento es de sólo dos canciones, porque de los cinco temas del MCD dos son canciones reales, uno de ellos con una producción más sucia que lo acerca a la demo de Enochian Key (que conste que a mí me gusta mucho), y los otros tres son temas instrumentales de piano y simulaciones de instrumentos de viento.
Aún debe perfeccionar su fórmula, cosa que pienso posible porque este mismo año debutará con más músicos ayudándole.
Después de un anterior EP llamado “Felix Culpa” de también el año pasado, se pasa a un lanzamiento más elaborado y que suple defectos de su precedesor, con portada por cierto con nuestro alcázar de Segovia una vez más (recordad a Tartaros y Helgrindr).
Siendo un proyecto en solitario por parte de este músico brasileño, su creatividad personal es lo primero, creando a su gusto una combinación ambiental de influencias del Black Sinfónico con la música clásica. Aunque tocar en solitario también conlleva que otros músicos no pueden ayudarle a tocar los otros instrumentos que no son el teclado, aquello que sí maneja muy satisfactoriamente, con sus estupendos pianos, teclados celestiales y sonidos épicos. Las guitarras por su parte están en segundo plano y son mínimas, como en los primeros AevLord, y los ritmos son lentos como es de esperar en un álbum atmosférico.
La voz rasgada ha mejorado desde su anterior trabajo, mucho, aunque sigue sonándome forzada y aún tiene que pulirse, recordándome un poco al registro tan agresivo y tosco de Mystic Circle, junto con algunas voces narradas.
Y que conste que esto que comento es de sólo dos canciones, porque de los cinco temas del MCD dos son canciones reales, uno de ellos con una producción más sucia que lo acerca a la demo de Enochian Key (que conste que a mí me gusta mucho), y los otros tres son temas instrumentales de piano y simulaciones de instrumentos de viento.
Aún debe perfeccionar su fórmula, cosa que pienso posible porque este mismo año debutará con más músicos ayudándole.