jueves, 5 de marzo de 2009

MANES - Under Ein Blodraud Maane


Esta astralmente erótica portada pertenece a otro de mis mejores descubrimientos recientes. Resulta muy curioso, una vez más, que este CD haya pasado desapercibido para mí a pesar de ser Black Sinfónico noruego de 1999, características que lo hacen como diseñado especialmente para mí, tal vez sea porque la fama de la que gozan este álbum y sus tres demos en el underground me hicieron pensar en algo muy crudo y discreto.

Lo primero que pensé al empezar a escuchar este álbum debut es que su propuesta es más o menos similar a los primeros Limbonic Art y los dos discos intermedios de Obtained Enslavement, por tratarse de Black Sinfónico en el que la agresividad blacker no está nada reñida con el sinfonismo; aunque basta con escuchar un par de temas para comprobar que son menos barrocos y rebosantes de teclados que las dos bandas citadas, teniendo unos teclados más en segundo plano pero igualmente agradecidos.
Se basan más por lo tanto en crear auténticos muros de riffs, pues tienen un punto especial de distorsión en las poderosas guitarras y resulta bastante abrasivo. No puedo decir lo mismo de la batería, que creo que es programada y no suena todo lo contundente que podría, pero tampoco es un gran inconveniente para mí.

Por esta época el grupo resultaba ser un dúo, y además uno de ellos no llegó a formar nunca parte de su nuevo rumbo musical que practican hasta la actualidad (pasaron a experimentar con el Jazz y la electrónica). Ese miembro era el vocalista, poseedor de una voz tosca y tradicional al estilo Darkthrone, y también interpretaba algún que otro momento con una voz narrada como de otro mundo.
Y el otro músico era quien se encargaba de todos los instrumentos, incluidos los teclados; estos sintetizadores no tienen un papel tan prominente como en otros grupos que suelo reseñar, estando relegados por lo general a crear atmósferas de fondo que por cierto no tienen desperdicio, aunque tienen sus buenos momentos de lucimiento como cuando aparece un oscuro órgano en el primer tema, o esos misteriosos pasajes de piano que dejan caer con no poca frecuencia.

Dura alrededor de treinta y siete minutos y se hace bastante corto (al menos a mí), pero no sobra nada de minutaje en instrumentales porque no las hay, y se mantiene el nivel a lo largo de sus seis temas y sólo la tercera canción es un poco distinta al resto por no ser sinfónica e incluir un extraño solo de guitarra. Me parece raro que este disco no goce de mayor reconocimiento que el que he visto en los círculos del underground, porque es un buen álbum y tiene un mínimo de personalidad, ahora tú decides.

1 comentario:

Diego Bravo dijo...

igual encontre este disco de casualidad, y lo encontre muy bueno, no conocia mucho de la banda, asi que como ves fuimos 2 que estaban colgados.
gracias por el aporte, ya que el disco lo tenia con fallas.