Llevaba tiempo considerando reseñar el debut de 2020 de esta banda de un solo miembro de Estados Unidos, pero el año pasado me gustó muchísimo más este álbum que me conquistó por completo.
Aunque debería decir que fue uno de sus álbumes del año pasado, pues este músico mexicano que también anda tras Sadness (banda que igualmente me gustaría reseñar algún día) lanzó ni más ni menos que tres discos en 2022 siendo éste el más reciente.
Entrando en faena para desgranar este disco de tan prolífico músico que compone utilizando un lenguaje inventado (ya se ve en el largo y extraño título del álbum), hay que comenzar por señalar que nos adentramos en la densa oscuridad del Black Metal combinado con Ambient, estilo que está saliendo mucho por el blog al ser algo que termina por ser similar al Black Sinfónico de los 90 que siempre adoré.
Se autodefine como "la llave a la verdadera magia perfecta, verdaderos deseos y placeres fantásticos, y este distante lugar mágico". Tras esto y recalcar lo acorde que me parece la portada con la luz del fuego brillando en las sombras, conviene señalar lo crudo y distorsionado que es el Black Metal que contiene el CD, muy sucio y arrasado por las llamas pero con espacio para muchos momentos de inusitada belleza de mano de los teclados ambientales que saben recrear con mucho acierto unos pasajes memorables.
La sencillez es la norma, siendo por lo tanto muy destacable que de esa manera sin complejos ornamentos se pueda crear una atmósfera tan tenebrosa como seductora, que atrae hacia la luz hasta arder en dolorosa pasión, latiendo al compás de la desquiciada voz rasgada que se diría muy similar a la del suicida estilo desollador del Black Depresivo.
Todo esto en sus dos extensos temas escoltados por dos instrumentales, donde el estilo de grupos de Black-Ambient como Arkhtinn o Darkspace se da la mano con el sinfónico estilo de Evilfeast o Demonist.
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