Si a mediados de los 90 surgió la mejor generación de Black Sinfónico con grandiosos clásicos del estilo, ahora en la actualidad estamos asistiendo en estos años recientes a una verdadera oleada de Black Atmosférico con inspiraciones medievales y fantásticas del legado de los ya míticos Summoning.
Ese terreno por entonces poco explorado está hoy día en una época dorada de bandas que desarrollan grandiosos álbumes que en su momento podrán ser recordados como ahora hacemos con los discos noventeros. Eldamar, Emyn Muil, Erebos, Cân Bardd, Sojourner, Elderwind, Fable, Forlorn Citadel, Belore, Beleriand... larga es la lista a la que añadimos el proyecto en solitario Dwarrowdelf desde el Reino Unido.
En su debut de 2018 "The Sons of Fëanor" ya la cosa era más que prometedora, un muy buen álbum que sin embargo tuvo unas continuaciones poco convencionales al seguirle un disco puramente instrumental y otro solamente con voces limpias. Por suerte, en 2020 ha visto la luz un álbum que vuelve a seguir las directrices de Black Épico del debut llegando a pulir y mejorar su estilo.
Cuando hablamos aquí de Black Metal ha de tenerse en cuenta que no es en su acepción más pura, siendo más bien una liviana influencia para su base sobre la que asienta las estructuras atmosféricas y épicas. Sus guitarras de corte casi clásico, muy al estilo de los grupos melódicos del norte de Europa. son generosas en melodías (valga la redundancia) y sobre ellas fluyen de manera muy orgánica las ambientaciones de fantasía épica cantadas por voces rasposas de corte discreto y frecuentes voces claras acompañadas por coros, como si fueran gestas heroicas cantadas por trovadores en la fastuosa corte o bardos en concurridas posadas. Los ritmos son ciertamente variados y se escapa de los patrones más lineales de los padres Summoning, siendo este proyecto más dinámico y menos grandilocuente.
Más que recomendado si te gusta el amplio elenco citado, sin ninguna duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario