jueves, 30 de junio de 2022

ATRIUM NOCTIS - Aeterni

 




He aquí otra de esas recomendaciones aleatorias que te hacen las plataformas musicales. Realmente ya conocía este grupo alemán con "Home", el disco justamente anterior a éste, pero no lo recordaba mucho que digamos y me ha venido bien refrescarme la memoria con qué hace exactamente esta banda.

Lo que encontramos en este disco 2017, el cuarto de sus cinco álbumes hasta la actualidad (el último es de este mismo año), es Black Sinfónico al estilo típico de esas otras bandas alemanas que surgieron a la sombra de grupos mejores tras la oleada de grandes agrupaciones de los años 90. Si menciono a los primeros Cryptic Wintermoon o Riger, por supuesto también alemanes, nos podemos hacer una idea, pero para quien no los conozca se aclarará diciendo que es Black Sinfónico a medio tiempo con constantes teclados de modesta elaboración y un nivel que no es excelente pero sí resulta aceptable.

Los ritmos ya hemos señalado cómo son, mientras que las guitarras simplemente cumplen con su función sin alardes pero tampoco destacando con el punto crudo del estilo que les hubiera venido bien.
Tienen esos teclados que me recuerdan, aparte de las bandas mencionadas, a los que se suelen escuchar en las demos de grupos primerizos, generalmente sencillos y con una consistencia etérea que a veces se luce más con pianos u órganos, incluso en un tema concreto con sonoridades épicas y Folk que francamente se me hacen extrañas en el conjunto del disco. El juego vocal incluye rasgadas blackers, otras más graves y una voz femenina muy bien empleada que hace que tenga ese toque de Gothic-Black que tal vez tendrían que haber explorado mejor.

En definitiva no es un disco que vaya a decir que me parece recomendadísimo, pero me ha entretenido. Si se hubieran centrado más en definir su estilo, como decía con respecto a su faceta gótica, seguramente hubiesen conseguido un resultado más atractivo.



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lunes, 27 de junio de 2022

THY SERPENT - Forests of Witchery

 




Con una sencilla portada boscosa, que ni tiene logotipo ni el título impresos en ella, llegó en 1996 desde Finlandia el álbum debut de Thy Serpent suponiendo también su estreno como banda real al reclutar su fundador tres músicos más (uno de ellos el recientemente fallecido Agathon del grupo Gloomy Grim en la batería) tras haber lanzado sus demos en solitario.

Tratándose de Finlandia, con esta portada y estando en este blog ya podéis suponer que vamos a hablar de Black Metal, por supuesto, pero matizando que es de un corte muy melódico con influencias sinfónicas e incluso de Gothic-Doom, toque este último que se perdió en discos posteriores de la banda. 

Las guitarras tienen un mínimo de la aspereza del género, sobre todo viniendo de un disco de los 90 con su típica producción de aquellos años, pero desprenden también melodías por doquier y llega a tener cierto aire a grupos del estilo de los debuts de Ulver o Agalloch. La variedad está a la orden del día y se llega a pasar de temas dinámicos y hasta con regusto Folk a otros más volcados a la pura atmósfera con un mayor rol de los teclados atmosféricos que, por cierto, llegan a brillar con luz propia pero nunca están tan presentes como para que consideremos al disco como verdaderamente sinfónico.
En la voz también se nota esta mezcolanza. Es eminentemente una rasgada blacker como la de cualquier otro grupo finlandés, con algunas añadiduras de voz más grave y unas escasas voces claras que realzan un momento ambiental del tercer corte tras un momento de guitarras tremendamente dolientes que gimen como las de un buen grupo de Doom Metal.

Esto puede gustar por igual a quien disfruta de, por ejemplo, Catamenia al mismo tiempo que de cosas como los primeros Katatonia.


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sábado, 11 de junio de 2022

ASTARTE - Doomed Dark Years

 




La banda griega Astarte nunca fue santo de mi devoción, ese estilo suyo de Black Metal mezclado con Death Melódico no entraba en mis gustos y se me quedaba la cosa en que parecía que su único reclamo era ser una banda de Metal Extremo integrado por mujeres (aunque el baterista de sesión fuera un hombre). Pero supe que me equivocaba cuando un amigo me recomendó el debut y encontré algo muy distinto y acorde con lo que me suele gustar.

Su debut de 1998 (ya viendo el año la cosa tomaba mejor color) era, en cambio, un Black Metal más primitivo con un casi continuo uso de teclados atmosféricos. 
Sucede que, al igual que con Behemoth por ejemplo, sus primeros pasos caminaron por la senda iluminada por la luz de la luna llena, una senda más primitiva y atmosférica que casi se acerca al Black Sinfónico tan propio de esos años. Del mismo modo que el debut de los susodichos Behemoth, este primer álbum se basaba en la repetición y minimalismo con gritos desgarrados y una cobertura de teclados sencilla pero muy presente.
También me recuerda al primer disco de Sacrilegium, otros polacos como Behemoth, de modo que no voy a mencionar nada de la escena griega porque este disco no suena a eso por muchas reseñas que haya por internet queriendo meter con calzador a Rotting Christ.

Los ritmos, a veces rápidos y en otras ocasiones más relajados y ambientales, conducen el amasijo de guitarras sobrias y rudas que en ocasiones incluyen acústicas. Esta herrumbre polvorienta es desgarrada por la voz de Tristessa, muy aullante y poderosa al estilo de esa otra gran vocalista femenina extrema que es Cadaveria durante sus viejos tiempos en Opera IX.
Las capas de teclados se superponen con la misma adustez general del álbum, sin complicados arreglos pero proveyendo constantemente de esa bruma atmosférica que sabían crear grupos como los viejos Emperor y Satyricon.


No diría que sea un disco sobresaliente que vaya a formar parte de mis favoritos, pero sí que lo disfruto mucho y está desde luego recomendado para el amante de lo noventero.


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martes, 7 de junio de 2022

GRAVESPAWN - Re-forged in the Malice of Stygian Fire

 




He visto recientemente un disco nuevo de esta banda estadounidense y no pude evitar retomar este otro álbum de 2017, que realmente no fue un disco nuevo en su momento porque resulta ser la reedición de su segunda demo de 2005 con igual título añadiéndole un "Re" al inicio.

Este grupo, de Estados Unidos como decía, fue curiosamente ideado por su creador mientras hacía el servicio militar en Corea del Sur, creando un Black Metal de añejo corte que permite no pocas efusiones sinfónico-atmosféricas aunque no esté enmarcado realmente en ese estilo del Black Sinfónico.
Inicialmente se inspiraban en la temática satánica antes de sus actuales derroteros más mitológicos y épicos, pero siempre en toda su trayectoria desatando un Black Metal primitivo y fiero en el que las baterías "cacharreras" con turbia producción galopan levantando rescoldos nocturnos junto a la muy abrasada voz rasgada que se mantiene lineal a lo largo de todo el álbum.
Las guitarras son igualmente rudas, de sencilla crudeza en un bloque homogéneo de estacas afiladas al fuego rasgando en esos ritmos rápidos y agresivos.
Hacía mención al inicio de que se incluye algún que otro momento sinfónico. Los teclados no aparecen durante la mayoría de la duración de las canciones, pero lucen con diabólica pasión cuando surgen y en ocasiones toman la muy agradecida forma de órganos de liturgia depravada, también a veces quedando en un segundo plano empastándose con las guitarras.

Es una fórmula vista por enésima vez, muy noventera como me gusta decir por aquí, algo que siempre agradecerá el empedernido del estilo. No puedo decir que vaya a ser de mis discos favoritos, pero cumple con las expectativas que tenemos al escuchar Black Metal y tampoco están nada mal sus otros tres discos que siguen las mismas directrices.


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