miércoles, 21 de noviembre de 2012

MONDSTILLE - Seelenwund




El actual tiempo otoñal es el marco ideal para recibir este disco austriaco, que refleja justamente eso en su portada de jirones de niebla entre los árboles desnudos, con olor a hojas secas mojadas y en la cara el frío que precede a la mañana.
Tienen un debut del año 2008, pero no lo he escuchado y por tanto puedo valorar su corta trayectoria aparte de este segundo trabajo de este mismo 2012, que sí puedo decir que es muy bueno y una grata sorpresa.

Por decir a bote pronto un estilo para encuadrarlo, digamos que el Black Metal aunque lo tengamos que matizar cuidadosamente.
Lo primero de todo es que son muy dados a la melodía, de corte muy sueco, e incluso podemos decir a su respecto que beben algo del Death Metal de la escuela sueca (pero mucho ojo, que no caigamos en pensar en lo que hoy día llama "Death Melódico" la gente). Estas influencias no se notan tanto en la voz, pues sabemos que los grupos blackers suecos con melodía suelen en general ser muy gritones, y estos Mondstille optan más por voces rasgadas bastante bastas para sus letras en alemán, a las que añaden alguna que otra voz hablada para dar ese punto de relato folklórico.

Aunque rebosantes de melodías, las guitarras muestran una cara aguda y compacta en su faceta más directa y cañera, una cara que contrasta con otra más tranquila e incluso melancólica cuando dejan de lado los ritmos de batería más potentes para regocijarse con los calmados momentos con guitarra acústica, piano y lo mejor de todo: el violín. Estamos ante uno de esos grupos que destacan por el uso de tan insigne instrumento, que lo agregan a sus composiciones con una buena dosis de personalidad y sin calcar la manera de emplearlo de otros grupos concretos. Consiguen que su violín suene épico o triste según requiera el momento, cuando se enlaza bien con las partes fuertes o cuando más bien rasguea con hondo pesar.

Es curioso que hoy día aparezca un grupo con violín que no sea un festival de luminosidad Folk ni una cripta de oscuridad Doom, y sin duda te gustará si te van cosas como Dornenreich o Sun of the Sleepless.

sábado, 17 de noviembre de 2012

LACHRIMATORY - Transient




Quedando pocos meses para acabar el año, aún se le puede sacar punta al pasado 2011. Fue por casualidad al escuchar un disco que sí es nuevo de este 2012 cuando me aparecieron estos Lachrimatory que me han gustado como para dedicarles un pequeño espacio aquí.
Vienen de Brasil, país animado, caluroso y tropical de donde uno no se esperaría topar con la oscuridad Doom-Death de álbumes así, aunque ya hay casos doomies conocidos por mí como Blood Tears o Adagio, y un buen repertorio de Doom-Gothic nada desdeñable.

Es un debut muy sólido de buen Doom-Death con toques Funeral y densidad abismal con razonables pinceladas de romanticismo marchito, de manera que es uno de esos discos que no se sitúan ni en el extremo más hosco y depresivo ni en el muy poético y trágico.
La lentitud marmórea es constante a lo largo de sus seis canciones que duran alrededor de los diez minutos, siendo así temas de duración extensa y grisácea pero sin pasarse de oprimentes. Estos guitarrazos de pesadas losas rotas con ritmos monótonos son guiados por una voz predominantemente gutural, que no llega a la cavernosidad del Funeral y es más bien Death, incluso con ramalazos rasgados y alguna que otra escasa voz clara junto con unas pocas narradas que dan un respiro de variedad al igual que los pequeños momentos de guitarras de doliente melodía.

Usan teclados, pero no siempre y de forma medida pero acertada cuando desean acentuar las atmósferas sombría, del mismo modo que a veces suenan unas acústicas del estilo de grupos tipo Evoken. Se ocasionalmente toques más elegantes como el piano, pero sobre todo ese papel lo juega el interesantísimo violonchelo que utilizan con muy buen gusto, resaltando la naturaleza apesumbrada y lóbrega del álbum. La aparición de este instrumento de cuerda nos recuerda gratamente a los viejos tiempos del Doom-Death noventero (aquellos primeros discos de My dying Bride con su violín), al mismo tiempo que conectan tímidamente con el Funeral Doom con su atribulada pesadez y sus teclados oscuros.

Imaginad que tomamos esencias del "Songs of darkness, words of light" de My Dying Bride y del "Antithesis of light" de Evoken con el toque del violonchelo, y si os gusta la idea así es este disco.



martes, 13 de noviembre de 2012

KATAXU - Hunger Of Elements




Limbonic Art es uno de esos grupos de Black Sinfónico que dejaron una fuerte impronta en bandas venideras, que tomaron con mejor o peor gusto esa manera suya de recrear viajes astrales y planos de existencia de ominoso misticismo, con la fórmula de componer teclados de cósmica ampulosidad sobre unas guitarras sencillas de cruda monotonía y galopantes baterías rápidas.

Siempre he incluido al proyecto polaco Kataxu en esa categoría, cosa que no resta mérito creativo a trabajos como este álbum de 2005, donde el aroma del dúo noruego va de la mano con las sonoridades propias de otros polacos como Evilfeast o Astrofaes (pienso en el disco "Dying Emotions Domain" concretamente).

Este "Hunger of Elements" sigue el esquema de contener pocas canciones pero bastante largas, teniendo así sólo tres canciones reales junto con otros tres temas instrumentales, cosa que también le gusta a otros grupos ambientales. Como decía, las guitarras y baterías tienen sencillamente la rudeza propia del underground sin mayores novedades, pero se consigue una atmósfera destacada con el uso de teclados tanto de fondo ensoñador como de ataque sinfónico, entre los que no faltan esos pianos de corte noruego.
Lo que no me acaba de atraer es la voz, la típica rasgada tosca que no llega a desgarrar con rabia podrida y sólo se queda en gruñidos toscos y arenosos (aunque añade algunas más susurradas), pero no se puede pedir todo, y nos quedaremos con lo mejor que está en los teclados y toques añadidos como las breves acústicas, y sin olvidar la encantadora producción noventera del álbum.

Esta fórmula de temas largos, perversa espiritualidad y teclados combinados con rudeza es algo que ya encontramos en sus compatriotas Evilfeast como ya señalé, si bien en ese grupo (bueno, otro proyecto personal) prima más la nocturnidad invernal mientras Kataxu miran mucho más a las estrellas y la luz de cuerpos celestes muertos hace eternidades.

Recomendarlo es tan fácil como recordaros que esto es para amantes del sonido de Limbonic Art a través de grupos como Sabrax, Sirius o Ewigkeit, además de otros polacos sinfónicos como los mencionados o Gontyna Kry (de quienes justamente es miembro el músico que anda tras Kataxu, ahí va el dato).

jueves, 8 de noviembre de 2012

AURA NOIRE - Le Cercle Des Âmes




Demasiado tiempo sin entrar por aquí, pero estoy listo para volver a la acción. Hoy he escogido uno de esos discos desconocidos (bueno, más bien es una demo) y con ese peculiar encanto de lo que permanece escondido.
Francia nos suele tener preparados pequeños tesoros ocultos para quien los sepa buscar, cosas como Helgrindr, el primer disco de Astaarth, Lord, Epic, Praeda o Noctis. Esta demo pertecería a la categoría de pequeños trabajos rebosantes de gran atmósfera y el toque característico de las producciones modestas, con Anaon, Clair Obscur o My Darkest Dream como ejemplos parecidos a su sonido.

Al igual que los tres últimos ejemplos que he puesto, estos Aura Noire tocan un Black Sinfónico de turbia y cenicienta producción que llena de rescoldos unas guitarras zumbantes y razonablemente filosas, como agujas bajo un manto de hojas muertas que flota en el ambiente en forma de los típicos teclados noventeros (la demo es del año 2000, aún retenían ese sabor) y mientras la batería reparte golpeteos al estilo blacker estándar.
Los teclados, ya que estamos en ello, son abundantes pero no dominantes, están en un plano más o menos de igualdad con las guitarras y suelen ser más brumosos (estilo Emperor del debut) que otra cosa, aunque sí tienen algún momento de órgano aparte de las típicas intros siniestras de grupos así.

Lo último que queda por comentar es la voz, tal vez el elemento más delicado para oyentes quisquillosos con las voces muy rasgadas, porque su vocalista tiene un tono desgarrado muy puerco y penetrante, más o menos como el del vocalista de Astaarth por ejemplo, aunque también incluyen algunos momentos más guturales y unas pocas voces narradas en off de las que tanto gustan a las bandas sinfónicas.

En fin, con sus veintinueve minutos tiene una duración muy aceptable para una demo que parece un disco completo, y su atmósfera gustará a quienes disfruten con cosas como los grupos mencionados o Anteis Symphonia.