Anhelo la llegada del otoño con sus primeras semanas de sereno frescor, y mientras espero puedo actualizar el blog con un disco que bien puede transmitir la misma sensación refrescante y tranquila.
No es la primera ni la última vez que comento el excelente Gothic-Doom de Rusia, como ejemplos tenéis a Amederia o Elnordia por decir solamente dos grupos, y esta banda que sólo cuenta con dos álbumes no baja el listón.
Si tuviese que definir este álbum de 2003 con un solo adjetivo diría que es variado, porque no caen en la linealidad y repetición de otros grupos del estilo (monotonía que a mí no me parece mal, por cierto).
Esto se nota para empezar en la diversidad vocal, contando con una frágil y bonita voz femenina como una breve lluvia de verano, combinada con dos tipos diferentes de voces masculinas extremas: una gutural y otra rasgada de corte blacker.
Esa voz rasgada es muy aguda y estridente de manera que recuerda un poco al antiguo vocalista de Hecate Enthroned, curioso cuanto menos en un disco de Gothic-Doom, mientras que la gutural sí que es más convencional. Esto hace que a veces piense en los momentos más lentos y ambientales de ciertos grupos de Black Sinfónico cuando aparecen esas voces rasgadas junto a las guitarras distorsionadas, porque el punto de distorsión de sus riffs es bastante pronunciado, y los sinfónicos teclados, pero no deja de ser música cortada por patrones doomsters a la que añaden un emocional manto de teclados y juegos vocales.
Decía que es un disco variado porque las voces no aparecen juntas en todas las canciones, y por ejemplo nos brindan un tema de piano sólo con la voz femenina (y resulta extraño que la chica no aparezca en las fotos de la banda), otro con la voz estridente combinada con la femenina y luego pasan a otro con el típico dueto de gutural y femenina del Gothic Metal con elegantes teclados en torno.
Hacen cosas tan raras como componer un tema de menos de dos minutos con sólo la voz rasgada, para dar paso a continuación a una canción de nueve minutos que es la única en la que participan las tres voces juntas; o una canción en la que la primera mitad es una intro de teclado que desemboca en dos minutos de Gothic-Doom con el dueto gutural/femenino de nuevo.
Es una pena que su anterior álbum “Night Forever” sea instrumental y haga que pierda mi interés, pero este segundo trabajo es fantástico, y su música evoca (al igual que su portada) el olor a hierba y tierra mojada de las primeras lluvias del otoño que alfombran de hojarasca el paisaje. Sin duda puede ser una gema escondida para amantes de estos sonidos.
No es la primera ni la última vez que comento el excelente Gothic-Doom de Rusia, como ejemplos tenéis a Amederia o Elnordia por decir solamente dos grupos, y esta banda que sólo cuenta con dos álbumes no baja el listón.
Si tuviese que definir este álbum de 2003 con un solo adjetivo diría que es variado, porque no caen en la linealidad y repetición de otros grupos del estilo (monotonía que a mí no me parece mal, por cierto).
Esto se nota para empezar en la diversidad vocal, contando con una frágil y bonita voz femenina como una breve lluvia de verano, combinada con dos tipos diferentes de voces masculinas extremas: una gutural y otra rasgada de corte blacker.
Esa voz rasgada es muy aguda y estridente de manera que recuerda un poco al antiguo vocalista de Hecate Enthroned, curioso cuanto menos en un disco de Gothic-Doom, mientras que la gutural sí que es más convencional. Esto hace que a veces piense en los momentos más lentos y ambientales de ciertos grupos de Black Sinfónico cuando aparecen esas voces rasgadas junto a las guitarras distorsionadas, porque el punto de distorsión de sus riffs es bastante pronunciado, y los sinfónicos teclados, pero no deja de ser música cortada por patrones doomsters a la que añaden un emocional manto de teclados y juegos vocales.
Decía que es un disco variado porque las voces no aparecen juntas en todas las canciones, y por ejemplo nos brindan un tema de piano sólo con la voz femenina (y resulta extraño que la chica no aparezca en las fotos de la banda), otro con la voz estridente combinada con la femenina y luego pasan a otro con el típico dueto de gutural y femenina del Gothic Metal con elegantes teclados en torno.
Hacen cosas tan raras como componer un tema de menos de dos minutos con sólo la voz rasgada, para dar paso a continuación a una canción de nueve minutos que es la única en la que participan las tres voces juntas; o una canción en la que la primera mitad es una intro de teclado que desemboca en dos minutos de Gothic-Doom con el dueto gutural/femenino de nuevo.
Es una pena que su anterior álbum “Night Forever” sea instrumental y haga que pierda mi interés, pero este segundo trabajo es fantástico, y su música evoca (al igual que su portada) el olor a hierba y tierra mojada de las primeras lluvias del otoño que alfombran de hojarasca el paisaje. Sin duda puede ser una gema escondida para amantes de estos sonidos.