domingo, 29 de septiembre de 2013

UFYCH SORMEER - Anthem To The Glory Of The Great Octagon




Aquí se siente todo el espíritu del estilo de Espada y Brujería, por los cuatro costados, empezando por la portada del afamado Kris Verwimp que hace una gran justicia al contenido musical (como viene siendo habitual en el certero pintor belga), porque vamos a gozar de un disco que aúna la fantasía épica con el poder cósmico.

Aunque Ufych Sormeer pueda sonar a nombre de grupo holandés o belga, en realidad se trata de un conjunto francés que debutó en el ya lejano (quién lo diría por entonces) 2001 con este disco que nada tiene que ver con el cambio de estilo que perpetraron posteriormente...

Pero dejemos de lado esas "evoluciones" tan equivocadas de los grupos y hablemos sólo de este CD, donde el Black Sinfónico que desarrolla parece haber bebido copiosamente de las fuentes de Limbonic Art y Bal-Sagoth, tomando algunas de las mejores ideas de ambos estilos de esas bandas tan personales y atractivas en sumo grado.
El disco arranca con un caos de guitarrazos enmarañados y blast-beats de batería, tras la épica intro de rígor, tónica que se mantiene durante la mayor parte de su minutaje, con bastante aportación de medios tiempos crujientes y retazos melódicos en los que incluso se llega a percibir muy bien el bajo. La voz va en consonancia con la furia guitarrera y rítmica, aunque posiblemente sea uno de los puntos negativos para muchos oyentes porque es algo exagerada en sus gritos desgarrados, muy a la manera de los belgas Avatar (al final de la reseña dejaré un vídeo y se podrá comprobar), aunque cuenta con el apoyo de unas magníficas voces narradas muy al estilo de las de Bal-Sagoth, a quienes se llegan a parecer bastante en ciertos tramos.

Antes hice una directa mención a Limbonic Art y Bal-Sagoth, que se percibe a través del teclado, instrumento que no controla la dirección del disco pero sí aporta muchísima atmósfera teñida de carmesí y resulta de vital importancia a la hora de vincularse con el universo plasmado en la portada. Tienen esa profundidad astral que nos legaron Limbonic Art y sus acólitos (muy especialmente Odium en este caso), de mano de sintetizadores difuminados con un aura muy noventera; mientras que el toque a lo Bal-Sagoth viene marcado por las brumas sinfónicas que tuvieron únicamente en su disco debut, y esos efectos de trompetas que se convirtieron en marca de la casa durante el resto de su discografía, además de usar a la manera del grupo inglés esos largos y ampulosos títulos de canciones que parecen títulos de un libro de fantasía épica, haciendo de este disco algo como la banda sonora de la epopeya del héroe que se enfrenta a amenazas estelares y místicas.

Los parecidos encontrados hacen que sea sencillo de recomendar, basta con que gusten los grupos mencionados. Por mi parte me ha enganchado mucho después de bastantes años teniéndolo olvidado. Un CD para mirar la bóveda celeste y dejarse llevar.





martes, 24 de septiembre de 2013

ELDERWIND - The Magic Of Nature




Dentro de poco se dejarán notar los cambios estacionales en la naturaleza, con la bajada de temperaturas que se cernirá sobre el acortamiento de los días y la transición de colores en el lienzo de nuestras masas boscosas y serranías. Un disco así es más que idóneo, siendo además uno escasamente conocido que seguramente vendrá bien catar en una relajada tarde melómana.

Se nota muchísimo que estos tres músicos proceden de Rusia, llenando este único álbum suyo del 2012 de esas atmósferas propias de los grupos de Europa del Este, ya veréis como oyéndolo os vienen a la mente las ambientaciones de más de un grupo eslavo.
La verdad es que se les nota la primigenia influencia de Burzum y su nutrida cohorte de bandas herederas que ampliaron los horizontes de la leyenda noruega para profundizar más en la riqueza atmosférica que se le puede exprimir a este tipo de Black Metal con olor a píceas y turba.
Añadamos el hálito envuelto en vaho de agrupaciones invernales como Vinterriket o ColdWorld, otro tipo de bandas con raíces enterradas en el fértil mantillo de Burzum, y se acabará de formar el cuadro de este disco (con títulos realmente en ruso, me permití la libertad de titularlo en inglés para el blog, para hacerlo más "internacional" y fomentar lo sugerente que resulta leerlo). Aunque tengamos en cuenta que Elderwind no son tan glaciales como esos dos grupos citados, y se recrean más en la borboteante risa de purísimos arroyos de montaña y fragancias frescas de enebro en las rocosas soledades de las laderas.

Pese a todo ello, y la sencillez que desprende, el caso es que siempre me acuerdo mucho de Sear Bliss cuando oigo este CD. Será por la similitud para sonar tan agradables en atmósferas junto con la rudeza vocal y guitarrera.
Porque son muy sencillos en base, con ritmos pausados y guitarras formando un muro de agujas de conífera, sólo dando respiro ocasionalmente a trémolos más palpitantes y destellos de melodía como si ese manto de agujas recogiera las primeras lluvias del otoño. Igual sencillez procesa la voz, siempre con el mismo tono invariable, una rasgada sin agudezas pero con una aspereza sublime de quien ha llenado sus pulmones del aire de las cumbres (otro punto común con Sear Bliss). Y no olvidemos los teclados, con gran presencia a lo largo del disco pero sin pretensiones sinfónicas, difuminados sintetizadores junto con algún detalle más prominente como el piano, reminiscente de otros grupos rusos como Radigost o Forest Stream.

En resumen para quien quiera una breve recomendación, puede gustar si se imagina algo que parte de Burzum y las bandas invernales junto con las ambientaciones típicas de grupo ruso, dando lugar a un producto final muy en la vena de los primeros Sear Bliss.





Disco completo en youtube:





domingo, 22 de septiembre de 2013

ELDRIG - Everlasting War Divinity




Hoy pide el cuerpo un poco de furor épico-sinfónico, abrasivamente cedido por este disco de 2007 de Eldrig (no sé si es el debut, porque ese mismo año sacaron "Kali"), así que procedamos a su análisis con las lanzas en ristre.
Seguro que más de uno recurre, viendo el Black Sinfónico rápido y agresivo que tocan, a la típica comparación con Limbonic Art. No obstante, yo como apasionado de las bandas sinfónicas pensé al oír el disco que me recuerdan más a sus compatriotas estadounidenses Fanisk en su debut "To die and become"... y la casualidad ha hecho que mire la ficha del grupo para descubrir que el único miembro en solitario de Eldrig es el mismo que toca todos los instrumentos en el dúo Fanisk. De casta le viene al galgo.

 Pero antes de hacernos un lío diciendo que se parece a Fanisk sin que algún lector no conozca ese otro grupo, lo propio es centrarse en describir a qué suena Eldrig. Este músico en solitario a lo "one man band" describe su proyecto como Epic Orchestral Black Metal, una referencia muy pomposa y petulante como también hace el músico de Helveto, y tampoco hay que exagerar porque tampoco llega al punto de sonar orquestal.
Aunque sí hay que reconocerle a este señor que su proyecto está basado en un sinfonismo muy belicoso. Parte de unas guitarras muy recias y ásperas que sólo conceden unas pocas florituras hacia el final del disco, con alguna que otra notable presencia del trémolo característico de los grupos del norte de Europa, y un ritmo aplastante y dominantemente rápido y febril que otorga al álbum de la pretendida fiereza guerrera.
Sus seis canciones tienen un enfoque donde la voz no siempre aparece y deja mucha vía libre a la parte instrumental, siendo además estas voces bastante apagadas y estando un poco perdidas en la producción. Los teclados sí que resaltan más, no tienen la supuesta brillantez orquestal que se dice en su auto-descripción y a veces no están nada inspirados y sólo rellenan espacio, pero sí que aportan en general un sinfonismo acorde con esas ambientaciones de conquista y destrucción con cargas de luchadores a caballo que se estrellan contra los escudos y lanzas del enemigo entre gritos de pavor, relinchos de dolor y huesos destrozados.

Puede que no sea de lo mejor del estilo, pero tiene mucha aceptación entre aquellos que gustan del Black Sinfónico agresivo y rápido sin adornos barrocos. Sirva como ejemplo y guía que te gusten Fanisk, Nokturnal Mortum, Dub Buk o los primeros Lucifugum. Adelante si quieres oír un disco que huele a acero, cuero, sangre seca y sudor de caballo.






miércoles, 18 de septiembre de 2013

MYSTIC SHADOWS - Over Old Hills




Son muchas las veces en las que nos encontramos con ideas musicales que resultan inesperadas según el país de origen, si bien en otros lugares sea muy frecuente.
Es lo que sucede con este CD que he escogido, proveniente de Brasil, país de calor tropical en el que no esperarías topar con un disco tan épico y pagano a lo europeo; aunque en blogs he visto más casos, como el de Barbarian Warriors in Search of Wisdom, que yo recuerde ahora.

Con su tema inicial se nos presenta una especie de Black Metal épico y bien enjaezado de sinfonismo y fortísimas tinturas de Pagan Metal, manejado por guitarras recias y ritmos poderosos de jinetes lanzados por el furor combativo, cosa que va alternando muy frecuentemente a lo largo del álbum con temas más calmados y ambientales donde muestran que su corazón bebe sinceramente de estos temas épicos independientemente de la cultura de origen de su país.
Su guerrero vocalista hace unas voces rasgadas belicosas y gritonas, pero sin tonos agudos y mucha aspereza en su lugar, que cuenta con el muy agradecido y formidable respaldo de unos coros de voz limpia masculina muy currados, que realmente hace parecer que sean un grupo del norte de Europa en lugar de una banda brasileña que sacó este único disco en 2004.

En principio no tendría mucho atractivo para el metalero promedio... pero como esto caiga en manos de amantes de las sensaciones paganas y el ambiente palpitante de teclados, voces y compañía, cambia mucho la historia. Porque sus teclados nos acompañan de dos modos igualmente a la europea: unos son de los que simulan sonidos de trompetas a la manera de Bal-Sagoth (los poderosos dioses británicos del Metal épico), mientras que otros adquieren texturas más atmosféricas como las del infinito horizonte en vastas estepas interminables; realzando el aspecto ambiental con acústicas en muchas ocasiones.

No te desagradará si te va lo épico, y más si te interesa la combinación de Black Sinfónico con Pagan Metal, dale una oportunidad a esta desconocida banda con miembros de Blood Tears (grupo de Doom Metal también muy desconocido).





domingo, 15 de septiembre de 2013

ANTARES - The Last Sunset




Estamos de vuelta con los grupos desconocidos, en este caso tanto que ni yo mismo me acordaba ya de su existencia, habiendo escogido un disco de origen húngaro, del mismo país de mis queridos Sear Bliss (aunque la mayoría del público pensará más en Tormentor cuando se mencione Hungría).
Con este grupo, un dúo con un músico tocando todos los instrumentos y otro encargándose de las voces rasgadas, está además la particularidad de tocar Black Sinfónico de una manera poco "metalera" que sólo puede gustar a los que disfrutan de discos que casi parecen bandas sonoras con voces rasgadas.

Este álbum de 2005 no tiene en sus aproximados 30 minutos de duración la refinada genialidad de Profanum ni el alma clásica de Thulnar, pero su propuesta es algo similar a lo que alumbraron esas dos fabulosas bandas. Digamos que es como tocar Black Sinfónico con unos ritmos muy básicos y unas guitarras que apenas se perciben, con una consistencia de zumbido alternante sin ningún matiz destacable.
El protagonismo, obviamente, recae sobre los muy presentes y generosos teclados, con ese aire de gran banda sonora de alguna producción basada en castillos de gruesas defensas y lóbregos interiores. La verdad es que estos temas quedarían muy bien como música para los videojuegos de Castlevania, con sus sinfonías que susurran sobre candelabros ardiendo con llamas de mortecinos azules en salones de ajadas alfombras y atmósfera de polvorientos siglos.

Todo ello es conducido por una rasgada sin tonos agudos ni gritones, con sus escasos refuerzos guturales y unas pocas aportaciones de voz limpia. Nada extraordinario pero muy correcto.
Lo veo sólo recomendable para quien le vaya mucho este estilo, que ya dije que no será tan bueno como Profanum o Thulnar pero sí puede resultar mejor que lo que encontramos en la banda búlgara Haron.




domingo, 8 de septiembre de 2013

LUCID FEAR - Mistro




Volviendo a mi vieja costumbre de sacar a la luz lanzamientos olvidados y escondidos, he escogido esta demo (aunque por la red también aparece como si fuera un EP) noruega de los desaparecidos y poco conocidos Lucid Fear.
Algunos de sus miembros han estado en otras bandas noruegas, siendo Svartahrid la más destacable dentro de mis gustos en cuanto a alineaciones blacker-sinfónicas, y si pensamos en bandas más populares nos encontramos con que varios de ellos han formado parte de los acontecimientos recientes de la gran banda gótica Trail of Tears, incluyendo a su vocalista femenina.

Hay cierta conexión estilística con el mentado grupo de Gothic Metal, aunque esta demo de 2005 (la segunda que sacaron, tras una de 2003) esté más bien adjudicada al Black Sinfónico.
Se les nota que son noruegos, tocando en los apenas 30 minutos de duración de la demo con esa fluidez sinfónica que esconde las bocanadas de ansia de una feroz bestia oculta, personificada en las voces áridas y furiosas de su vocalista rasgado, como si esto hubiese sido editado unos siete años antes más o menos. No alardean con la parte guitarrera, descargando riffs compactos y rudos con ese ritmo galopante tan apreciado por los grupos noruegos, mientras que los teclados y voces se llevan la palma.

Hay momentos en que esto me recuerda un poco a los viejos tiempos de sus compatriotas Bloodthorn, aunque con unos esquemas más enérgicos, y me atrevo a decir que también a los momentos más contundentes y "blackers" de los recientes Trail of Tears, efecto que persiste con la presencia de Cathrine Paulsen, la cantante de ese insigne grupo durante sus tres últimos discos. Estimo conveniente señalar que no tiene el mismo rol que en un conjunto de Gothic al uso, siendo su aportación similar a la que efectúan cantantes femeninas en bandas como Siebenbürgen (teniendo en mente el álbum "Delictum") o los franceses Love Lies Bleeding, con ese papel que se amolda a la creación de atmósferas como con los teclados, que en esta demo tienen una persistente consistencia difuminada y muy noventera.

Breve pero satisfactoria, así definiría esta demo mientras lamento que no llegaran a componer un disco (o más canciones en el momento de este lanzamiento para completarlo).
Como novedad en el blog, dejo un vídeo de muestra además del link de descarga:







miércoles, 4 de septiembre de 2013

EMYN MUIL - Turin Turambar Dagnir Glaurunga




Este 2013 ha llegado especialmente épico en cuanto a lanzamientos. No sólo tenemos discos nuevos como el que han sacado Graveland con magnífica portada de Kris Verwimp, para colmo regresaron al fin Summoning con disco bajo el brazo tras largos años... y con escolta, porque también han visto la luz sendos discos de dos jóvenes bandas con el sello del dúo austriaco bien impreso: Caladan Brood y Emyn Muil.

Pero, como ya dije con Caladan Brood, tampoco podemos hablar de un grupo clónico, porque sigue obvias directrices sin el descaro de calcar todo punto por punto.
El estilo de esta "banda" (compuesta por un único miembro) italiana no se centra tanto en el sinfonismo tan abrumadoramente tolkeniano de Summoning y por momentos parece más bien uno de esos discos de Black Sinfónico que perfectamente podrían haber sido editados hace 15 años. El ritmo es el que todos conocemos al imaginar marchas marciales de ejércitos a través de campos calcinados y ennegrecidos por las fauces llameantes de la guerra, así como la voz rasgada blacker es reseca y humeante y por debajo del volumen de la música.
En cuanto al asunto guitarrero, la fórmula es la misma que en los dos grupos citados, formando un amasijo distorsionado y uniforme sin estridencias ni tampoco sin lucimientos, tan sólo un tapiz de huesos esparcidos y blanqueados al sol. Por otro lado, los teclados tienen un peso considerable en el disco, si bien ya se apuntó que no son tan omnipresentes como en otros grupos, variando desde sinfonías triunfales a ambientes lóbregos y momentos de animación casi festiva al estilo medieval, siendo por tanto muy del gusto de fans de este subgénero.

El sello que lo edita, Nartum Music Projects, de momento sólo cuenta con este álbum y con el de Valtyr (otro proyecto en solitario de un músico que se inclina por el Viking Metal, que puede aparecer un día por el blog), así que de momento la cosa va por derroteros muy épicos.
Puedes probar con este debut si te gustan, además del par de grupos mencionados, otras cosas como Elffor, Shambless o Valar.



lunes, 2 de septiembre de 2013

CELESTIAL SEASON - Forever Scarlet Passion




Oír últimamente discos que tengo bajo el polvo del tiempo me ha hecho recordar este bonito debut de Doom-Death romántico de 1993. Solar Lovers son conocidos por ese segundo álbum tan tremendo que fue "Solar Lovers", pero su debut no es tampoco para dejar indiferente; el genial "Solar Lovers" empezó a mostrar algunos rasgos estrambóticos de lo que sería su posterior y drástico cambio de estilo, mientras que este disco es más coherente con el ambiente Doom aunque sea menos brillante.

Pero dejemos de lado el segundo disco para centrarnos en este debut. En él tenemos ese toque estupendo de los grupos doomies holandeses de los 90 con acusada influencia de los dioses británicos My Dying Bride, realzando aún más si cabe el uso del violín.
La notable herencia del Death Metal se nota en esas guitarras robustas y con producción pedregosa aunque destilen melodías dolientes como mandan los cánones doomsters, así como también la voz es dominantemente gutural y sólo siendo respaldada por unas pocas y austeras voces narradas. La pesadez es la marca en los ritmos, a modo de sofocante noche veraniega calada de suspiros, con sólo unos pocos momentos de mayor dinamismo que casi llega al Death  como en el debut de My Dying Bride.
Unos pocos teclados realzan la atmósfera, teniendo únicamente cierto protagonismo en un tema concreto, pero la palma de las ambientaciones se la lleva el gimiente toque del violín, que en este disco destaca con toda la fragancia de pétalos secos flotando en el aire y hace que temas como "Cherish my pain" sean verdaderos poemas ahogados en vino tinto.
Esto último guarda relación con el aspecto crítico que le encuentro al álbum, la alternancia entre canciones fabulosas y otras que pasan con poco éxito por nuestros oídos. Pero, en fin, eso es algo que ocurre con no poca frecuencia.

Si te gustan My Dying Bride, Cryptal Darkness o Morphia, este disco también te dejará ese sabor de boca similar. Puro aroma noventero.

PD: dejé hace tiempo de enlazar discos en descarga directa, pero me llegan muchas peticiones y accederé a colgar los que pueda encontrar con facilidad, como éste mismamente: