sábado, 16 de septiembre de 2023

LORDE OF ALL DESIRES - Crowned In Blasphemy





Todos los que tenemos ya cierta edad recordamos aquellos tiempos en los que comprábamos algún CD a ciegas sin saber cómo iba a sonar exactamente, a diferencia de esta actualidad con lo sencillo que es comprobar rápidamente alguna canción suelta (o todo el álbum entero) con una rápida búsqueda en internet.
Sin remontarse tantos años atrás aún pasaba esto a veces con discos muy desconocidos, como este caso en el que una amiga y yo estuvimos muy interesados y yo llegué a comprar el disco sabiendo únicamente que pertenecía al estilo del Black Melódico. Al oírlo por primera vez quedamos decepcionados porque no era tan sinfónico como pensábamos que sería, pero con la perspectiva del tiempo transcurrido veo que no era tan mal álbum y puede merecer un espacio en las reseñas del blog.

En este trabajo estadounidense de 1998 hay en efecto un Black Melódico llevado sobre todo por las guitarras que deja los teclados en un segundo plano más discreto de lo que imaginé, sobre todo porque en la página Metal-Archives incluso lo etiquetan como Black Melódico-Gothic.
Hay que dejar por tanto de lado la idea preconcebida de que vaya a ser un disco con teclados prominentes porque no lo es. Una vez dispuestos a ello se puede disfrutar de un disco muy melódico pero sin alardes técnicos, en el que los etéreos teclados realzan la atmósfera a modo de colchón atmosférico las melodías guitarreras que, por otra parte, se suenan un tanto turbias en medio de una producción baja que no es adecuada para un disco así.
La batería igualmente suena amortiguada y no se consigue la potencia deseada en los momentos rápidos, porque hay que aclarar que también se recurre a ritmos relajados. Las voces, por otra parte, destacan bastante por su amplio juego vocal al venir de tres de sus músicos y emplear, por tanto, tres estilos distintos, aportando por lo tanto una rasgada macabra, guturales y chillidos desgarrados con leve inspiración en Cradle of Filth, además de alguna voz narrada con ese sonido en off que también usaba la mentada banda británica.

Es un disco que se hace corto al durar poco más de media hora, y sobre todo al terminar con unas notas de piano que hacen desear que el trabajo de los teclados hubiera tenido muchos más de esos momentos brillantes en lugar de quedar relegados a un rol tan poco destacable.