Mostrando entradas con la etiqueta MOONSORROW. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta MOONSORROW. Mostrar todas las entradas

lunes, 25 de octubre de 2010

MOONSORROW - Kivenkantaja


Adoro los clásicos de los 90, queda claro, pero hoy quiero comentar un clásico moderno. Esta banda finlandesa es ya una leyenda viviente porque ha conseguido convertirse en uno de los iconos del Pagan-Viking Metal de la última década, y siempre aparecerán en las listas de los mejores grupos del estilo.

De una discografía de buena regularidad, yo escojo el disco con el que los conocí, su tercer álbum de 2003 con el título “Portador de la piedra”, donde pulieron más hacia lo atmosférico su estilo que insisten en llaman Pagan Metal al no tener como fineses nada que ver con los vikingos.

Tras sus demos de sabor blacker y un par de discos donde el Black Metal aún se dejaba notar, aquí desplegaron más los esquemas ambientales con muchas partes volcadas a la atmósfera y la épica.
Las empalizadas de troncos que son los sólidos guitarrazos alternan con momentos más folklóricos y ambientales con mucha frecuencia, pero siempre enmarcado por los medios tiempos épicos que todo buen grupo del estilo bebe de los padres Bathory.
Este componente ambiental es realzado por los neblinosos teclados de fondo, ese colchón nevado que es obra del mismo teclista de Finntroll, que adquieren un tono más prominente cuando la canción lo requiere y llegan a sonar batalladores. El complemento ideal a ese sencillo pero efectivo trabajo de teclados viene con los toques folkies, que no son dominantes porque a la banda no le gusta ese tipo de fórmula, pero cuando aparecen dan un colorido tan pintoresco como evocador; para ello cuentan con un sereno acordeón, violín, arpa de boca y las típicas acústicas.

Con las voces, tres cuartas partes de lo mismo, la barbárica voz rasgada tan habitual en el estilo comparte protagonismo con los firmes coros paganos, dándose una vez esta particular simbiosis entre Metal y Folk que es rematada con una canción tradicional de su tierra al final del disco.

Dura casi una hora con sus seis canciones, y ahora la banda en trabajos recientes ha optado por reducir drásticamente el número de temas al tiempo que alargan éstos hasta extremos épicos, consolidándose como una de las bandas líderes en terrenos paganos, no hay más que ver que ya les salen grupos seguidores (Finsterforst por ejemplo) para comprobarlo.