lunes, 31 de enero de 2022

OSTOTS - Madarikazioa

 




Hay que ver con las casualidades, hace poco colgué un disco nuevo de Murcia y ahora toca uno también de este 2022 del País Vasco. La escena vasca de Black Metal no es desconocida y hay un buen elenco de bandas desde Numen hasta esa joya atmosférica que es Elffor. Entre ese abanico está este Black Atmosférico/Sinfónico de Ostots, que no debe confundirse con la también vasca banda de Heavy Metal del mismo nombre (trueno en euskera según me dijo un viejo amigo).

Pese a que existe esta banda desde 2004 y lleva ya una buena ristra de trabajos en su haber, hasta ahora no me había parado a escuchar ningún disco suyo detenidamente. Nunca es tarde para conocer, una vez más, este universo blacker tan frecuente de los proyectos de un solo músico que comparte su visión del estilo sin restricciones.

La fórmula es sencilla en principio, un Black Metal moderadamente crudo y poco amigo de elaboraciones complejas que desprende bastante atmósfera oscura con unos sintetizadores que, aunque no están al frente en las composiciones, tienen un papel fundamental.
Las guitarras no tienen el menor alarde de intrincada factura, conforman un conjunto sólido y tajante a tono con la aspereza de la desgarrada voz blacker con su efecto de eco y la potencia de la batería. Aunque reconozco que cuando más me gustan los ritmos es cuando rebajan velocidad para favorecer unas atmósferas que llegan a recordarme a las de los grupos de invernal inspiración como Vinterriket o Paysage d'Hiver.
Yo, como gran amante de lo ambiental y sinfónico, tengo que resaltar las partes de teclados que, si bien no son omnipresentes y pueden estar en discretos segundos planos, llegan a destacar en las partes más puramente atmosféricas que poco tienen que envidiar a otros grupos europeos más consolidados. Tal vez sea cosa mía, pero ciertos momentos me resultan un poco similares a las disonancias de las bandas de Black Depresivo.

Esto no es Evilfeast, pero me parece un álbum muy disfrutable y recomiendo su escucha.



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jueves, 27 de enero de 2022

CASTRUM - Black Silhouette Enfolded In Sunrise

 


Desde los viejos tiempos del blog, hace ya más de 10 años como quien no quiere la cosa, tuve ganas siempre de reseñar el debut de estos croatas aunque finalmente solamente colgara su segundo álbum. 
Son estas cosas curiosas de la vida, porque realmente este debut es el disco que más me acabó gustando de los dos que tienen.
En su momento esto me fue recomendado por un lector del blog de Croacia, país del que también son originarios Castrum y otras pocas bandas que apenas conozco, una de ellas justamente relacionada por tener un par de miembros en común como ya veremos.

Este disco, de 1998, es un puro producto de su época cuando muchos grupos decidieron seguir la estela de Cradle of Fith con distintos niveles de acierto. Así es, empezamos claramente diciendo en qué se inspira este disco y tranquilamente puede dejar de leer quien no guste mucho de la polémica banda británica, porque resulta evidente que ese vampirismo late con fervor en estos 57 minutos de Black Sinfónico.
También es justo resaltar que Castrum no se decantan tanto por el lado más gótico de esa balanza y, aun teniendo notables hálitos de romanticismo mortecino y decadente, aquí la fórmula tira por unos derroteros más directos como sucedía con Hecate Enthroned por ejemplo. Sus guitarras y baterías no suenan precisamente a Darkthrone porque no es auténtico Black Metal primitivo, pero tienen la suficiente consistencia y el guitarreo me recuerda personalmente al de grupos como los italianos Art Inferno. 
Los parecidos más obvios con Cradle of Filth están en la archiconocida voz chillona, que aquí la verdad es que resulta mucho menos estridente que la de Dani Filth, y en las ambientaciones vampíricas y lujuriosas.  Para esto último los teclados, no siempre presentes pese a tratarse de Black Sinfónico, recrean esos toques palaciegos que transmiten las letras de las canciones tan propias de unos Siebenbürgen o los primeros Ancient Ceremony. Cuentan además en el sector atmosférico con un poco de violín y voz femenina con un punto muy lírico y fantasmagórico por parte de una chica que también ha participado en Ashen You Leave, una banda de Doom Metal, al igual que también hizo el músico a cargo del bajo y la batería.

Este debut toma cuatro temas regrabados de su demo "Nocturnal Eden Behind Serpent Eyes" junto con un par de canciones nuevas y dos instrumentales. Precisamente con las instrumentales debo resaltar que me tienen conquistado, tienen muy buena mano con esos temas de puro ambiente estando uno de ellos basado en un precioso piano que es de mis favoritos.
La reseña está llena de claras referencias para decidir si esto encaja con los gustos personales de uno o no.


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martes, 25 de enero de 2022

DRACVLEA NOCTIS - Iberian Nocturnal Vampyric Art

 


Solamente he escuchado por el momento dos discos nuevos de este aún reciente 2022 y uno de ellos ya me ha llamado bastante la atención, precisamente uno de origen español con este dúo de Murcia que me atrajo con su vampírica estética.

No tiene nada que ver con Cradle of Filth pese a lo que pueda sugerir, ni tampoco por las cansinas comparaciones que afloran siempre que surge un grupo lleno de teclados. 
Se autodenominan en su página de Bandcamp como Black Metal pagano con influencias medievales y barrocas, algo que viene bien para hacernos una idea previa de su sonido porque ciertamente es una definición bastante buena. Partamos entonces de que es un Black Sinfónico con ingentes dosis ambientales al estar totalmente envuelto por dominantes teclados, que ya desde un primer momento descartan a los oyentes que no gusten de los discos dirigidos por este instrumento.

Los teclados pueden tomar la forma de órganos litúrgicos y otras sonoridades por el estilo, pero sobre todo tienen ese sonido del Ambient más tenebroso y gótico que se diría inspirado por las viejas películas de terror. Hablando de Ambient, recurren a los tan conocidos efectos de sonido como el de la lluvia y, también, se animan a emular el famoso "El lago de los cisnes" al final de un tema y dedicar el cierre del álbum a Bach con una fuga.
La parte de Black Metal suena ruda y primitiva, tan sencilla como descarnada. Unas guitarras tajantes y crudas sin atisbos de melodía ni elaboración son conducidas por la velocidad de la machacona batería del género y una rasposa y tosca voz como de cadáver recién reanimado. Como inconveniente hay que resaltar que la batería es programada, en un grupo así no es algo especialmente relevante pero siempre resta naturalidad este hecho.

Con poco más de una hora de duración estamos ante un largo debut repleto de oscuras pasiones y sangrientos deseos. Tal y como ellos mismos afirman, es un siniestro recorrido a través de historias de brujería, viajes astrales, entidades lunares, ratas, miasmas, bestialismo vampírico y una retorcida visión de la Semana Santa española.



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viernes, 21 de enero de 2022

SETH - La Morsure Du Christ

 




No suelo fiarme nada cuando regresa un grupo veterano con un nuevo disco, sobre todo cuando sus últimos discos me parecen absolutamente prescindibles e incluso vacíos y carentes de espíritu. Hay hasta ocasiones en las que se proclama un retorno a las raíces que luego no resulta ser tal, o sí pero con muy poca sustancia.
Por todo esto me sorprendí muy gratamente cuando los dos miembros actuales de los legendarios franceses Seth, junto a varios músicos nuevos, irrumpieron en pleno 2021 con un disco que remota los senderos de blasfemias de su debut de 1998. 

Un tema de adelanto me demostró que mi habitual recelo no iba a tener justificación. Escuchando el disco entero ya pude confirmar la anunciada restitución de su viejo Black Sinfónico bajo el título de "La mordida de Cristo", que resulta contener un juego de palabras fonético porque, pronunciado, suena a "La muerte segura de Cristo".

La catedral de Notre Dame devorada por las llamas en su portada es toda una declaración de intenciones. Fue sin duda una pérdida de patrimonio artístico, al fin y al cabo era puro arte gótico, pero lo que pretenden transmitir es la decadencia del cristianismo en la sociedad actual e incluso la metáfora de la muerte de Dios.
Esto lo desarrollan con ese Black Sinfónico bien aderezado de teclados ceremoniosos que debemos apartar de las tan manidas y ya aburridas comparaciones con los dos grupos sinfónicos de siempre. Esto va más en la onda de unos Maleficentia por ejemplo, aunque el mismo álbum debut de Seth siempre será la mejor referencia para quien lo conozca. 
No nos engañemos, no obstante, porque tampoco llega a sonar completamente a uno de esos discos que podrían pasar por noventeros, aquí se nota ese tamiz del Black Metal actual con sus elaboradas composiciones y la sólida producción. Lo demás ya lo conocemos con las voces rasgadas en francés escupiendo esas letras escritas en versos alejandrinos, guitarras punzantes, agradecidos añadidos acústicos y baterías que lanzan los rescoldos del incendio al galopar con energía.
La voz, aparte de la mencionada rasgada blacker, aporta además partes narradas y hasta llega a aparecer algún breve coro que engrandece la sensación litúrgica.


Sigo prefiriendo el primer disco de 1998, al que homenajean incluso con el tema "Hymne au vampire (Acte III)", pero no puedo negar tampoco que ha sido un regreso más que digno.