OLD CORPSE ROAD - Of Campfires and Evening Mists

 

Cacophonous Records es para mí una mítica discográfica que lanzó, allá por los años 90, gloriosos discos de Black Sinfónico y Melódico con Ancient Ceremony, Abyssos, Bal-Sagoth, los primeros dos discos de Cradle of Filth y el segundo álbum de Dimmu Borgir.

Es por ello que inmediatamente me llamó la atención ver ese sello lanzando en 2016 este disco de los británicos Old Corpse Road.

Lo cierto es que el contenido musical de este álbum encaja con la pequeña introducción que le he hecho, incluso podríamos imaginarlo habiendo sido editado en el 98/99 junto a esos otros discos.

Si bien su debut de 2012 no me llama la atención, veo mucha mejora en este segundo trabajo que consolida un buen Black Sinfónico con importantes dosis Folk.

Si tenéis alguna referencia previa a la banda es posible que os hayáis encontrado la clásica comparación con Cradle of Filth, como siempre que aparece un disco cuajado de teclados sinfónico-góticos y chillidos agudos. A mí me gusta profundizar más y, en todo caso, prefiero mencionar a los primerizos Hecate Enthroned ya puestos a comparar si es necesario.

Quien haya escuchado el "Upon Promeathean Shores" de los susodichos, también británicos por cierto, ya podrá saber de antemano cómo es la voz de Old Corpse Road. Desata una combinación de esos gritos agudos con voces guturales y algunas voces claras que contribuyen al mencionado toque Folk.

Instrumentalmente también tenemos como seña de identidad en esas comparaciones los teclados, muy presentes y tomando en numerosas ocasiones la forma de órganos de relato de terror, de manera que junto a las pinceladas folklóricas de las guitarras tejen muy bien la base lírica del álbum basada en historias tradicionales inglesas.

Estas capas de teclados fantasmagóricos y reminiscentes de Hecate Enthroned están apoyadas en unas estructuras también similares a la de la vieja banda, alternando ritmos rápidos y atmosféricos que solidifican escalofríos en guitarras bien provistas del célebre trémolo blacker y melodía.

Como decía, el debut no me atrae, pero hay un tercer disco del año pasado que acabo de "descubrir" al preparar esta reseña, cosas de la vida... 

Mientras tanto disfrutemos de este su segundo disco, realmente una obra para disfrutar junto al fuego nocturno como sugiere su título.

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LUMNOS - Ancient Shadows of Saturn

 

Este disco dedicado a Saturno, el insigne planeta de los grandes anillos que fue visible desde la Tierra el pasado verano, pertenece a la aún reciente pero muy dilatada discografía de Lumnos, que desde el 2015 ya lleva seis discos completos (éste es el quinto), un recopilatorio de versiones de otras bandas y un puñado de demos y splits.

El músico brasileño que anda tras esta banda, Putrefactus (grandioso nombre), lo tiene muy claro a la hora de versionear grupos en el citado disco recopilatorio y así mostrarnos sus principales influencias al escoger temas de Summoning, Lustre, Elderwind, Alrakis, ColdWorld, Melankoli, Annorkoth y Burzum. Con estos ejemplos ya queda claro como el agua que hablaremos de Black Atmosférico durante la reseña, aunque yo añadiría para concretar más todavía que el sonido de Lumnos se acerca mucho al estilo de Midnight Odyssey o Mesarthim.

Nos adentramos, como en la crítica del disco de Firmament, en las invitaciones a los viajes astrales de este tipo de Black Metal con ambientaciones que elevan hacia el inmenso y desconocido plano de las estrellas.

Es esperable que todo esté orientado a la atmósfera, con ritmos lentos y finas líneas de guitarras otorgando esa melancolía ante la visión del vacío tan bello como espantoso, incluso las voces rasgadas tienen cierto tono susurrado. Estas voces provienen de un músico invitado, que no es otro que el músico que anda tras Skyforest, excelente banda que precisamente se originó en los mencionados Annorkoth y tarde o temprano aparecerá en el blog. Es una suerte contar con este vocalista, ya que Putrefactus no destaca en esa faceta si nos fijamos por ejemplo en su proyecto en solitario Muireterium.

Otro invitado, más secundario, es el músico de la también espacial banda The Lost Sun, aportando algunas voces claras y unos pocos teclados. Hablando de teclados, son por supuesto lo que da brillo a un álbum de este estilo, manejando con naturalidad y soltura sintetizadores astrales y melancólicas notas de piano, también algunos toques electrónicos como los de Mesarthim.

Es uno de los discos que más me gustaron de 2018, aunque no todo es positivo para mí. No me convence mucho que, tras tres canciones propiamente dichas, los dos últimos temas sigan la misma estela pero de manera totalmente instrumental sin voces.

No hace falta recomendar el disco a seguidores de bandas concretas, ya está la reseña bien cuajada de referencias que sin duda picarán la curiosidad de quienes gusten de ellas.

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FABLE- To Glory Unknown

 

He mencionado bastantes veces a Fable al referir bandas similares a Summoning de estos años recientes en los que, finalmente, se han atrevido muchos a emular ese sonido que durante mucho tiempo fue único e inimitable.

Pero no pensemos que la música de este dúo australiano consiste en limitarse a seguir los patrones marcados por Summoning sin más. Si bien es cierto que parten de ese reconocible estilo lento y dirigido por las ambientaciones épicas de teclado, aportan su toque personal al otorgarle cierta orientación Pagan-Folk que sin duda casa de maravilla con el carácter medieval del álbum.

El armazón sobre el que se asienta la magnífica montura de teclados consiste en unas sencillas guitarras de liviana distorsión y baterías secuenciadas. Si bien es cierto que estas últimas siempre suenan artificiales, también permiten percusiones son sonoridades de corte épico como si fueran tambores de batalla.

Por encima de todo ello está el despliegue de teclados con atmósferas de gestas heroicas y leyendas antiquísimas, tomando con frecuencia el ya mencionado tinte Folk que va como anillo al dedo en estas melodías entre medievales y paganas. Como si un talludo anciano con las manos encallecidas mirase la vieja hacha de guerra sobre su chimenea recordando los tiempos en los que tenía salpicaduras de sangre en lugar de polvo y herrumbre.

La voz que conduce los temas, realmente cinco propiamente dichos al ser otros cuatro puramente instrumentales, es una hosca rasgada sin ninguna pretensión chillona ni brusquedades, acompañada a veces por los graves coros épicos que uno ve tan probables en discos de este corte.

La solemnidad reina en este álbum debut del 2016 en el que la exhibición sinfónica no busca lo fastuoso. Sin ninguna duda una excelente adición al repertorio conformado por Caladan Brood, Forlorn Citadel, Elffor, Dwarrodelf, Emyn Muil y ese ya largo etcétera. Por supuesto también conviene prestar atención a su disco más reciente de 2018.

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GRIMMÖLD - The Dying Kings of Man

 

Si digo que este CD de Black Metal contiene canciones con nombres claramente extraídos de la obra de literatura fantástica de J.R.R. Tolkien y que los teclados son extensamente utilizados lo más probable es que pensemos en algo como Summoning. Error, porque musicalmente tiene poco que ver, esto quedaría bien definido como Black Atmosférico tal y como he leído, pero cuadra mejor como Black Metal combinado con Ambient.

Cualquiera diría, con razón, que eso es prácticamente como decir que es Black Sinfónico, pero en casos como éste se aprecian perfectamente ambas facetas de Black Metal y Ambient. Este último es, rizando más el rizo, lo que se da en llamar Dungeon Synth, ese estilo como de banda sonora noventera que popularizó Mortiis y conocemos de otros proyectos como Fata Morgana o Pazuzu.

Están bien marcados los dos estilos. Si bien pueden fluir juntos, es habitual que contrasten las partes de crudo y distorsionado Black Metal con las largas secciones de puro Ambient de los años 90, llegando a tener tres de los siete temas del álbum totalmente ambientales. 

En los cuatro temas de influencia Black éste se presenta furioso y ruidoso, con esa distorsión guitarrera de cadenas oxidadas y batería de huesos destrozados tan propias de los grupos de Black Metal más crudos y sucios, incluyendo la voz con ese tono rasgado de bestia gruñendo, aunque sorprendentemente hay cierto espacio para la armonía.

La inclusión del Ambient puede, como dije antes, aparecer junto al Black Metal concediendo ese efecto de Black Sinfónico altamente épico y armado de acero, pero también con la pura presencia del mencionado Dungeon Synth de notas medievales sencillas con pretendido efecto hipnótico.

Este álbum tan reciente, de este mismo mes, es la continuación de 2021 de su debut del año pasado entre varias demos y EPs. De momento se le ve con creatividad y actividad al músico norteamericano que anda tras este proyecto en solitario. Puede resultarte interesante si te gustan por igual Summoning (y sus ya muchos similares), el Black Metal crudo con atmósferas y el estilo ambiental Dungeon Synth.

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THE GLOOMY RADIANCE OF THE MOON - Night of the Bloodmoon

 

Hay veces en las que uno desea paladear un producto bien elaborado y lleno de detalles, como el disco de la reseña de Flamen, o incluso propuestas muy originales que aporten frescura y novedades al oyente ya muy curtido.

No es el caso con lo hoy reseñado, esto es justo todo lo contrario siendo nada original además de repetitivo y sencillo en extremo. No lo comento como algo negativo porque justamente es algo que también apetece, mucho en mi caso porque realmente suelo preferir escuchar estilos que sé que me gustan por encima de todo.

Es uno de estos proyectos en solitario donde el misterio campa a sus anchas, no sabiéndose la procedencia de este músico ni ningún otro dato, tan solamente que está él solo al frente y por lo tanto hay que centrarse en hablar de la música directamente.

Con semejante portada en consonancia con el nombre de la banda y el título del CD podemos esperar con seguridad un disco de Black Metal, del muy especialmente sinfónico para ser más precisos. En apenas 28 minutos hay una continua descarga de Black Sinfónico muy oscuro y descarnado sin minuciosos detalles ni meticulosas composiciones.

Pensemos por ejemplo en los primeros Thy Hastur o el debut de Profanum, cuando por entonces aún usaban guitarras, referentes un poco rebuscados, lo sé, pero presentes en este blog. 

Los teclados tienen muchísimo peso en el conjunto, dirigiendo los temas de este EP de 2020 con unas sinfonías tenebrosas de lápidas de blanco mármol reluciendo a la luz también pálida de la luna y gritos desgarrados como aullando a esa luna seductora.

Las guitarras son de lo más simple y la batería se limita a machacar sin más, la verdad, aunque también han existido desde siempre los grupos de Black Metal crudo así de primarios. Me hubiese gustado personalmente que se hubieran incluido más momentos puramente ambientales como el del cuarto tema (titulado igual que el álbum), una maravilla atmosférica en medio del caos. Otro detalle ambiental viene de parte de las voces, que agregan unas narraciones en off como las de los típicos grupos noventeros.

Lo que más echo en falta es que hubiera podido durar un poco más, se hace corto, pero por lo demás me ha parecido una buena dosis de Black Sinfónico sin pretensiones.

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ATEIGGÄR - Us d'r Höll chunnt nume Zyt

 

En esta nueva temporada del blog he venido nombrando a veces a Ateiggär entre mis referentes de nuevas bandas actuales con añejo sonido noventero. Ringarë, Mooncitadel, Faustian Pact o Crépuscule d'Hiver son otras menciones frecuentes que he hecho, bandas distintas pero guardando en común transitar por las polvorientas sendas empedradas del Black Sinfónico que se estilaba a mediados de los 90. 

Podríamos hablar de discos viejos de Abigor y Satyricon para que entre en materia quien no esté muy versado en este estilo concreto. Quienes tienen ya más veteranía en la materia pueden pensar en Obtained Enslavement, Gehenna y Forsth. Sin embargo, si aún queremos profundizar más, os diría que lo más parecido que encuentro a Ateiggär son Kvist y Perished.

Con todas estas referencias de nostalgia tan pura como sórdida ya tenemos esbozado lo que vamos a hallar en este disco de finales de 2019. Este dúo de Suiza tiene muy claro que quiere rendir culto a estas reliquias obscenas con un Black Metal muy rudo y áspero en esencia que cede mucho espacio para las ambientaciones de teclados sinfónicos.

Afortunadamente uno de sus dos miembros se desenvuelve más que bien con la batería y se desestima utilizar baterías programadas como en otros proyectos en solitario o dúos; en su lugar la batería arrolla con poderoso ímpetu junto a la textura rugosa y tosca de las guitarras blackers y la adusta voz rasgada.

Estas voces que parecen el roce del acero contra la roca tienen a veces un elemento tan atmosférico a la antigua usanza cuando aparecen unas pocas voces corales. Del mismo modo se introduce la ambientación propia de los 90 con los teclados de sencillos pero efectivos  tejidos sinfónicos.

Creo que he dejado claro que todo amante de esta nostalgia noventera encontrará aquí una nueva joya de natural suciedad. Este álbum tan bien ejecutado logra hacernos pensar que perfectamente hubiera podido ser editado por una banda noruega en el año 1997, por mí pueden seguir apareciendo nuevas bandas con este sonido tan añorado.

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