Que no nos engañe la absoluta cutrez de esta portada, tan insulsa y mal hecha que uno no podría creer que el álbum contiene más de una hora de impresionante y poderoso Black Sinfónico. Fue editado en 2008 pero tuvieron que pasar ni más ni menos que diez años para poder escucharlo no solamente porque no se filtrara en mp3, es que ni se podía intentar comprar el CD original (pese a la espantosa presentación) de ninguna manera con sus músicos realmente desaparecidos de la faz de la tierra y sin que apareciese en ninguna de las plataformas habituales de venta.
Su largamente deseada aparición, aunque fuese únicamente de manera digital, no ha defraudado en absoluto al comprobar que efectivamente el despliegue sinfónico de este único disco que sacó la banda es tan espectacular como se decía. En la información que encontramos por la red se presenta como un dúo de Estados Unidos, añadiendo que contaron con un batería y un bajista sin que se especifique su participación en el álbum.
Como Black Metal no vamos a encontrar que las guitarras se luzcan, incluso lo normal es que sean engullidas por las persistentes exhibiciones sinfónicas. No por ello carece de la ferocidad del estilo, bien patente en sus blast-beats de baterías rapidísimas y las voces rasgadas de tosca factura como si las expeliera una horrenda bestia enloquecida por el fragor de la batalla. Del mismo modo se incluyen no pocos momentos pausados y hasta directamente ambientales, haciendo que la larga duración del disco no se haga monótona ni lineal; añadiendo también unas pocas voces narradas y unos ocasionales coros, en una atmósfera eminentemente épica dada la influencia de la socorrida obra de Tolkien (Anfauglir es uno de los nombres de un enorme lobo).
Se me antoja por momentos similar a lo desarrollado por Obsidian Gate en sus partes más agresivas y arrolladoras, pero con ese mencionado gusto por lo épico que llega a rozar muy claramente lo cinematográfico en muchas ocasiones. No resulta difícil imaginar bestiales batallas y su rastro de humeantes yermos llenos de cadáveres cubiertos por sangre reseca y ceniza.
Naturalmente hay que tener una gran disposición al sinfonismo desbordado para disfrutar de este CD. Hablo de cosas como Obsidian Gate, Praeda, Astarium o Misanthropenum entre otros.
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