Explorando un poco la escena belga topé con el debut de Signs of Darkness, quienes comparten con sus compatriotas Infernal Beauty y Avatar llevar una portada del gran Kris Verwimp, ese artista (también belga) que ha hecho portadas para bandas como Suidakra, Absu, Thyrfing o Sear Bliss.
Y, en cuanto a su estilo, también lo tienen más o menos en común con los dos grupos belgas citados, un Black Melódico profusamente ornamentado de teclados; aunque por lo visto sólo en este debut de 2001, porque se ve que cambiaron a otro tipo de Black Metal para sus otros dos trabajos.
Las guitarras son melódicas y poco rudas, alejándose bastante de lo que entenderíamos como Black Metal tradicional y crudo y siendo más bien parecidas a bandas como Embraced, Graveworm o Stormlord. Es por lo que vemos un disco más orientado a la melodía y su lado sinfónico nos brinda un uso muy amplio y generoso del piano, encontrándonos así con un álbum muy agradable para los que gustan del piano porque aquí está a la orden del día.
Pero no todo lo atmosférico recae en el teclado, las acústicas también aparecen de vez en cuando con gratificantes y apacibles melodías, y el estilo vocal pone su grano de arena al incluir mucha voz femenina junto a la rasgada blacker; esta vocalista femenina es la misma que aparece en la banda Infernal Beauty, y no es una soprano como a lo mejor habrían supuesto muchos al leerlo, tiene una voz más tranquila de acuerdo con los pianos y acústicas que gustan tanto de ofrecer estos músicos. La voz principal, por su parte, es una rasgada bastante ronca y áspera (a veces me recuerda a la de Sun of the sleepless y la de Eblis), en definitiva muy poco amiga de gritar porque sí.
El ritmo del CD se mueve entre los medios tiempos y la lentitud haciendo que, junto a la cantidad de pianos y voz femenina, a veces parezca un álbum de Gothic-Doom al estilo de lo primero de Galadriel por ejemplo. Aunque, curiosamente, el disco cierra con un tema de crudo Black Metal sin teclados ni nada de lo anteriormente reseñado.
Me gustaría poder leer las letras para comprobar si son tan melancólicas y románticas como aparentan por los títulos, cosa que desde luego quedaría como un guante con el ambiente otoñal de su música y la preciosa portada de Kris Verwimp; pero para eso mi única opción sería hacerme con el original, cosa que estoy considerando si logro averiguar si el artwork del libreto vale la pena.
Aquí os lo dejo, para quienes les gusten las bandas mencionadas además de otras cosas como el segundo disco de Throes of Dawn o el debut de Faerghail. A mí desde luego me está amenizando mucho esta tarde otoñal de débil iluminación como la de la portada, con su estatua de un caballero que muestra obvios rasgos de abandono (y que se parece bastante a una fotografía que tomé hace años en un solitario parque).
Y, en cuanto a su estilo, también lo tienen más o menos en común con los dos grupos belgas citados, un Black Melódico profusamente ornamentado de teclados; aunque por lo visto sólo en este debut de 2001, porque se ve que cambiaron a otro tipo de Black Metal para sus otros dos trabajos.
Las guitarras son melódicas y poco rudas, alejándose bastante de lo que entenderíamos como Black Metal tradicional y crudo y siendo más bien parecidas a bandas como Embraced, Graveworm o Stormlord. Es por lo que vemos un disco más orientado a la melodía y su lado sinfónico nos brinda un uso muy amplio y generoso del piano, encontrándonos así con un álbum muy agradable para los que gustan del piano porque aquí está a la orden del día.
Pero no todo lo atmosférico recae en el teclado, las acústicas también aparecen de vez en cuando con gratificantes y apacibles melodías, y el estilo vocal pone su grano de arena al incluir mucha voz femenina junto a la rasgada blacker; esta vocalista femenina es la misma que aparece en la banda Infernal Beauty, y no es una soprano como a lo mejor habrían supuesto muchos al leerlo, tiene una voz más tranquila de acuerdo con los pianos y acústicas que gustan tanto de ofrecer estos músicos. La voz principal, por su parte, es una rasgada bastante ronca y áspera (a veces me recuerda a la de Sun of the sleepless y la de Eblis), en definitiva muy poco amiga de gritar porque sí.
El ritmo del CD se mueve entre los medios tiempos y la lentitud haciendo que, junto a la cantidad de pianos y voz femenina, a veces parezca un álbum de Gothic-Doom al estilo de lo primero de Galadriel por ejemplo. Aunque, curiosamente, el disco cierra con un tema de crudo Black Metal sin teclados ni nada de lo anteriormente reseñado.
Me gustaría poder leer las letras para comprobar si son tan melancólicas y románticas como aparentan por los títulos, cosa que desde luego quedaría como un guante con el ambiente otoñal de su música y la preciosa portada de Kris Verwimp; pero para eso mi única opción sería hacerme con el original, cosa que estoy considerando si logro averiguar si el artwork del libreto vale la pena.
Aquí os lo dejo, para quienes les gusten las bandas mencionadas además de otras cosas como el segundo disco de Throes of Dawn o el debut de Faerghail. A mí desde luego me está amenizando mucho esta tarde otoñal de débil iluminación como la de la portada, con su estatua de un caballero que muestra obvios rasgos de abandono (y que se parece bastante a una fotografía que tomé hace años en un solitario parque).
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