Qué buena recomendación recibí hace poco, y además de un grupo que no acabó de gustarme por haber escuchado el álbum equivocado, pero una oportuna aclaración me llevó a escuchar el debut de 2002 estos alemanes.
Resulta que su posterior “Soulwards” de 2003 tenía un sonido contundente y más orientado al Death que el que encontramos en este debut, mucho más doomie y atmosférico, y para colmo tenía unas voces limpias de un tipo que no me gusta nada. Por suerte me comentaron las sonoridades más apacibles y la mejor composición de este álbum debut, que es mucho más oscuro, ambiental y romántico que el otro disco.
Y bien, entrando ya con este disco sin mencionar el otro posterior, muestra un Doom bastante oscuro (por llamarlo de alguna manera) con elementos de otros estilos e incluso de grupos en concreto como ya os iré citando. Pero podéis llamarlo Dark Metal si lo preferís, ya que en esa “etiqueta” podemos incluir todo aquello que no tenemos claro si es Doom, Gothic o algo similar.
Lo que está clarísimo es el ritmo lento tan propio del Doom Metal que predomina en el disco, cadencia que realza la distorsión y la densidad de las zumbantes guitarras, y deja paso perfectamente para agregar variedad vocal y diversos elementos atmosféricos.
Uno de esos elementos que me han agradado mucho es la flauta, que me ha hecho pensar en algunos momentos en Estatic Fear o Empyrium, al ser también grupos con ambiente doomie y sinfónicas dosis de atmósfera. Pero desde luego no son para menos las bonitas acústicas ni los muy presentes teclados, que son muy etéreos y nos acompañan en un viaje a través de la niebla de la portada porque podemos decir que tienen ese sonido, causando un efecto brumoso en la mayor parte del disco, aunque también tienen sus preciosas partes de piano.
Este énfasis atmosférico se aprecia también en las voces, teniendo una rasgada con resonancias guturales que ve su delicada contrapartida en las voces limpias; una sosegada voz femenina que pertenece a la misma chica que aporta la flauta, y una masculina clara que transmite tranquilidad y tiene un relajante efecto como la de Empyrium. Y, ya que los nombro, también este estilo vocal me hace pensar en ellos y en Estatic Fear de nuevo, aunque Mysterium cuentan también con distintas voces narradas.
Todo esto se encuentra abrazado por una producción que para mi gusto encaja muy bien con el tono crujiente de las guitarras y lo difuminado de los teclados. Desde luego me ha encantado el disco para los momentos más tranquilos, si bien no gozan de la maravillosa coherencia y naturalidad de Empyrium ni de las sonoridades medievales de Estatic Fear.
Un amante de la música tranquila pero oscura lo sabrá disfrutar, supongo, y más si alguien conoció su segundo disco y quedó un poco indiferente como a mí me pasó.
Resulta que su posterior “Soulwards” de 2003 tenía un sonido contundente y más orientado al Death que el que encontramos en este debut, mucho más doomie y atmosférico, y para colmo tenía unas voces limpias de un tipo que no me gusta nada. Por suerte me comentaron las sonoridades más apacibles y la mejor composición de este álbum debut, que es mucho más oscuro, ambiental y romántico que el otro disco.
Y bien, entrando ya con este disco sin mencionar el otro posterior, muestra un Doom bastante oscuro (por llamarlo de alguna manera) con elementos de otros estilos e incluso de grupos en concreto como ya os iré citando. Pero podéis llamarlo Dark Metal si lo preferís, ya que en esa “etiqueta” podemos incluir todo aquello que no tenemos claro si es Doom, Gothic o algo similar.
Lo que está clarísimo es el ritmo lento tan propio del Doom Metal que predomina en el disco, cadencia que realza la distorsión y la densidad de las zumbantes guitarras, y deja paso perfectamente para agregar variedad vocal y diversos elementos atmosféricos.
Uno de esos elementos que me han agradado mucho es la flauta, que me ha hecho pensar en algunos momentos en Estatic Fear o Empyrium, al ser también grupos con ambiente doomie y sinfónicas dosis de atmósfera. Pero desde luego no son para menos las bonitas acústicas ni los muy presentes teclados, que son muy etéreos y nos acompañan en un viaje a través de la niebla de la portada porque podemos decir que tienen ese sonido, causando un efecto brumoso en la mayor parte del disco, aunque también tienen sus preciosas partes de piano.
Este énfasis atmosférico se aprecia también en las voces, teniendo una rasgada con resonancias guturales que ve su delicada contrapartida en las voces limpias; una sosegada voz femenina que pertenece a la misma chica que aporta la flauta, y una masculina clara que transmite tranquilidad y tiene un relajante efecto como la de Empyrium. Y, ya que los nombro, también este estilo vocal me hace pensar en ellos y en Estatic Fear de nuevo, aunque Mysterium cuentan también con distintas voces narradas.
Todo esto se encuentra abrazado por una producción que para mi gusto encaja muy bien con el tono crujiente de las guitarras y lo difuminado de los teclados. Desde luego me ha encantado el disco para los momentos más tranquilos, si bien no gozan de la maravillosa coherencia y naturalidad de Empyrium ni de las sonoridades medievales de Estatic Fear.
Un amante de la música tranquila pero oscura lo sabrá disfrutar, supongo, y más si alguien conoció su segundo disco y quedó un poco indiferente como a mí me pasó.
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