Y llegó el invierno en forma de Death Metal…
Este estilo en general no suele atraerme, pero sí que me encantan grupos concretos caracterizados por un sonido genuinamente oscuro. Para esta ocasión no he escogido uno de mis típicos grupos de podrida oscuridad a lo Imprecation, Infester o Funebrarum, me he decantado por el sonido sueco de la vieja escuela que disfrutamos intensamente en un clásico como éste.
Originariamente formados como Macabre End, lanzaron una demo bajo ese nombre y posteriormente editaron este debut en 1993 ya con su nuevo nombre, God Macabre.
Siendo uno de los primeros grupos en la escena sueca, será fácil imaginar (para quien no lo conozca) que parte del sonido que encontramos en Entombed o Dismember, pero a diferencia de aquéllos cuentan con una voz más gutural como pasaba también con Grave. Puede parecer una minucia, pero a mí personalmente me gusta el Death Metal con guturales de peso, cuestión de gustos.
Una producción añeja y cascada enmarca un álbum con sus buenos momentos de lucimiento guitarrero, sólida sección rítmica y un mínimo de variación dentro de lo aceptable en un disco así. La portada y el título del disco, así como los títulos de las canciones, nos podrían hacer pensar en algún decadente disco de Doom-Death de los 90, y aunque no sea el caso porque esto es Death sueco en toda regla, resulta que hay momentos en los que bajan las revoluciones y casi se podría decir que coquetean con el Doom. Yo personalmente me he llegado a acordar de las etapas Doom-Death de Anathema y Paradise Lost, especialmente de estos últimos cuando además las guitarras nos brindan sus buenas melodías. Por supuesto que no hay aquí esa labor impresionante de riffs del guitarrista de Paradise Lost en “Gothic”, pero me ha recordado ligeramente a ese disco y el tipo de producción contribuye bastante.
Para dar profundidad a esos momentos que bien nos pueden sentir el invierno, tan cruel bajo su apacible apariencia, incluyen algunos ligeros toques de sencillo teclado, pero muy pocos y sólo para subrayar esos momentos desoladores que incluso llegan a transmitir un poco de tristeza.
En principio duraba poco más de veinte minutos el CD, con cinco canciones y dos instrumentales (con sobrecogedores teclados), pero se reeditó en 2002 con su demo “Consumed by darkness”, añadiendo tres cortes más al minutaje y haciendo este trabajo más completo si cabe.
Muy recomendado a fans del estilo sueco, si aún no lo conocen porque todos hemos empezado alguna vez y nadie llega sabiendo todo. Dejemos que el invierno nos rodee, pero sin descuidar la guardia para no acabar en congelado estado de letargo hacia la muerte.
Este estilo en general no suele atraerme, pero sí que me encantan grupos concretos caracterizados por un sonido genuinamente oscuro. Para esta ocasión no he escogido uno de mis típicos grupos de podrida oscuridad a lo Imprecation, Infester o Funebrarum, me he decantado por el sonido sueco de la vieja escuela que disfrutamos intensamente en un clásico como éste.
Originariamente formados como Macabre End, lanzaron una demo bajo ese nombre y posteriormente editaron este debut en 1993 ya con su nuevo nombre, God Macabre.
Siendo uno de los primeros grupos en la escena sueca, será fácil imaginar (para quien no lo conozca) que parte del sonido que encontramos en Entombed o Dismember, pero a diferencia de aquéllos cuentan con una voz más gutural como pasaba también con Grave. Puede parecer una minucia, pero a mí personalmente me gusta el Death Metal con guturales de peso, cuestión de gustos.
Una producción añeja y cascada enmarca un álbum con sus buenos momentos de lucimiento guitarrero, sólida sección rítmica y un mínimo de variación dentro de lo aceptable en un disco así. La portada y el título del disco, así como los títulos de las canciones, nos podrían hacer pensar en algún decadente disco de Doom-Death de los 90, y aunque no sea el caso porque esto es Death sueco en toda regla, resulta que hay momentos en los que bajan las revoluciones y casi se podría decir que coquetean con el Doom. Yo personalmente me he llegado a acordar de las etapas Doom-Death de Anathema y Paradise Lost, especialmente de estos últimos cuando además las guitarras nos brindan sus buenas melodías. Por supuesto que no hay aquí esa labor impresionante de riffs del guitarrista de Paradise Lost en “Gothic”, pero me ha recordado ligeramente a ese disco y el tipo de producción contribuye bastante.
Para dar profundidad a esos momentos que bien nos pueden sentir el invierno, tan cruel bajo su apacible apariencia, incluyen algunos ligeros toques de sencillo teclado, pero muy pocos y sólo para subrayar esos momentos desoladores que incluso llegan a transmitir un poco de tristeza.
En principio duraba poco más de veinte minutos el CD, con cinco canciones y dos instrumentales (con sobrecogedores teclados), pero se reeditó en 2002 con su demo “Consumed by darkness”, añadiendo tres cortes más al minutaje y haciendo este trabajo más completo si cabe.
Muy recomendado a fans del estilo sueco, si aún no lo conocen porque todos hemos empezado alguna vez y nadie llega sabiendo todo. Dejemos que el invierno nos rodee, pero sin descuidar la guardia para no acabar en congelado estado de letargo hacia la muerte.
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