Desde Barcelona nos llega un nuevo grupo español del que no tenía conocimiento hasta empezar a ver colgado en Youtube este su disco debut de finales de 2020, un álbum con el que engrosar el repertorio nacional junto a Asgaroth, Numen, Elffor, Argar, Ignobilis Mythos o Blazemth.
Voy a empezar otra vez con mi manido discurso del sonido noventero, pero es que es así totalmente. Esto suena a Black Metal de los años 90 por los cuatro costados, ese estilo cascado y de opaca producción con algunas inserciones sinfónicas que, si bien no son muy abundantes, otorgan una interesante aura de sanguinolencia nocturna.
Suena un poco a esos inicios blackers de Behemoth y Lord Belial, salvando las distancias, con cierta similitud al primer EP de Hecate Enthroned en las atmósferas de atrocidades a la luz de la luna.
Ritmos rápidos conduciendo una masa bien compacta de guitarras densas y potentes es la tónica general del álbum, que incluye momentáneas bajadas de intensidad para introducir momentos atmosféricos de mano de unos órganos con sonido "lo-fi" que son lo que más me recuerda a Hecate Enthroned. Efectos ambientales como el sonido de la lluvia terminan de querer crear ese ambiente tétrico de castillo abandonado, de manera que en ciertos momentos uno siente que podría haberse desarrollado mejor, pero no está mal para ser un debut.
La voz no tiene ningún misterio, una rasgada blacker con un tono bastante ronco que me complace, prefiero personalmente voces así antes que una barra libre de gritos sin más.
Quien no sea muy dado a este tipo de música no le encontrará grandes alicientes, incluso le aburrirá. Pero, por el contrario, quien no encuentre satisfacción entre tanto disco moderno de Black Metal con demasiado olor a plástico y cloro, puede tener una opinión bastante diferente con respecto a este álbum. Cuestión de gustos.
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