Antes de empezar, soy consciente de la polémica en torno al cristianismo de esta banda, y en su momento hubo por ello un conflicto con el sello que lanzó el disco: Cacophonous Records.
Pero, ahora que ya está dicho para quitarme de encima cuanto antes las bobadas extramusicales, prefiero pasar a comentar que se merece una reseña porque su música resulta ser excelente.
Cacophonous Records es ese sello inglés que lanzó grandes trabajos de Ancient Ceremony, primerizos Cradle of Filth, Abyssos, Gehenna, el “Stormblast” de Dimmu Borgir, Bal-Sagoth, Twilight Ophera y Deinonychus.
Y este disco de 1998, el segundo de Antestor, para mí se puede codear tranquilamente con los discos de esos otros grupos.
Tras observar la portada de Joe Petagno (artista tras obras de Incantation, Bal-Sagoth, Ouija o Intestine Baalism entre otros), nos encontramos con un libreto cargado de estética noruega, y la música hace honor a la procedencia noruega de la banda y sus bosques nevados.
Un buen Black Metal con melodía y atmósfera a lo escandinavo es lo que nos encontramos, ni más ni menos; las guitarras desprenden un buen trabajo melódico al mismo tiempo que conservan el sonido hipnotizante y semicrudo tan propio de los 90, y los ritmos a veces alcanzan cierta velocidad aunque lo habitual es el medio tiempo y la lentitud que retienen del pasado Doom Metal de sus demos.
Los teclados no llegan nunca a lo fastuoso, pero acentúan de manera efectiva las atmósferas frías y melancólicas del disco, al igual que las sobrias y apesumbradas voces claras que aparecen para complementar la más que decente voz rasgada blacker (que canta tanto en inglés como en noruego).
Algo que me ha gustado mucho es la variedad que hace ameno este álbum de cincuenta y siete minutos, ya que las canciones tienen su toque distintivo y nos encontramos por ejemplo con temas muy guitarreros y pegadizos junto a otros más relajados y envueltos en gélidos teclados, y algunos con el mencionado toque de las voces limpias. Mis dos favoritos personales son los dos temas donde más se recrean en el sonido lento y cubierto por el sudario de los teclados, “Sorg” y “Ancient Prophecy”.
Hasta la producción es la típica de un disco atmosférico de esos años así que es bien sencillo aparcar ideas preconcebidas y sentarse tranquilamente a escuchar un álbum que nos susurra con el frío hálito de la muerte.
Pero, ahora que ya está dicho para quitarme de encima cuanto antes las bobadas extramusicales, prefiero pasar a comentar que se merece una reseña porque su música resulta ser excelente.
Cacophonous Records es ese sello inglés que lanzó grandes trabajos de Ancient Ceremony, primerizos Cradle of Filth, Abyssos, Gehenna, el “Stormblast” de Dimmu Borgir, Bal-Sagoth, Twilight Ophera y Deinonychus.
Y este disco de 1998, el segundo de Antestor, para mí se puede codear tranquilamente con los discos de esos otros grupos.
Tras observar la portada de Joe Petagno (artista tras obras de Incantation, Bal-Sagoth, Ouija o Intestine Baalism entre otros), nos encontramos con un libreto cargado de estética noruega, y la música hace honor a la procedencia noruega de la banda y sus bosques nevados.
Un buen Black Metal con melodía y atmósfera a lo escandinavo es lo que nos encontramos, ni más ni menos; las guitarras desprenden un buen trabajo melódico al mismo tiempo que conservan el sonido hipnotizante y semicrudo tan propio de los 90, y los ritmos a veces alcanzan cierta velocidad aunque lo habitual es el medio tiempo y la lentitud que retienen del pasado Doom Metal de sus demos.
Los teclados no llegan nunca a lo fastuoso, pero acentúan de manera efectiva las atmósferas frías y melancólicas del disco, al igual que las sobrias y apesumbradas voces claras que aparecen para complementar la más que decente voz rasgada blacker (que canta tanto en inglés como en noruego).
Algo que me ha gustado mucho es la variedad que hace ameno este álbum de cincuenta y siete minutos, ya que las canciones tienen su toque distintivo y nos encontramos por ejemplo con temas muy guitarreros y pegadizos junto a otros más relajados y envueltos en gélidos teclados, y algunos con el mencionado toque de las voces limpias. Mis dos favoritos personales son los dos temas donde más se recrean en el sonido lento y cubierto por el sudario de los teclados, “Sorg” y “Ancient Prophecy”.
Hasta la producción es la típica de un disco atmosférico de esos años así que es bien sencillo aparcar ideas preconcebidas y sentarse tranquilamente a escuchar un álbum que nos susurra con el frío hálito de la muerte.
http://rapidshare.com/files/73081856/The_Return_of_the_Black_Death_www.cmfreak.net.rar.html
Contraseña: www.cmfreak.net
3 comentarios:
tonces hombre....ya q no encuentro donde hacer un comentaruio q no sea de un disco...lo q hago aqui...jaja..bueno solo le queria recomendar algo de una banda llamada lamia anthiteus ...ahh soberano señor disco...recuerda mucho a Cradle of filth....pero tiene un sonido mas peculiar...pero no mucho..jajaja..conservan esas atmosferas vampiricas, escalofriantes...ahhh lo unico es q el album solo dura 16 minutos..bueno men ahi te dejo....jajaja q pena el atrevimiento...suerte!!!
Supongo que te refieres al EP "Amongst Profound Portraits... And Her Silent Deceit", ¿no? Lo tengo y es genial, toda una lección para los Cradle of Filth actuales.
si, a ese me referia, exacto es una leccion para ellos, y q disco sera el q no tiene??...jajaja
Publicar un comentario