He comentado en varias ocasiones que el Black Sinfónico de los 90 dio muchas buenas bandas entre otras que estaban allí por moda, y a veces he pensado que Mystic Circle se convirtieron en ejemplo de eso último cuando de pronto pasaron a tocar un pomposo sinfonismo al estilo de Cradle of Filth (que personalmente no me cuadra mucho con su estética satánica). Pero pasemos a analizar este debut de 1996 en el que mostraban una faceta bastante diferente.
Viendo la portada cualquiera pensaría en un disco repleto de barrocos teclados, pianos y coros, al igual que nos sucede por primera vez con Siebenbürgen y Abyssos. Pero, al igual que con esos dos grupos, lo que nos encontramos es algo más austero y guitarrero con las partes de teclados muy dispersas.
Ya que nombro a esos dos grupos suecos, este álbum suena bastante a discos de los 90 de esas tierras, y a mí personalmente me recuerda en especial al debut “Loreia” de Siebenbürgen.
Tengo mis motivos para pensar en ese disco cada vez que escucho este CD: el sonido de guitarras, melódicas pero densas, y la escasa pero agradable presencia de elementos atmosféricos.
Viendo la portada cualquiera pensaría en un disco repleto de barrocos teclados, pianos y coros, al igual que nos sucede por primera vez con Siebenbürgen y Abyssos. Pero, al igual que con esos dos grupos, lo que nos encontramos es algo más austero y guitarrero con las partes de teclados muy dispersas.
Ya que nombro a esos dos grupos suecos, este álbum suena bastante a discos de los 90 de esas tierras, y a mí personalmente me recuerda en especial al debut “Loreia” de Siebenbürgen.
Tengo mis motivos para pensar en ese disco cada vez que escucho este CD: el sonido de guitarras, melódicas pero densas, y la escasa pero agradable presencia de elementos atmosféricos.
Los escasos teclados son sutiles y están muy distribuidos, pero con un sonido ciertamente vampírico que no hemos vuelto a escuchar jamás en ningún trabajo de este grupo, y me dejan con ganas de más cantidad porque tienen mucho encanto noventero esos tímidos órganos y efectos como campanas, latigazos, lobos y demás sonidos propios de una película de antaño (ahora las películas de vampiros cuentan con bandas sonoras discotequeras). Lo mismo digo de detalles vocales como el uso de unas pocas voces claras masculinas muy discretas y sugerentes, o unas seductoras femeninas. Y, ya que hablo de voces, la voz de su vocalista nunca me gustó del todo porque me parecía más adecuado para una banda como God Dethroned, aunque en este disco su voz es más desgarrada que nunca y me satisface holgadamente.
También la producción dota al disco del atractivo noventero, sin ser muy sucia, aunque la batería a veces tenga ese sonido como enlatado que todos conocemos.
Muy adecuado para amantes de los primeros Ancient Ceremony (aunque sin su sinfonismo en este caso), Abyssos y Siebenbürgen, además de las películas de la Hammer Productions y el Drácula de Stoker.
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