jueves, 21 de julio de 2022

I AM THE NIGHT - While the Gods Are Sleeping

 



Toca volver a las novedades como con la aún reciente reseña de Marrasmieli. 
Estos I Am The Night son algo más que una frase de Batman (lo siento, no pude contenerme el chiste malo), esta banda de Finlandia es un buen ejemplo sobre cómo tomar lo bueno de los años 90 con un tamiz un poco más actual.

Empezar a escuchar este álbum, su debut tras un tema de adelanto lanzado el año pasado, me hace pensar rápidamente en Dissection y Emperor. No solamente por la portada azul creada por Necrolord al igual que con que las dos bandas citadas, tiene un estilo con melodías aceradas y atmósferas lóbregas que comparten aspectos en común con ambos grupos.

Hablamos de Black Metal, del tipo que no teme a introducir melodías y teclados atmosféricos en medio de su torbellino de guitarrazos y blast-beats. 
Los riffs de guitarra suenan corpulentos y tienen un crujido áspero con el helado filo de navaja que, salvando las distancias, hizo mítico a Dissection al aunarlo con ese sentido de la melodía que tan bien trabajaron los suecos. Su guitarrista y bajista están bien curtidos viniendo de Insomnium y Omnium Gatherum, mientras que el batería viene de formaciones tan dispares como los pútridos Abhorrence y la etapa más reciente de Paradise lost. Hablando de batería, ésta no se limita a soltar blast-beats sin más y aporta una gama de ritmos que hace que las canciones no resulten tan lineales como sucede otras veces.
Los teclados, aportados por el guitarrista, aparecen de forma intermitente y siempre como un telón de fondo que aporta texturas sinfónicas y esa bruma lóbrega del debut de Emperor y otros grupos similares de aquellos viejos tiempos noruegos.
Queda por comentar la voz, que es bien rasposa y reptiliana, cosa que me llamó la atención dado que el vocalista no tiene antecedentes en la escena del Black Metal y sus referencias son de otros estilos.

Gusta ver que siguen surgiendo buenos discos de Black Metal en pleno 2022, sobre todo si, al igual que yo, nunca apartas un oído de los grupos clásicos.


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