sábado, 5 de febrero de 2022

ASTRAL WINTER - Forest Of Silence

 



Hace ya unos cuantos años que reseñé el disco de Hammerstorm, banda internacional formada por un belga y un australiano... pues aquí está la banda principal del susodicho australiano, que en solitario es capaz de dar rienda suelta al Black Sinfónico aquí recogido.

Conocí el proyecto Astral Winter con su debut "Winter Enthroned" de 2001, pero fue realmente con este tercer álbum de 2016 cuando realmente la cosa me llamó la atención al percibir una muy notable mejora con canciones más poderosas y sólidas. 

No vayamos a pensar que esto va de Black Metal tradicional, no, aquí no se postula el modelo más purista y encorsetado. El estilo es el muy melódico de bandas como Graveworm, Illnath, Stormlord, Catamenia o Embraced; aunque quizás con un enfoque más rabioso que el de los grupos citados. 
Josh Young muestra ser un músico creativo y con las ideas claras, a diferencia de otros proyectos en solitario como Elvira Madigan por ejemplo, que resultan más desordenados y confusos. 

Los teclados son, naturalmente en un disco sinfónico, muy dominantes y omnipresentes dirigiendo las composiciones con sus ambientaciones épicas y no exentas de elegancia cuando entran en juego el piano o el clavicordio, destacando para mi gusto las intros e interludios rebosantes de magia arcana. No por ello las guitarras quedan descuidadas, crujen en apretada formación y llegan a desprender solos de cuidada factura cuando se rebaja el ritmo de las baterías que, por cierto, mucho me temo que son programadas. El elemento más agresivo es sin duda, para mí, la voz rasgada porque suena feroz y como de bestia salvaje herida defendiéndose hasta la muerte, complementándose con algunas voces claras por parte de algunos invitados al igual que la voz femenina en la hermosa y extensa (15 minutos) canción final.
Como punto negativo veo, aparte de la batería programada, que los teclados en unas pocas ocasiones me suenan demasiado artificiosos e incluso algo fuera de lugar, pero esto ya es cuestión de gustos.

Un disco con más luces que sombras para mi gusto, de lo mejor que escuché en 2016. Está, obviamente, recomendado si te gustó Hammerstorm porque el parecido es razonable.









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