martes, 9 de mayo de 2023

APOTHEOSIS - Farthest From The Sun

 


Recuerdo que hace muchos años veía este disco del 2002 con unas críticas excelentes, todas muy positivas y haciendo pensar que sería una joya del Black Sinfónico, cosa que realmente me pareció un poco exagerada para mi gusto cuando tuve oportunidad de oírlo, pues le encontré aspectos satisfactorios pero no llegó a parecerme un imprescindible del estilo.
Así que mejor le hacemos la reseña pertinente en el blog y cada cual que lo escuche y decida según sus gustos.

Este debut (y único disco hasta la fecha) fue lanzado por un músico en solitario de la isla de Malta, nación de la que sólo conozco este proyecto y los ya reseñados Martyrium, tras una demo de 1995 y una promo de 1997 que contenía dos canciones que fueron retocadas para incluirlas en este disco junto a dos instrumentales. Un disco con solamente cuatro temas suena a que será corto, pero de eso nada porque la duración total es de casi una hora.

Lanzado por Nocturnal Art, el sello de Samoth (miembro de Emperor), no desentona con otros discos del sello como los de Limbonic Art, Odium o Sirius. Su Black Sinfónico tiene esa parte de furia con atmósferas astrales, pero va más allá en busca de un sonido más personal con temas largos en los que distintos pasajes van alternando como si fueran los capítulos de un libro con sus giros argumentales.
Aquí se nota mucho que es fruto de un único músico con mucho trabajo informático al igual que sucedía con Mirrorthrone, insertando a su gusto toda clase de segmentos sinfónicos que pueden tener un marcado gusto de fantasía épica o toques más elegantes como el piano, todo esto sobre la base de una guitarras muy zumbantes y crujientes con cierto toque Thrash y hasta algún solo para mayor lucimiento. Lo que no destaca tanto es la batería, que muchos cuestionan si es programada. 
En estos extensos temas la voz no aparece todo el rato, rugiendo con ferocidad rasgada cuando hace acto de presencia y resaltando los momentos más agresivos que tanto gusta este señor (quien, por cierto, se hace llamar Sauron) de alternar con partes más calmadas.

Todo esto hace que, personalmente, me resulte un álbum que a veces se dispersa mucho y no se consigue una atención bien fijada en el mismo, pero es cuestión de gustos como ya dije.







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