Ya que recordaba a Summoning con Enid, no puedo evitar hacer ahora la reseña de otro proyecto basado en los insignes austriacos.
Y, además, también con un músico prolífico que tiene innumerables proyectos paralelos al igual que ellos. Hablo del Narqath, conocido sobre todo por ser quien anda tras la banda de Black pagano Wyrd, y yo personalmente lo conocí cuando fue integrante de Finnugor; también podemos encontrarle en otros proyectos como Oath of Cirion, Azaghal y, cómo no, Valar.
En su tercer disco de 2001, tras unos antecedentes más ambientales por lo que he leído, se desata totalmente ese estilo de lento Black Sinfónico con la épica de Summoning. Incluso con baterías programadas como ellos, marcando ritmos ambientales y usando sonidos medievales, y las guitarras con un papel poco protagonista que le cede el trono a los teclados.
Éstos tienen todo el regio fulgor de un álbum dedicado a la fantasía medieval del mundo ideado por Tolkien, e incluyen sonidos como simulaciones de panderetas y campanas junto a las habituales sinfonías de banda sonora épica. Pero este finlandés se equivocó al añadir el tema “Rivendell 2001” con sus sonidos electrónicos, que hace por un momento se te venga abajo todo el paisaje ensoñador de magia antigua y fuego de dragones y consigue que saltes esa canción en las sucesivas escuchas del disco.
Si algo en lo que no imita tanto a Summoning es en la voz, porque Narqath no abandona la tendencia de sus otras bandas de emplear una voz casi gutural con matices raspados, en lugar de las acostumbradas rasgadas de trasgo del dúo austriaco.
Si L’Ordre du Temple evocaba el lado más caballeresco, Elffor la parte más oscura de la Edad Media, Enid lo más cortés y elegante, y los maestros Summoning la faceta más mística y majestuosa, yo diría que Valar es la parte más colorista y de viva fantasía.
Recomendado entonces si te gustan esos grupos recién citados.
1 comentario:
buenisimo, como lo conociste?
Falto mencionar a nazgûl,rivendell y shambless ehhhhh
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