Son muchos los que escogen un disco de Doom Metal para un día lluvioso, o incluso todo el repertorio para los meses otoñales e invernales, aunque yo también me inclino por ponerme un buen disco del estilo en las noches de verano, que no son carentes de inherente melancolía tampoco.
Es así como para algunas veladas estivales escojo por ejemplo este discreto EP de 1995, que pasa desapercibido porque esta banda fue mucho más famosa por su material posterior, pues es el clásico grupo que acabó escogiendo la fórmula con vocalista femenina al frente. Esto nos sonará también a la trayectoria de The Gathering, con quienes tienen en común haber editado un primer trabajo con voz gutural.
Olvidemos entonces para esta reseña su posterior y aclamado “Lumo” de 1997, ya que la cosa es bastante distinta. Con sus cinco canciones, de veintiséis minutos, nos ofrecen estos fineses un buen Doom-Death muy melódico y con gutural al frente, envuelto por una producción modesta que a algunos igual no les gustará mucho (yo por mi parte no soy quisquilloso, e incluso me gustan los toques añejos).
Están a la orden del día las dolientes melodías de guitarra, siendo un álbum con una importante dirección melódica, pero también aparecen ramalazos de Death Metal de la época, cosa que también ocurría como sabemos con los primeros Paradise Lost y Anathema, pero siempre manteniendo una continuidad de ritmos lentos doomsters.
Para subrayar las atmósferas románticas y ensoñadoras, además de los ligeros toques acústicos, aparece de cuando en cuanto un sencillo colchón de teclado con un efecto difuminado, y sin necesidad de mayor elaboración esos sintetizadores profundizan bien en la nostalgia que desprende la imagen del ocaso la portada, la bermeja pupila del sol que se baña en su propia sangre.
No dudo que su material posterior sea bueno y trabajado (sólo he escuchado por encima “Lumo”, la verdad), pero por mis gustos personales me inclino más por la propuesta de este humilde EP que te gustará si no eres delicado con las producciones y te interesa curiosear en los primeros trabajos de las bandas.
Es así como para algunas veladas estivales escojo por ejemplo este discreto EP de 1995, que pasa desapercibido porque esta banda fue mucho más famosa por su material posterior, pues es el clásico grupo que acabó escogiendo la fórmula con vocalista femenina al frente. Esto nos sonará también a la trayectoria de The Gathering, con quienes tienen en común haber editado un primer trabajo con voz gutural.
Olvidemos entonces para esta reseña su posterior y aclamado “Lumo” de 1997, ya que la cosa es bastante distinta. Con sus cinco canciones, de veintiséis minutos, nos ofrecen estos fineses un buen Doom-Death muy melódico y con gutural al frente, envuelto por una producción modesta que a algunos igual no les gustará mucho (yo por mi parte no soy quisquilloso, e incluso me gustan los toques añejos).
Están a la orden del día las dolientes melodías de guitarra, siendo un álbum con una importante dirección melódica, pero también aparecen ramalazos de Death Metal de la época, cosa que también ocurría como sabemos con los primeros Paradise Lost y Anathema, pero siempre manteniendo una continuidad de ritmos lentos doomsters.
Para subrayar las atmósferas románticas y ensoñadoras, además de los ligeros toques acústicos, aparece de cuando en cuanto un sencillo colchón de teclado con un efecto difuminado, y sin necesidad de mayor elaboración esos sintetizadores profundizan bien en la nostalgia que desprende la imagen del ocaso la portada, la bermeja pupila del sol que se baña en su propia sangre.
No dudo que su material posterior sea bueno y trabajado (sólo he escuchado por encima “Lumo”, la verdad), pero por mis gustos personales me inclino más por la propuesta de este humilde EP que te gustará si no eres delicado con las producciones y te interesa curiosear en los primeros trabajos de las bandas.
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