A algunos nos parece interesante la escena búlgara por la variedad de sus grupos de Black Sinfónico, que tienen todos su toque personal y no se limitan a imitar punto por punto a los otros más grandes y conocidos, como por ejemplo Sabrax, Haron, Amor e Morte, Darkflight, Korozy, Frozen Tears, Samhain, Shambless y, por supuesto, estos Dark Inversion.
Únicamente sacaron este debut de 2001 tras una demo, con el mismo sello de otros grupos búlgaros Counter Attack, y desde entonces nada más se sabe aparte de que habían empezado a preparar material nuevo más orquestal.
En principio, tiene una fuerte influencia nórdica en su propuesta blacker, una corriente de guitarras gélidas y baterías arrolladoras, pero con una agradecida tendencia a incluir muchos pasajes más calmados, con ese ambiente inhóspito como el desolado paisaje tras una tormenta de nieve, haciendo su escucha mucho menos monótona que si hubiese sido un disco monorrítmico a piñón fijo.
La capa de teclados es bien sencilla, sin buscar sonar grandilocuente, pero es muy efectiva para lo que ellos buscan, que es meramente dotar al disco de atmósfera helada y yerma, como bien debe transmitir un álbum basado en reinos helados, batallas e incluso un componente histórico y nacionalista (al igual que sus compatriotas Korozy). Son esos sintetizadores a lo escandinavo que conocemos de grupos como los primerísimos Dimmu Borgir o Emperor del debut, con un toque folkie en un tema concreto.
Y ya que hablo de ello, un punto personal de este disco es, pasando ya por fin a lo que lo hace reconocible con respecto a trabajos similares, es la frecuente inclusión de acústicas aportando así un elemento pagano que encaja perfectamente en la fórmula del CD, y además tienen buena mano y me encantó la manera en que quedan junto al colchón de teclado del gran tema “I am the prince of darkness of my soul”.
Con la voz sucede tres cuartas de lo mismo de lo que hablé sobre las ambientaciones, es una rasgada muy al uso, ruda y hostil, pero agregan de vez en cuando una profunda voz clara con un aire de oscuro paganismo.
Concluyendo, es un disco con elementos típicos pero también con cierta personalidad, con buenas atmósferas invernales y épicas y un estupendo añadido acústico, no hay mucho más que añadir para quien sea seguidor de cosas así.
viernes, 25 de junio de 2010
DARK INVERSION - The Land Of The Dead Warriors
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