Una vez más rescato un disco de las primeras entradas del blog para hacer una reseña más decente.
Esta vez le ha tocado a los doomsters estadounidenses Necare (significa ‘matar’ en latín), genial banda que recrea de un modo más que satisfactorio el sonido del Doom Metal británico de principios de los 90; o dicho de otra manera, están fuertemente inspirados en los llamados “tres de Peaceville”: My Dying Bride, Anathema y Paradise Lost.
Este álbum es digno heredero del Doom romántico y atmosférico de My Dying Bride, aunque sin su característico violín (bueno, en la intro sí hay un violín, pero no en las canciones), es un Doom-Death oscuro, lento y lleno de grandes melodías melancólicas; con unas guitarras pesadas y electrizantes, inclusión de acústicas, y un vozarrón gutural que se ve contrastado por voces narradas.
Todo ello enmarcado por los teclados, que el caso del tema “Desire (the dawn & the chrysalis)” nos deleita en forma de delicioso piano que empieza como amosférico interludio para después fundirse con la canción, siendo predominante que los teclados sean sutilmente etéreos como la bruma del amanecer sobre un lago.
En cuanto a las letras se ve que giran en torno a los típicos temas del género, como la muerte, la pérdida y la angustia a la hora de buscar consuelo o explicaciones.
Destaco entre las canciones la citada “Desire (the dawn & the chrysalis)”, la excelente “Ruin” y “Celia” con sus 13 minutazos de duración. Resalto estas canciones porque es algo más allá de mi opinión personal y el resto de fans de la banda está de acuerdo en general.
Cito como curiosidad que el vocalista ha colaborado con Draconian escribiendo las letras de un tema de “Arcane Rain Fell”, además de tener un proyecto en solitario de Funeral Doom llamado Reclusiam.
No hacen nada nuevo como se puede comprobar, pero sin duda este álbum es una estupenda adición para la colección de todo doomster empedernido.
Esta vez le ha tocado a los doomsters estadounidenses Necare (significa ‘matar’ en latín), genial banda que recrea de un modo más que satisfactorio el sonido del Doom Metal británico de principios de los 90; o dicho de otra manera, están fuertemente inspirados en los llamados “tres de Peaceville”: My Dying Bride, Anathema y Paradise Lost.
Este álbum es digno heredero del Doom romántico y atmosférico de My Dying Bride, aunque sin su característico violín (bueno, en la intro sí hay un violín, pero no en las canciones), es un Doom-Death oscuro, lento y lleno de grandes melodías melancólicas; con unas guitarras pesadas y electrizantes, inclusión de acústicas, y un vozarrón gutural que se ve contrastado por voces narradas.
Todo ello enmarcado por los teclados, que el caso del tema “Desire (the dawn & the chrysalis)” nos deleita en forma de delicioso piano que empieza como amosférico interludio para después fundirse con la canción, siendo predominante que los teclados sean sutilmente etéreos como la bruma del amanecer sobre un lago.
En cuanto a las letras se ve que giran en torno a los típicos temas del género, como la muerte, la pérdida y la angustia a la hora de buscar consuelo o explicaciones.
Destaco entre las canciones la citada “Desire (the dawn & the chrysalis)”, la excelente “Ruin” y “Celia” con sus 13 minutazos de duración. Resalto estas canciones porque es algo más allá de mi opinión personal y el resto de fans de la banda está de acuerdo en general.
Cito como curiosidad que el vocalista ha colaborado con Draconian escribiendo las letras de un tema de “Arcane Rain Fell”, además de tener un proyecto en solitario de Funeral Doom llamado Reclusiam.
No hacen nada nuevo como se puede comprobar, pero sin duda este álbum es una estupenda adición para la colección de todo doomster empedernido.
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