Alemania es un país en el que apareció una buena cantidad de bandas de Black Sinfónico de corte similar, siendo en muchas ocasiones al estilo escandinavo, incluyendo tanto a los que lo hicieron por seguir una tendencia como a los que de verdad sacaron algo interesante.
Estos desaparecidos Cryogenic sólo tuvieron tiempo de editar dos álbumes, pero con este debut de 1998 ya cumplieron bien. Es un Black Sinfónico a veces acelerado con baterías rápidas y otras veces a medio tiempo de manera más atmosférica, siempre con la aguda voz blacker. Los teclados están muy presentes, incluyendo con frecuencia pianos como si de un grupo noruego se tratase, aunque en general son unos teclados ambientales de fondo que transmiten la sensación de estar bajo una gris y nublada tarde en una solitaria llanura que antaño fuera escenario de alguna batalla olvidada.
Las canciones son en ocasiones bastante parecidas, aunque hay casos que sí son fácilmente discernibles como la bombástica “Wanderer”, la lenta y siniestra “Ignis occultus in...” o la triunfal “Celephais” (que es la única que incluye un poco de voz femenina).
Con estos grupos siempre llueven las típicas comparaciones, y es algo que suelo evitar a no ser que el parecido sea algo más que tocar el mismo estilo. En este caso diré sencillamente que pueden recordar un poco a los discos “For All Tid” y “Stormblast” de Dimmu Borgir, o incluso al “In the nightside eclipse” de Emperor, así como a otros muchos discos primerizos de grupos noruegos. También se pueden comparar con sus compatriotas Dies Ater, con quienes comparten batería y teclista, aunque no lo parece porque los teclados son diferentes en ambos grupos, y lanzaron un disco compartido (un split como se suele llamar si nos ponemos anglosajones).
No es nada nuevo bajo el sol, pero puede gustar mucho a quienes disfruten de un buen disco de Black Sinfónico germano, ya que esto está mucho mejor que muchos de sus compatriotas del estilo sinfónico y tiene un aroma totalmente noventero.
Estos desaparecidos Cryogenic sólo tuvieron tiempo de editar dos álbumes, pero con este debut de 1998 ya cumplieron bien. Es un Black Sinfónico a veces acelerado con baterías rápidas y otras veces a medio tiempo de manera más atmosférica, siempre con la aguda voz blacker. Los teclados están muy presentes, incluyendo con frecuencia pianos como si de un grupo noruego se tratase, aunque en general son unos teclados ambientales de fondo que transmiten la sensación de estar bajo una gris y nublada tarde en una solitaria llanura que antaño fuera escenario de alguna batalla olvidada.
Las canciones son en ocasiones bastante parecidas, aunque hay casos que sí son fácilmente discernibles como la bombástica “Wanderer”, la lenta y siniestra “Ignis occultus in...” o la triunfal “Celephais” (que es la única que incluye un poco de voz femenina).
Con estos grupos siempre llueven las típicas comparaciones, y es algo que suelo evitar a no ser que el parecido sea algo más que tocar el mismo estilo. En este caso diré sencillamente que pueden recordar un poco a los discos “For All Tid” y “Stormblast” de Dimmu Borgir, o incluso al “In the nightside eclipse” de Emperor, así como a otros muchos discos primerizos de grupos noruegos. También se pueden comparar con sus compatriotas Dies Ater, con quienes comparten batería y teclista, aunque no lo parece porque los teclados son diferentes en ambos grupos, y lanzaron un disco compartido (un split como se suele llamar si nos ponemos anglosajones).
No es nada nuevo bajo el sol, pero puede gustar mucho a quienes disfruten de un buen disco de Black Sinfónico germano, ya que esto está mucho mejor que muchos de sus compatriotas del estilo sinfónico y tiene un aroma totalmente noventero.
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