Esta banda sueca cuenta con el poderoso atractivo de tener como músicos a los integrantes de grupos muy populares, ni más ni menos que:
Mikael Akerfeldt (Opeth) – voz
Anders Nyström (Katatonia) – Guitarra
Jonas Renske (Katatonia) – Bajo
Dan Swanö (Edge of Sanity) – Batería
Por lo tanto encontramos multitud de críticas que se deshacen en alabanzas a estos músicos y sus respectivas bandas, sin faltar los que prefieren hacerse los interesantes afirmando que es una banda sobrevalorada por esa misma fama, yo por mi parte me limitaré a contar lo que oigo en este álbum.
Lo que quisieron hacer es un Death Metal al estilo sueco de la vieja escuela, emulando a grupos como Dismember o Entombed, siendo curioso que esos dos grupos no me gustan mientras que Bloodbath sí que me convencieron, ya que este disco tiene lo que falta para mi gusto en esos míticos grupos: una buena gutural. Puedo granjearme antipatías de los fans, pero mis gustos son así en cuanto a voces.
Tenemos entonces una muy poderosa voz como es de esperar sabiendo quién es el vocalista; esta voz es muy lineal y quizás habría más matices si se hubiese hecho cargo Swanö, pero de todas formas me gusta el resultado.
Las guitarras tienen un punto crujiente gracias también al sonido sucio de la producción que emula el de los grupos homenajeados, y los ritmos llegan a ser incluso pegadizos. No es nada complicado, pero en su sencillez radica bastante encanto como en los grupos de antes, que es de lo que se trata.
Si no lo has escuchado te puede picar la curiosidad al ver la formación de lujo, y desde luego no perderás el tiempo dándole una oportunidad a este buen disco que te agradará si te gustan los viejos grupos suecos de Death Metal.
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