Cuando al pasado 2020 le quedaba ya poco para expirar, con el frío manto del mes de de diciembre (soy español y aquí es invierno en diciembre, aclaración para los amigos de tierras australes), llegó este debut que desde el principio me pareció de lo mejor de ese año que prácticamente exhalaba su último aliento con esta buena descarga de Black Sinfónico.
Este proyecto nace de uno de los músicos de la banda estadounidense Inquinok, aunque no aparezca así oficialmente, con la no muy curiosa coincidencia de que su sonido es casi igual a lo que tocaba Inquinok en sus inicios.
¿Para qué crear una nueva banda en la misma onda entonces? Esto es algo que se preguntaría mucha gente, con razón porque yo también lo hice, pero tengamos en cuenta que Inquinok en la actualidad relegó el sinfonismo a un plano muy secundario mientras que en este nuevo proyecto las atmósferas palpitan con deseo y sed eterna.
Este álbum debut, bien consistente con sus 10 canciones sin ningún corte instrumental, tiene ese mismo equilibrio que caracterizaba a Inquinok entre lo crudo y lo melódico porque ni es Darkthrone ni Dimmu Borgir, por decirlo así de manera tan breve como simple. Tiene la innegable influencia del Black Metal Europeo con Emperor y Limbonic Art presentes, pero también ese sello blacker de Estados Unidos que podemos oír en Veneficum o Vesperian Sorrow por ejemplo.
Una voz rasgada muy seca y cortante alterna a veces con algunas guturales o voces narradas en off guiándonos por unos temas de guitarras acuchilladoras que de igual manera apabullan con rápidas baterías o momentos de pura atmósfera funesta de secretos de sangre que revelan locura. A veces diría que suena una voz femenina con un rol puramente ambiental, aunque no estoy seguro de si es una simulación con el teclado porque no se proporciona ninguna información sobre quiénes participan en el CD.
Por parecerse a Inquinok, hasta el mismo nombre del grupo casi coincide con el de la primera demo de aquéllos y la portada se parece a la del último EP que sacaron en 2019 (puedes verla aquí). Pero no puedo finalizar sin decir que, pese a la constante comparación con su banda madre a lo largo de la reseña, a mí al final me gusta más este disco de Amongst the Moonlight.
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