Hoy me entrego a ese ejercicio que tanto me gusta: recordar viejos tiempos.
Esos tiempos en los que no tenía internet e investigaba en catálogos de tiendas, descubriendo cosas como Siebenbürgen, Graveworm o este grupo de Florida que ahora voy a recordar.
La verdad es que esta banda estadounidense tiene una discografía bastante irregular, con diferencias en sus 4 álbumes entre los que escojo este segundo trabajo de 2001.
Recuerdo haber leído que su debut era Thrash, creo, que me corrija alguien si me equivoco, pero para los tiempos de este segundo disco se ve que les impactó el sonido de Cradle of Filth porque lo adoptaron, y por completo.
A estas alturas de sobra es conocido el sonido de los polémicos británicos, pero en sus viejos tiempos, por supuesto. Así que aquí tenemos ese estilo que bebe del Black Sinfónico pero también de Iron Maiden, resultando en unas guitarras rápidas y de característica melodía, con ritmos igualmente veloces pero manteniendo una versatibilidad que beneficia a las partes más atmosféricas. Para esto último se sirven de unos buenos teclados, que si bien no aparecen tan extensamente como en COF y otros emuladores suyos, sí que lucen bien en los momentos de ambiente de película de horror gótico, que la verdad es que me hacen recordar entonces que son de Estados Unidos por ese toque de cine de brujas.
La voz también es la que uno se espera en un grupo así, aunque con la particularidad de ser una mujer quien se desgarra los pulmones con los gritos agudos y salvajes. Yo incluso diría que es más bestia que Dani Filth y chilla con más rabia, además de ser ella misma quien aporta recitaciones y hasta alguna voz lírica, dando muestras de ser bastante competente.
A quien esto no le atraiga, desde luego ni le interesará. Pero sí a quienes lo buscan sin dudas, recomendable si también te gustan Hecate Enthroned, Fatal Portrait y una pizca de Twilight Ophera.
Esos tiempos en los que no tenía internet e investigaba en catálogos de tiendas, descubriendo cosas como Siebenbürgen, Graveworm o este grupo de Florida que ahora voy a recordar.
La verdad es que esta banda estadounidense tiene una discografía bastante irregular, con diferencias en sus 4 álbumes entre los que escojo este segundo trabajo de 2001.
Recuerdo haber leído que su debut era Thrash, creo, que me corrija alguien si me equivoco, pero para los tiempos de este segundo disco se ve que les impactó el sonido de Cradle of Filth porque lo adoptaron, y por completo.
A estas alturas de sobra es conocido el sonido de los polémicos británicos, pero en sus viejos tiempos, por supuesto. Así que aquí tenemos ese estilo que bebe del Black Sinfónico pero también de Iron Maiden, resultando en unas guitarras rápidas y de característica melodía, con ritmos igualmente veloces pero manteniendo una versatibilidad que beneficia a las partes más atmosféricas. Para esto último se sirven de unos buenos teclados, que si bien no aparecen tan extensamente como en COF y otros emuladores suyos, sí que lucen bien en los momentos de ambiente de película de horror gótico, que la verdad es que me hacen recordar entonces que son de Estados Unidos por ese toque de cine de brujas.
La voz también es la que uno se espera en un grupo así, aunque con la particularidad de ser una mujer quien se desgarra los pulmones con los gritos agudos y salvajes. Yo incluso diría que es más bestia que Dani Filth y chilla con más rabia, además de ser ella misma quien aporta recitaciones y hasta alguna voz lírica, dando muestras de ser bastante competente.
A quien esto no le atraiga, desde luego ni le interesará. Pero sí a quienes lo buscan sin dudas, recomendable si también te gustan Hecate Enthroned, Fatal Portrait y una pizca de Twilight Ophera.
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