Desde que hace tiempo subí el debut “The wing & the burden” de este grupo holandés, a veces he pensado en dedicar tiempo también a este EP anterior, que tampoco está nada mal y mantiene la identidad del grupo pese a las diferencias lógicas con un debut más elaborado y redondo.
Su debut de 2001 presentaba un Black Sinfónico donde las guitarras lucían protagonistas junto a los teclados, bien trabajado todo pero sin llegar a pasarse de intrincados. Pues corría 1999 cuando autoeditaron este EP, teniendo más la atmósfera propia de un disco de los 90.
Con la intro, que casi es una canción propiamente dicha como pasaba con Emperor, dan comienzo veintisiete minutos de EP de un Black Sinfónico de pomposos teclados sobre unas guitarras que igual se quedan con el habitual trémolo o pasan a lucirse un poco más. La batería va de rapidez blacker a ritmos más pausados donde campan a sus anchas esos teclados sinfónicos con ambiente de legendas centroeuropeas enmarcadas por lagos y castillos, los amantes de relatos fantasmales se sentirán reconfortados con los sintetizadores elegantes, toques de piano y demás interludios, además de unos pocos momentos de voz femenina.
Hablando de la voz, esta banda, al menos en sus inicios, siempre se caracterizó por tener una voz rasgada bastante guarra, de un modo macabro que raramente se encuentra en grupos tan melódicos, curiosamente.
Poco más hay que decir de estas tres canciones con su intro, si te gusta el Black Sinfónico donde los teclados tiran por lo ampuloso y sin voces gritonas, aquí tienes para pasar un rato entretenido.
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