Hoy toca material de Ucrania, país en el que bastantes bandas coinciden en tocar un Black Metal que combina el sinfonismo heredado de Emperor con melodías folklóricas. Aparte de los grupos claramente en onda Black-Folk (Kroda) o claramente a lo Black Sinfónico (Capitollium), pero lo que nos ocupa ahora es uno de esos grupos que sintetizan ambos aspectos.
Conocí a Svarga (representación con nuestro alfabeto del nombre de la banda) por la lejana conexión con Kroda al haber militado aquí su vocalista, y me topé con un buen EP del 2004 y luego con este debut de 2003 cuyo título traducido es “Símbolo de libertad”.
Pese haber sido editado en esa fecha, suena realmente a esos grupos con teclados ucranianos de finales de los 90, me refiero a Nokturnal Mortum y Lucifugum. A las guitarras de robusta distorsión y ritmo machacón añaden unos teclados nubosos que en momentos recuerdan a los del debut de Emperor además de a los dos grupos citados, y también esas melodías folkies recreadas con el teclado en la onda de bandas como los rusos Ashen Light (recordé mucho su primer trabajo del 99 al oír este disco).
Aunque la cosa no está muy equilibrada para mi gusto, hay cuatro temas sinfónicos y foklóricos, pero por otro lado tenemos un par de ellos más sobrios; uno sólo tiene del teclado la intro, y el otro nada directamente, siendo sencillamente dos temas de rudo Black Metal eslavo. No es que esté mal eso, pero a mí me desentona dentro del álbum.
También resultan ser muy eslavos con el tema vocal, porque la voz es la característica rasgada que parece ser de un reptil inmenso y gordo más que de un hombre.
Conocí a Svarga (representación con nuestro alfabeto del nombre de la banda) por la lejana conexión con Kroda al haber militado aquí su vocalista, y me topé con un buen EP del 2004 y luego con este debut de 2003 cuyo título traducido es “Símbolo de libertad”.
Pese haber sido editado en esa fecha, suena realmente a esos grupos con teclados ucranianos de finales de los 90, me refiero a Nokturnal Mortum y Lucifugum. A las guitarras de robusta distorsión y ritmo machacón añaden unos teclados nubosos que en momentos recuerdan a los del debut de Emperor además de a los dos grupos citados, y también esas melodías folkies recreadas con el teclado en la onda de bandas como los rusos Ashen Light (recordé mucho su primer trabajo del 99 al oír este disco).
Aunque la cosa no está muy equilibrada para mi gusto, hay cuatro temas sinfónicos y foklóricos, pero por otro lado tenemos un par de ellos más sobrios; uno sólo tiene del teclado la intro, y el otro nada directamente, siendo sencillamente dos temas de rudo Black Metal eslavo. No es que esté mal eso, pero a mí me desentona dentro del álbum.
También resultan ser muy eslavos con el tema vocal, porque la voz es la característica rasgada que parece ser de un reptil inmenso y gordo más que de un hombre.
No será nada nuevo para quien sea un devorador del Black Metal del este europeo, pero puede ser una interesante adición para quien se sienta interesado por la onda de Nokturnal Mortum y compañía.
1 comentario:
Lo que es un buen puesto. Me encanta la lectura de estos tipos o artículos. Puedo? Esperar a ver lo que otros tienen que decir.
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