Ya que reseñé antes un grupo de Black Metal de paganismo polaco, ahora toca el turno de lo noruego, con el segundo álbum de 1997 de Hades, quienes se cambiaron el nombre por Hades Almighty y parece que dejaron lo vikingo por cosas más modernas.
Por el nombre griego, y la portada y título del álbum tan doomsters, no imaginaría yo de primeras qué estilo es exactamente, pero aquí tenemos un Black Metal con muchas texturas de Viking Metal.
Tiene esos ritmos heredados de los padres Bathory, cómo no, pero en las guitarras y voces se deja notar muy a las claras que nacen del Black Metal noruego, con esas guitarras firmes y poderosas, que con su distorsión también se recrean en agradables melodías. En esto me recuerdan a cuando los viejos Enslaved se ponían más épicos, como por ejemplo en el último tema de su famoso “Frost”, e incluso a discos de Black Metal de tiempos lentos y guitarras gruesas como Bloodthorn en su disco debut.
Aparece a veces el estupendo cántico pagano de discos así, pero poco si tenemos en cuenta que la verdadera protagonista es la voz rasgada, con ese tono agudamente rasposo de los citados Enslaved o Primordial en su primer disco blacker.
Esas pinceladas de coro vikingo no son el único toque épico, también en algunos temas se incluyen las casi infaltables acústicas, escasos momentos de teclado y en el último tema unos violines con un poco de arpa de boca. Esto último hace que ese tema final, junto a sus voces claras, sea un cierre final muy épico que merecía el disco, justo tras una melancólica instrumental de flauta (o teclado simulándola más bien).
Recomendado tanto si te gusta el Black noruego como lo vikingo, y teniendo en cuenta que la parte blacker es la base, sin ser tan épico y folkie como Windir, Myrkgrav o similares, más bien como las bandas citadas o el debut de Borknagar.
Por el nombre griego, y la portada y título del álbum tan doomsters, no imaginaría yo de primeras qué estilo es exactamente, pero aquí tenemos un Black Metal con muchas texturas de Viking Metal.
Tiene esos ritmos heredados de los padres Bathory, cómo no, pero en las guitarras y voces se deja notar muy a las claras que nacen del Black Metal noruego, con esas guitarras firmes y poderosas, que con su distorsión también se recrean en agradables melodías. En esto me recuerdan a cuando los viejos Enslaved se ponían más épicos, como por ejemplo en el último tema de su famoso “Frost”, e incluso a discos de Black Metal de tiempos lentos y guitarras gruesas como Bloodthorn en su disco debut.
Aparece a veces el estupendo cántico pagano de discos así, pero poco si tenemos en cuenta que la verdadera protagonista es la voz rasgada, con ese tono agudamente rasposo de los citados Enslaved o Primordial en su primer disco blacker.
Esas pinceladas de coro vikingo no son el único toque épico, también en algunos temas se incluyen las casi infaltables acústicas, escasos momentos de teclado y en el último tema unos violines con un poco de arpa de boca. Esto último hace que ese tema final, junto a sus voces claras, sea un cierre final muy épico que merecía el disco, justo tras una melancólica instrumental de flauta (o teclado simulándola más bien).
Recomendado tanto si te gusta el Black noruego como lo vikingo, y teniendo en cuenta que la parte blacker es la base, sin ser tan épico y folkie como Windir, Myrkgrav o similares, más bien como las bandas citadas o el debut de Borknagar.
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